FRENO A LA INTOLERANCIA HOMOFÓBICA EN LOS ESTADIOS

La Federación ha puesto en marcha una fuerte campaña para castigar estas expresiones.

Alejandro Zárate
Todo menos politica
Foto: Especial
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Es más que un grito pícaro en el fervor de la alegría que despierta entre los aficionados presenciar un partido de futbol. Se ha convertido en una agresión al futbolista rival y, peor aún, un mal chiste a costa de asociar a las personas homosexuales de forma peyorativa y poco tolerante.

El grito popular escuchado en diversas gradas del balompié mexicano cada que despeja el portero rival ha dejado de ser una broma para ser un verdadero problema en el futbol nacional. Finalmente la Federación Mexicana de Futbol decidió enfrentarlo de manera frontal a partir de la jornada 15 del torneo Apertura 2019.

Los primeros registros que se tienen de este grito se remiten a principios del siglo, en el estadio Jalisco. Aunque hay quienes señalan que todo inició en Monterrey, en el futbol americano juvenil, y que de ahí saltó a los partidos de los Borregos Salvajes del ITESM.

La popularidad de esta expresión homofóbica se dio durante el preolímpico rumbo a Atenas 2004, celebrado en Guadalajara. De pronto replicó en el Azteca, la Bombonera, el Tecnológico y varios estadios más. A nivel internacional fue en el Mundial de Alemania 2006 donde se empezó a escuchar durante los partidos de la selección mexicana.

Los directivos, jugadores y aficionados lo integraron como parte del folclor mexicano de los estadios. Lo justificaron como una manera “simpática” de acusar la cobardía del portero rival por despejar el balón lo más lejos posible de su arco.

De pronto, también, se empezó a escuchar por igual en los partidos de la selección femenil, así como en eventos de voleibol, rugby y en cualquier recinto que tuviera a mexicanos reunidos entre los espectadores. Durante el Mundial de Brasil 2014 la afición local respondió a los mexicanos con el grito de “bicha”, el equivalente a “puto” en portugués.

Campaña

Así fue que finalmente la FIFA tomó cartas en el asunto. Después de analizar el contexto y significado de la expresión lo catalogó como ofensivo y castigable. Desde entonces la FIFA ha sancionado a la Femexfut en 14 ocasiones por considerar que sus aficionados infringen su artículo 67, donde reglamenta las conductas inapropiadas de los espectadores.

Es justamente el órgano regulador del balompié internacional el que ha hecho la advertencia de que las sanciones económicas contra la Femexfut subirán de tono. En caso de presentarse en partidos oficiales de la eliminatoria rumbo a Qatar 2022 se castigará con partidos a puerta cerrada o hasta quedar descalificados para la contienda mundialista.

La Federación ha puesto en marcha una fuerte campaña para castigar estas expresiones. Desde la jornada 15 un árbitro está facultado para parar el partido en caso de que se presente, situación que finalmente sucedió en el encuentro de Atlas ante Necaxa en el Jalisco. El árbitro Fernando Guerrero detuvo el juego unos minutos cuando el grito homofóbico se escuchó.

Estos esfuerzos por erradicar la expresión homofóbica también tienen la intención de que las personas sean conscientes de sus expresiones. Que ser gay no es sinónimo de ser cobarde, “poco hombre” o justificación para ser señalados. En una sociedad que cada vez es más inclusiva no puede permitirse hacer excepciones. Ni en los estadios de futbol.