Pinta la monarca los oyamales de naranja

Arribarán más de 300 mil turistas a la zona.

Redacción
Política
Mariposas monarca
Foto: NTX

Melchor Ocampo, Mich., 6 Noviembre.- El color naranja en los oyameles se hace cada vez más intenso con los millones de mariposas monarca que ocupan sus santuarios El Rosario y Chincua, en Michoacán, y Cerro Pelón del Estado de México, para pasar el invierno.

Cumplieron al llegar el 2 de noviembre, a pesar de granizadas, lluvias y frío, para revolotear alrededor del bosque y luego posarse y plasmar su color naranja, que esperan campesinos que este año se extienda 10 por ciento más que el año pasado.

Con ellas están los visitantes, al menos 500 turistas y estudiosos extranjeros por santuario, que vienen a analizar o gozar del espectáculo, o ver el rito de los insectos de dar vueltas hasta encontrar su lugar.

Al ex comisariado ejidal de El Rosario, Homero Gómez González, le entusiasma ver la nube naranja de los lepidópteros y estima que al menos vendrán 300 mil turistas a recorrer los senderos en donde podrán ver los bellos colores del insecto.

Con 25 años trabajando en el Santuario El Rosario, ubicado en el municipio de Melchor Ocampo, Michoacán, estima que por los primeros enjambres que llegan podrían cubrirse 6.5 hectáreas de bosque, con 13 colonias, unos 200 millones de insectos, que en los árboles cuelgan como racimos.

Gómez González resaltó el activismo para proteger el multicolor ejemplar que arriba desde el sur de Canadá. Cerca de cuatro mil 500 kilómetros recorren las mariposas y como bienvenida se llevan a cabo festivales culturales, deportivos y científicos, con el fin de proteger la mariposa monarca.

Y así es cuando pasa por siete entidades de Estados Unidos, al igual que por México, en donde organizan conciertos, talleres de estudio en las escuelas, carreras y hasta un ultramaratón, como en Tamaulipas, Nuevo León, Coahuila, San Luis, Guanajuato y Querétaro, hasta cumplir 15 días.

Retornan como las ánimas

Como lo prevé la cultura mazahua, la mariposa monarca (Danaus plexippus), o criaturas aladas del alma, se sobrepuso a las ráfagas de viento, granizadas y lluvias para estar con sus familiares como lo ha hecho de forma milenaria. Se escenificó el encuentro entre seres vivientes, al encarnar el espíritu del bosque y ser las mensajeras de los dioses.

En un comunicado, la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), señala que el fenómeno migratorio de la mariposa monarca, designado en 2008 Patrimonio Mundial de la Humanidad, en el ciclo 2019-2020 lo inició en agosto pasado, cuando emprendió su recorrido de más de cuatro mil 500 kilómetros desde el sur de Canadá, cruzando Estados Unidos y el norte de México.

En México, el 7 de octubre en Ciudad Acuña, Coahuila, registraron los primeros grupos, y luego en la Región Carbonífera de Sabinas, el 13 de octubre. La agrupación Monarch Watch, etiquetó un ejemplar en Nebraska, Estados Unidos, y el 18 de octubre lo observó Omar Franco Reyes en Santa Catarina, Nuevo León, para establecer que la mariposa había recorrido dos mil 90 kilómetros.

Como Omar Reyes, en México hay al menos 10 mil personas implicadas en su monitoreo, a través del Programa Correo Real y la Red Nacional de Monitoreo de Mariposa Monarca de la Conanp (en 22 estados de la República, 44 Áreas Naturales Protegidas federales y 29 Áreas Naturales Protegidas estatales).

El trabajo de observación se realiza a través de organizaciones de la sociedad civil, instituciones académicas y los tres órdenes de gobierno, guardaparques y más de 10 mil personas.

La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, a través de la Conanp, tiene abiertas sus puertas para participar a través de la campaña #ProtejamosAlasMonarca, par observar el entorno, el cielo, el jardín escolar y los parques, y luego registrar las observaciones en la Plataforma Nacional de Monitoreo de la Mariposa Monarca.

Campesinos cuidan santuarios

El excomisariado ejidal de El Rosario habla sobre lo que han hecho los campesinos para mejorar el sitio y destaca que erradicaron la tala, y han reforestado como nunca. En El Rosario, en cuatro años plantaron un millón de oyameles y pinos, pero también han estado al pendiente de que no haya incendios.

Además recuperaron más de mil parcelas que destinaban al cultivo de avena y maíz, para nuevos bosques un total de 420 hectáreas y cumplen con retirar los árboles que se mueren, con el fin de evitar los incendios forestales y que las plagas se extiendan, sacando los árboles que se mueren.

En el que es el santuario más grande de las mariposas monarca, esperan este año más de 200 mil turistas, a donde llegó el 41 por ciento de ellas el año pasado.

Indicó que son 261 ejidatarios, pero suman hasta 300 personas que venden artesanías y comida, 87 guías que dirigen las incursiones en el bosque y 87 que lo hacen a quienes prefieren subir a caballo, en este lugar situado a tres mil 200 metros sobre el nivel del mar.

Reforestación en el Cerro Pelón

Con el antecedente de que apenas sobrevivía el 5 por ciento, se inició la reforestación de 40 hectáreas del Cerro Pelón, ubicado en Temascalpec, Estado de México, en la Reserva de la Biosfera de la Mariposa Monarca, que había sido devastado por un incendio en el año 2017.

La empresa holandesa Land Life Company, la Conafor, el WWW México, y la comunidad de Nicolás Romero plantaron siete mil oyameles mediante la tecnología llamada cocoon, para garantizar que en un futuro formaran parte del hábitat de la mariposa monarca.

Con la nueva técnica lograron que sobreviviera el 75 por ciento de especies plantadas.

Crece el área de hibernación

La Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas informó que en 2019 la mariposa monarca estableció 14 colonias en bosques de Michoacán y Estado de México, con una ocupación de 6.05 hectáreas, lo cual significa un aumento de 144 por ciento con relación a 2017-2018. Fue la mayor superficie ocupada por la Monarca desde 2006-2007, cuando llegó a 6.87 hectáreas.

Pero en el periodo de 2013-2014 se registró la ocupación más baja (0.67 hectáreas) en los bosques de hibernación desde que se iniciaron los monitoreos en 1993-1994.

El comisariado ejidal de Nicolás Romero, Rodolfo Contreras, señaló que disminuyó la actividad de los talamontes, pero que requieren apoyos económicos federales, mediante la Conafor, para continuar con los trabajos de manutención y vigilancia en la reserva. “La gente ya no corta tantos árboles como antes. Nosotros mismos vigilamos, cuidamos, pero a veces nos ganan”, dijo.

“De encontrar a los talamontes los entregamos a las autoridades, sin embargo, entran al bosque por las noches, y se llevan la madera para venderla en polines, pues se cotiza en más de 150 pesos”, sostuvo.

Reconoció que reciben una compensación económica por los trabajos de mantenimiento del bosque, pero que su verdadero objetivo es rescatar los servicios ambientales que les provee este ecosistema, pues por aquí pasa la cuenca de agua que abastece a varias comunidades para su vida diaria.

“Ya se estaba secando, pero ahora se mantiene con el cuidado de nuestros árboles y hasta nuestro aire”, expuso.

Otros santuarios en el Estado de México son Ejido El Capulín, Piedra Herrada y la Mesa, aunque también en los alrededores de éstos sitios, y en los de El Rosario y Chincua, Michoacán, se establecen colonias de la mariposa monarca.