NO ES “SOLAMENTE” LA ELECCIÓN DE LA OMBUDSPERSON

Se debilita una institución clave en un país en el que tenemos múltiples crisis de derechos humanos.

Katia D'Artigues
Columnas
Foto: Especial
Cuartoscuro

Por Katia D’Artigues

La noche del martes, tras siete horas de discusión en el Senado, todo se descompuso.

Con la tribuna tomada, pancartas que decían “Fraude CNDH”, otra manta que rezaba “El PAN miente” y empujones para quitar al senador Gustavo Madero, Rosario Piedra Ibarra protestó cumplir su cargo en medio de protestas.

A gritos Eduardo Ramírez, de Morena, actuó como facilitador en medio del caos. El senador por Chiapas instruyó a la presidenta, Mónica Fernández, que realizara la toma de posesión e incluso le levantó la mano a la nueva ombudsperson para que prometiera cumplir y hacer cumplir la Constitución que estaban violando.

¿Cómo llegamos aquí? ¿Qué consecuencias tendrá esto?

Oposición chamaqueada

Hubo una cadena de violaciones y errores. Comenzó cuando las comisiones de Derechos Humanos y Justicia no cumplieron su palabra de nombrar a la terna con base en indicadores que ellas mismas diseñaron. Aceptaron, por mayoría, la terna impuesta por la Junta de Coordinación Política.

Luego violaron el reglamento del Senado al votar, sin empate, dos veces una terna que debió de regresarse a comisiones. Lo mismo señala la Ley de la CNDH. Más datos sobre esas ilegalidades acá: https://bit.ly/2CCbDXN.

La tercera votación, en una sesión posterior, estuvo peor. Se documentó con videos algo que aceptaron todos los partidos: 116 senadores y senadoras votaron y dos votos no contaron. Piedra Ibarra no tuvo dos terceras partes de la votación; se violó la Constitución.

Al argumentar que a la urna habría entrado un sobre vacío y una hoja en blanco que no se “cantaron” en los votos totales se reveló algo preocupante: es una práctica común y esos no-votos se hacen un lado.

La oposición aprobó el acta de la sesión anterior seguros de que votarían de nuevo. No se dieron cuenta que estaban aprobando la legalidad del voto anterior.

En Twitter se dice: #TodoMal.

Me es imposible pensar que Ricardo Monreal, mago para construir acuerdos, presentara una moción para votar la terna por cuarta vez —con el fin de evitar sospechas— y que no tuviera el apoyo de su bancada.

¿Lo hizo en la mañana pensando que tendría los votos y luego dio marcha atrás? ¿Fue una simulación para lavarse las manos y decir: “Lo propuse pero mis senadores son libres”?

Su sonrisa, aplaudiendo junto con Cristóbal Arias y Germán Martínez a la hora de la toma de protesta, ya es una instantánea clásica.

El papel del PRI, que pudo haber empatado la votación, también es de notarse. Argumentaron la ilegalidad del proceso y la postura de que debía hacerse una nueva terna en comisiones. ¿Radical respeto a la ley? Solo si presentan un recurso de amparo ante el Poder Judicial. Como el que ya presentó (pero no revelará por estrategia, me dice) el senador independiente Emilio Álvarez Icaza.

Los integrantes del Senado tienen cinco años por delante. Designarán a más de 100 personas en este tiempo. La confianza está tocada. Preocupante. En la tribuna se dijeron cosas muy graves. Xóchitl Gálvez, por ejemplo, acusó que se utilizó a la Unidad de Inteligencia Financiera para amedrentar. En la tercera votación, entre la oposición, por sus propias sospechas, se hizo una estrategia de “revisión de votos entre pares”. Como cuando en la primaria intercambias exámenes y le revisas la tarea a tu compañero.

¿Hay esperanza?

“Haiga sido como haiga sido” Piedra Ibarra es ombudsperson. Péjele a quien le peje.

Llega una persona cuestionada y se debilita una institución clave en un país en el que tenemos múltiples crisis de derechos humanos.

El miércoles por la madrugada la organización Periodistas Desplazados México presentó una queja ante la CNDH contra su nueva titular por su aparente postura al negar asesinatos de periodistas (https://bit.ly/2NI5FLa). Quieren que ofrezca una disculpa.

Queda la esperanza de que Piedra Ibarra resulte ser, como víctima, una ombudsperson diferente. Que muestre inteligencia, fuerza y absoluta independencia. Ojalá nos calle la boca a todos. También sobre que el presidente no quiere autonomías que cuestionen su innegable poder.