El cobarde asesinato de nueve integrantes de la comunidad mormona (tres mujeres y seis niños) de nacionalidad mexicano-estadunidense que habita la región limítrofe entre Sonora y Chihuahua por parte de integrantes del crimen organizado causó indignación la mañana del lunes 4 de noviembre en el país y en el mundo.
Y aunque de hecho todavía no se determina de manera formal si se trató de un ataque directo, como afirman familiares de las víctimas, o fue una confusión, de acuerdo con las primeras indagatorias del gobierno federal, el artero crimen recibió la condena unánime de los mexicanos y la comunidad internacional.
El ataque cometido en el municipio de Bavispe, Sonora, contra integrantes de las familias LeBarón y Langford —que cuentan con la doble nacionalidad, estadunidense y mexicana— generó además una enorme presión por parte de Estados Unidos: mientras el presidente Donald Trump propuso al jefe del Ejecutivo mexicano, Andrés Manuel López Obrador, emprender una guerra contra el crimen organizado, legisladores y medios de comunicación como The Wall Street Journal demandaron que las organizaciones delictivas mexicanas se consideren como grupos terroristas e incluso no descartaron una operación militar estadunidense en territorio mexicano.
Y es que clasificar a los grupos delictivos que operan en el país con el estatus de terroristas permitiría a Washington ejercer mayores presiones al gobierno mexicano para enfrentarlos y combatirlos bajo la amenaza de diversas sanciones e inclusive de una intervención militar directa como ha ocurrido ya en Oriente Medio.
Tarea nacional: AMLO
Ante ello el presidente López Obrador agradeció el apoyo del Ejecutivo estadunidense, pero no lo aceptó, ya que afirmó que se trata de un asunto de competencia nacional: “Tenemos que actuar con independencia, de conformidad con la Constitución mexicana”.
El mandatario aseveró que su gobierno está abierto a la colaboración de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) bajo el esquema establecido en los acuerdos bilaterales vigentes, con pleno respeto a la soberanía para hacer justicia pero “no puede intervenir otro gobierno en nuestro territorio si no existe un acuerdo de cooperación y, desde luego, la solicitud expresa de nuestro gobierno”.
Diversos analistas indicaron que en realidad Trump y sectores conservadores estadunidenses intentan utilizar este lamentable episodio para presionar a nuestro país por la inseguridad que generan los grupos delictivos mexicanos y con ello obtener un beneficio político electoral rumbo a los comicios presidenciales de la Unión Americana el próximo año.
Presiones
Al fijar su postura respecto del asesinato en Bavispe, Donald Trump llamó a que nuestro país endurezca la batalla contra el crimen organizado: “Este es el momento para que México, con la ayuda de Estados Unidos, libre una guerra contra los cárteles de la droga y borrarlos de la faz de la Tierra. ¡Solo esperamos una llamada de su gran nuevo presidente!”
En otro mensaje escribió: “Si México necesita o solicita ayuda para responder a los monstruos responsables, Estados Unidos está dispuesto y listo para involucrarse y hacer la tarea rápida y efectivamente”.
Y agregó que los cártelesde las drogas “se han vuelto tan grandes y poderosos que a veces uno necesita un ejército para derrotar a otro ejército”.
El influyente periódico The Wall Street Journal expuso a su vez en un editorial que una operación militar de Estados Unidos en México para combatir a los cárteles de la droga no se puede descartar.
En referencia al asesinato de integrantes de la familia LeBarón en la zona serrana de Sonora indicó que “si México no puede controlar su territorio, Estados Unidos tendrá que hacer más para proteger de los cárteles a los ciudadanos estadunidenses en ambos lados de la frontera”.
Refirió que la agencia antidrogas estadunidense (DEA, por sus siglas en inglés) “debería poder descubrir la identidad y ubicación de quienes ordenaron o ejecutaron los asesinatos y garantizar su desaparición; sería una señal de que la justicia estadunidense tiene largo alcance. No se puede descartar una operación militar de Estados Unidos”, insistió el diario.
Consideró además que el caos provocado por los grupos criminales que trafican con droga aumentó desde que el presidente López Obrador asumió el cargo con la promesa de poner fin a la estrategia contra el narcotráfico emprendida por sus predecesores.
De criminales a terroristas
Congresistas estadunidensespresionan a su vez al gobierno de Trump para que modifique el estatus legal de las organizaciones criminales mexicanas y las ubique en un estatus de terroristas, como anunció que propondrá el Senador republicano Lindsey Graham.
Esa modificación le permitiría a Washington ordenar operaciones militares en suelo mexicano como las que ha desarrollado contra organizaciones terroristas en países como Siria, Irak o Afganistán.
Justificado en ese estatus, de hecho, el Ejército estadunidense opera en varios países del mundo sin consultar con autoridades locales cuando realiza ataques que considera de “legítima defensa”, porque se consideran en su propia legislación como ataques “preventivos”.
El senador Tom Cotton también afirmó que “si el gobierno mexicano no puede proteger a los ciudadanos estadunidenses en México, en Estados Unidos tal vez tengamos que tomar las cosas en nuestras manos”.
Y el congresista republicano por Texas Chip Roy expuso que asesinatos y gran cantidad de delitos ocurren en muchas partes de la frontera compartida con México, mientras los cárteles de la droga luchan con autoridades mexicanas por el control operativo.
“La influencia cada vez mayor de los cárteles de la droga es una realidad constante, con episodios casi diarios que nos recuerdan que utilizarán todos los medios necesarios para ganar poder. Estados Unidos no puede darse el lujo de hacerse de la vista gorda”, subrayó.
Transparencia
El secretario de Relaciones exteriores, Marcelo Ebrard Casaubón, afirmó en tanto que México tiene la absoluta resolución de esclarecer los hechos y que se haga justicia.
Confió además en que el crimen no se convierta en un punto de desencuentro entre ambos países ya que se trata de una comunidad binacional y “vamos a actuar juntos”.
Respecto de los casquillos encontrados en el lugar de los ataques, que resultaron ser calibre 0.223 de fabricación estadunidense, recordó que hay un grupo de alto nivel que integran representantes de las dos naciones dedicado al tema del tráfico ilegal de armas hacia México.
Sobre la participación del FBI en las investigaciones, Ebrard apuntó que será la Fiscalía General de la República la que determine cuál será su papel de acuerdo a los tratados de cooperación suscritos entre México y Estados Unidos.
“La posición de México es actuar con muy amplia apertura y total transparencia en esta investigación para el caso de la opinión pública en México; y desde luego también para las instancias gubernamentales de Estados Unidos, porque es una comunidad binacional”, remarcó.
Ebrard explicó que México dará a las autoridades estadunidenses el mismo trato de acceso a la información, transparencia a la investigación y apertura, de igual forma que las autoridades tanto locales como federales de ese país lo han hecho con México en otros asuntos, como en el caso del atentado contra mexicanos en El Paso, Texas, el 3 de agosto pasado.
Subrayó que se debe hacer un trabajo conjunto para determinar cómo se manejan las armas que ingresan de manera ilegal en la zona. “México tiene que hacer esa investigación; seguramente lo hará la Fiscalía General de la República, y se compartirá la información con el FBI para que ellos hagan lo propio del lado de Estados Unidos”.
Asimismo destacó la muy buena comunicación entre los presidentes López Obrador y Trump, que permite una buena condición en la relación binacional para que esta cooperación sea eficaz.
El titular de la SRE reveló que la instrucción que tiene del presidente es que la investigación esclarezca los hechos, se haga justicia, se sancione a los responsables y se impida la actuación de bandas criminales en esa zona.
Capacidad técnica y profesional
El presidente López Obrador informó a su vez que durante la conversación telefónica que sostuvo con Donald Trump le ofreció sus condolencias a la familia LeBarón y le planteó que las instituciones mexicanas actuarán con prontitud para hacer justicia.
Respecto de la propuesta del presidente de EU para enfrentar a los grupos criminales y emprender una guerra contra ellos dijo que en eso no coinciden: “A los que tienen esa manera de pensar se les respeta pero no va de acuerdo con nuestras convicciones. Lo peor que puede haber es la guerra, es lo contrario a la política”.
El mandatario insistió en señalar que en el Ejército mexicano, la Marina y la Guardia Nacional hay capacidad técnica y profesional para desarticular a las organizaciones del crimen organizado sin ayuda extranjera.
Posible confusión
De acuerdo con lo informado por el gobierno federal la causa del ataque pudo ser una confusión por parte de los sujetos que emboscaron las camionetas en las que se transportaban los tres mujeres y los menores, al ser presuntamente confundidos por integrantes de un grupo delictivo local.
La zona serrana donde ocurrieron los hechos, que comprende el tramo carretero que va de Bavispe al municipio de Janos, es un área que disputan grupos criminales y donde han ocurrido enfrentamientos en los meses recientes.
El jefe del Estado Mayor de la Secretaría de la Defensa Nacional, general Homero Mendoza Ruiz, dijo que de acuerdo con los datos recabados en el lugar se puede establecer que no se trató de una agresión directa ya que el tipo de vehículos que fueron agredidos (camionetas Tahoe y Suburban) son comunes en la sierra de Sonora y Coahuila, y las usan con regularidad integrantes del crimen organizado.
Añadió que la primera camioneta, atacada a las 9:40 de la mañana, era conducida por Rhonita Miller, quien viajaba acompañada de cuatro menores. Todos murieron en la agresión. Mediante la inspección del vehículo se estableció que este se incendió por los disparos recibidos.
“No se aprecia que hubiera habido alguna intención de incendio sino más bien como resultado de los disparos se incendiaría el motor”, precisó el general, quien expresó que la autoridad investigadora determinará las causas del fuego.
Operativo Frozen
Debido al grave problema que significa el tráfico ilegal de armas de Estados Unidos hacia México, los gobiernos de ambos países acordaron la creación de un operativo denominado Frozen, para que diversas secretarías mexicanas y agencias estadunidenses establezcan una estrategia de seguridad en la frontera bilateral para “congelar” el flujo de armas que ingresan de manera ilegal a nuestro país.
Historia
Comunidades mormonas integrantes de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días se han asentado desde fines del siglo XIX en el norte de México, cerca de la frontera con Estados Unidos.
Por su práctica de matrimonios en que un hombre puede tener varias esposas (poligamia) las autoridades federales estadunidenses comenzaron a perseguir a los mormones después de la Guerra de Secesión en ese país.
Debido a ese hostigamiento un número importante de integrantes de la comunidad mormona comenzaron a salir del estado de Utah, donde se concentraba la mayor parte de integrantes de esa iglesia, y se dirigieron a México, que fue el primer país latinoamericano donde se establecieron los mormones.
La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días estima que en México hay 1.2 millones de sus integrantes, la segunda comunidad más grande de mormones después de la que radica en Estados Unidos.
La familia LeBarón pertenece a la Iglesia del Primogénito, una secta disidente de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días fundada en 1924 en Chihuahua. Esa secta tiene unos cinco mil seguidores.