EL COLAPSO QUE VIENE

Los Estados se verán obligados a bajar impuestos o incluso tendrán que dar dinero a sus ciudadanos.

Guillermo Fárber
Columnas
Foto: Especial
Ilustración

Este artículo de Néstor Parrondo (resumen mío) es otro que ve nubarrones inminentes: “La próxima crisis será la peor en 50 años, advierte Marko Kolanovic, analista estrella de JP Morgan. El crash de 2008 es solo un pequeño sobresalto en comparación. Será una gran crisis de liquidez que golpeará a los mercados y que derivará en una gran tensión social.
“El hecho de que el mercado esté controlado por una serie de algoritmos que actúan de forma automática hará que las acciones se desplomen con más violencia que nunca. Los bancos centrales no solo tendrán que comprar deuda soberana: se verán obligados a comprar acciones de empresas clave”.

¿Cuándo empezará el mambo? Kolanovic no se atreve a pronosticarlo pero asegura que todavía nos quedan un par de años de tranquilidad. Advierte que el aumento de las inversiones pasivas (copiar las inversiones de los demás) realizadas por algoritmos y programas informáticos pueden generar un derrumbe en cadena que arrastre a toda la economía global.

“Ya hemos vivido esta situación, aunque a una escala menor. Nos encontramos en un largo periodo de expansión económica pero ya se han producido dos caídas repentinas casi inexplicables. Una en febrero de este año y otra en agosto de 2015”.

Culpe a los algoritmos


“El fin de la bonanza económica llegará por culpa de un problema de liquidez. Cuando llegue el pánico todo el mundo intentará vender. Y dado que gran parte de las firmas de inversión programan sus posiciones para vender sus activos automáticamente ante determinados signos de debilidad se producirá una concatenación que llevará al sistema contra las cuerdas: todo el mundo querrá deshacerse de sus acciones pero nadie las comprará, con el consiguiente desplome.

“Kolanovic predice una caída repentina de 40% del valor total de la bolsa en un par de jornadas, lo que podría llevar a una acción inédita, como la compra de acciones de empresas privadas por parte de la Reserva Federal o del Banco Central Europeo. Esta medida ya fue tomada por el Banco Central de Japón. Esta compra de acciones tendrá como misión romper el ciclo negativo en el que todo el mundo quiere vender pero nadie tiene liquidez para comprar.

“La salida de esta crisis será justo la contraria a la de 2008. Los Estados se verán obligados a bajar impuestos o incluso tendrán que dar dinero a sus ciudadanos, so pena de generar graves disturbios y tensiones sociales, mucho peores que los vividos en el periodo 2008-2013 en Europa. ¿Cuándo empezarán los problemas? La expansión económica durará por lo menos hasta el segundo semestre de 2019.

“La deuda de los países emergentes es otro problema. En la crisis de 2008 el endeudamiento de las economías avanzadas fue un aspecto clave en el cataclismo, pero ahora Brasil, Argentina, Turquía, etcétera, se han endeudado más y más. ¿Y quién ha comprado esa deuda? Exacto, los primeros espadas de la economía mundial. Si los primeros caen los segundos serán arrastrados”.