RECONOCER DIVERSIDAD E INCLUSIÓN EN MÉXICO

La inclusión e integración de los pueblos indígenas no avanza.

Lorena Ríos
Política
Foto: Especial
Conchita Morales

Son épocas turbulentas. Para lidiar con ellas tal vez sintamos que es más fácil construir muros, tomar partido y enfocarnos en lo que nos divide.

Yasir Naqvi

En la actualidad los 125 millones de mexicanoslibran por un lado batallas contra estancamiento económico, desigualdad, pobreza, corrupción, violencia e inseguridad pero experimentan, por otro lado, desafíos en materia de diversidad e inclusión, ya sea por edad, sexo, estrato socioeconómico, raza, etnia, color de piel, origen y ubicación territorial, identidad sexual e incluso religión y nacionalidad.

Durante el Foro de la Inclusión 6 Degrees, que organizaron el Instituto Canadiense de Ciudadanía (Institute for Canadian Citizenship)y la Fundación Reinventando a México, mismo que se realizó en el Museo de Arte Popular, los participantes coincidieron en que se requieren acciones colectivas y urgentes para convertir estos desafíos en oportunidades, reconocer la diversidad y los beneficios de la misma, fomentar el desarrollo inclusivo y asegurar los derechos de las minorías, de los niños y adultos mayores, de las mujeres, de los pueblos indígenas, las personas en pobreza y de la comunidad LGBTQ+.

En el patio central del recinto cultural se reunieron líderes internacionales provenientes de la sociedad civil, el sector privado, la política y las artes para descubrir conexiones, compartir las mejores prácticas, buscar soluciones mediante talleres y lograr un cambio positivo.

Con un formato de 360 grados los participantes compartieron sus experiencias, escucharon las preguntas y posicionamientos de los asistentes y al final se logró una animada conversación donde el punto central fue la inclusión.

Las primeras palabras fueron de Javier López Casarín, de la Fundación Reinventando a México: “Abrimos un espacio para forjar redes y alianzas que alojen discusiones orientadas a promover la inclusión y el desarrollo de nuevas ideas, que a su vez permitan colocar a México como un referente mundial en la innovación en estos temas”.

Ante cerca de 300 personas Yasir Naqvi, director ejecutivo del Instituto para la Ciudadanía Canadiense, dijo en relación a la inclusión de la población LGBTQ+ que subsisten retos: según estadísticas del INEGI en el país seis de cada diez integrantes de esa comunidad han tenido obstáculos a nivel laboral debido a su orientación sexual.

“Nos encontramos en épocas turbulentas. Para lidiar con ellas tal vez sintamos que es más fácil construir muros, tomar partido y enfocarnos en lo que nos divide. 6 Degrees es un movimiento global que busca unir a las personas para construir soluciones colectivas con el objetivo de celebrar las diferencias y trabajar en conjunto para alcanzar metas comunes”, puntualizó.

Resaltó que “vivimos tiempos en que todo es un reto. Aún así en México y en todo el mundo esperamos las mismas cosas: familias que prosperan, comunidades sanas y sociedades resilientes. La fortaleza yace en escuchar y aprender unos de otros, celebrar las diferencias y trabajar en conjunto para alcanzar las metas comunes”.

Fenómeno en proceso

En su turno Ratna Omidvar, senadora independiente representante de Ontario, Canadá, explicó que “la inclusión consiste en normalizar las diferencias de otros, de tal manera que se vea como algo natural”.

Recordó que en India, donde nació, es complicado que se realice la inclusión porque la sociedad está dividida en castas, religiones y clases sociales. Después vivió algunos años en Irán y ahí fue mucho más difícil ser aceptada, por venir de un país con una cultura muy diferente.

Al arribar a Canadá imaginó que todo estaba más avanzado pero en realidad “es un fenómeno en proceso ya que apenas se acaba de aprobar una ley que reconoce los derechos humanos de las personas transgénero, aunque fueron los primeros en reconocer los matrimonios igualitarios. La inclusión son caminos para pertenecer”, dijo la legisladora.

Destacó que “México debe tomar el camino de la inclusión, debe abrazar el concepto, sobre todo porque es un país con una gran diversidad. Todos podemos vivir en un país próspero pero si no hay inclusión la realidad será compleja”.

En el arranque de las conversaciones arribó el titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Marcelo Ebrard Casaubón, quien expuso que llegó al recinto a escuchar más que a hablar. “Nuestra preocupación principal en política exterior es cómo hacer frente a la política de odio. Qué debemos hacer para la inclusión en todos los órdenes y espacios”, externó.

El canciller agregó que este tipo de diálogos se están dando en las principales ciudades del mundo, como son Toronto, Berlín y México.

Posteriormente la profesora y poeta zapoteca Irma Pineda, quien fue nombrada recientemente representante de los pueblos indígenas de América Latina y el Caribe ante la Organización de Naciones Unidas para el periodo 2020-2022, reconoció que “los términos inclusión y diversidad son nuevos para nosotros. En mi comunidad nos vemos como hermanas y hermanos. Pero cuando salgo de mi entorno conozco y sufro la discriminación, el racismo y el rechazo por ser indígena. Y es cuando conozco el miedo”.

Pineda recordó que sus padres luchaban para proteger su lengua pero en la escuela exigían que se hablara español. “Cuando se habla de inclusión se debe pensar en un verdadero reconocimiento, respeto, valorización, protección y acción. No basta con reconocer al otro. Aunque existen leyes en la realidad se necesitan recursos, porque tenemos la mala costumbre de comer”, expresión que arrancó risas en el lugar.

La poeta zapoteca concluyó que “la educación es el camino para aprender a ser incluyentes. Llevamos años sufriendo por defender nuestra lengua, cultura, tradiciones, territorio y recursos naturales”.

Perspectiva indígena

La tierra en la que hoy se encuentra México y Canadá ha estado habitada desde antes de que llegaran los europeos. Las identidades, estructuras comunitarias y sistemas de gobierno de los numerosos grupos indígenas en ambos países tienen poco en común con lo impuesto por los colonizadores.

Al respecto Yásnaya Aguilar, lingüista, escritora, traductora y activista de derechos humanos, expuso que en la actualidad los hablantes de lenguas indígenas no superan 6.5% de la población. Hace dos siglos el náhuatl, maya, mayo, tepehua, tepehuano y mixe eran mayoritarias.

“La inclusión e integración de los pueblos indígenas no avanza; más bien se ha convertido en un atractivo turístico por el lado del arte y la cultura. Estamos incluidos de manera asimétrica y esto hace que se perpetúe la pobreza. En México continúa el proceso de desindigenización, se siguen perdiendo las lenguas y las culturas”, advirtió.

Mientras Natalio Hernández, educador, poeta, ensayista y promotor de los derechos y las lenguas indígenas, expresó que “hemos sido señalados como ciudadanos de segunda. Tenemos la posibilidad de trascender de una visión paternalista a un reconocimiento del valor de los pueblos indígenas. Tenemos otro tipo de pensamiento. Estoy convencido de que los pueblos indígenas tienen un compromiso con la Tierra y el Universo”.

Es necesario que desde el seno familiar “todos los integrantes hablen y conversen sobre la importancia de la inclusión y la no discriminación; de esta forma se elimina la discriminación y estigma hacia los grupos vulnerables”, concluyó.