TOLEDO VE

El humor va de la mano con el erotismo, la denuncia y la conciencia ambiental.

Masha Zepeda
Todo menos politica
Foto: Especial
Foto: Especial

El Museo Nacional de Culturas Populares, enclavado en el centro del muy visitado barrio de Coyoacán al sur de la Ciudad de México, es la sede de la última exposición del gran artista tan oaxaqueño como universal Francisco Toledo, fallecido apenas hace unos meses, traduciéndose esta pena como una enorme tristeza y orfandad para cientos en nuestro país.

Pero la muestra Toledo ve es de una gran elocuencia y demuestra su enorme vitalidad, así como su capacidad de trabajo en equipo: su entendimiento por la vida era tal que cualquier material era el idóneo para la creación: madera, metal, papel, estambre, fibra, tela, fotografía, impresión, hierro forjado son los diversos medios con los que Francisco Toledo creó juguetes, intervenciones, papalotes, tapices, artículos utilitarios, joyas, ropa, objetos, rejas o piezas de arte.

Inagotable

Pero en muchas de sus aventuras y experimentación no estuvo solo sino que se acercó a los distintos artesanos de su tierra natal con toda la humildad y deseos de aprender para que lo guiaran, enseñaran, sugirieran y lo corrigieran en el buen afán de lograr lo que tenía en su inagotable mente y genio.

Sin duda alguna esta exhibición es un paseo único por el mundo de Toledo, donde el humor va de la mano con el erotismo, la denuncia y la conciencia ambiental. Es, pues, un reflejo fidedigno de su coherencia, grandeza y generosidad.

Tal y como era la personalidad de Toledo no hay cédulas en la muestra porque él no quiso. Otra seña de su claridad: así como Toledo ve, su público también.

Aproveche y vaya a ver esta entrañable muestra. Difúndala y gócela. Lleve a sus amigos, a su familia y disfruten este último regalo que Toledo nos hace. Imprescindible.