AMÉRICA LATINA PREOCUPA EN ESPAÑA

Hay quienes se preguntan si pronto en México podrían darse las protestas de Chile o de Bolivia.

Redacción
Política
Foto: Especial
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Por Claudia Luna Palencia

Aquí en Europa se habla de América como “las Américas”: son muchas aristas, una hidra con demasiados rostros donde viven los ricos más ricos del mundo y también muchos de los pobres más pobres del mundo. La región de los contrastes.

Organismos financieros regionales abordaron a Amériva Latina en diversos estudios como la eterna promesa de estabilidad que un día habría de llegar una vez que buena parte de los gobiernos de la región dejasen las dictaduras, los golpes de Estado y, en suma, la entronización en el poder que tanto daño ha hecho en las vértebras democráticas.

Daños consustanciales como los provocados por las recurrentes crisis derivadas de economías débiles, presas fáciles de especuladores, de saqueadores de divisas y de capitales; y con programas económicos con base en la ampliación de gastos con una creciente deuda interna pero fundamentalmente un terrible endeudamiento externo que a muchos países latinoamericanos metió en una recurrente sangría.

No saber gastar el presupuesto, sobreexcederse y sobreendeudarse fue una tónica que marcó la llamada “década perdida” que lastró a varias generaciones en América Latina en 1980 y que provocaría un decenio después el desembarco del neoliberalismo, las privatizaciones, las fusiones y el arribo del capital extranjero a los otrora sectores privilegiados y protegidos en manos del gobierno y del sector público.

IED

En las últimas tres décadas América Latina se ha convertido en un actor económico fundamental para los inversores europeos, esencialmente españoles, cuyos flujos se sitúan en los segundos de mayor relevancia después de los estadunidenses.

De acuerdo con el informe La Inversión Extranjera Directa en América Latina y el Caribe 2019 a escala mundial la IED reportó flujos por 1.3 billones de dólares el año pasado; mientras que en América Latina y el Caribe ingresaron flujos netos de IED por 184 mil 287 millones de dólares.

Se trató de una recuperación significativa tras cinco años de atonía en los que China además aprovechó para posicionarse regionalmente; así, EU, España y China son los principales inversores en la región.

Los cinco países con mayor atractivo para los inversores foráneos son: Brasil (48%), México (20%), Argentina (6%), Colombia (6%) y Panamá (4%), aunque también ha crecido en Ecuador y Perú.

La mayor parte del capital que ingresó en la región provino de Europa y de EU ya que Europa tiene una mayor presencia en el Cono Sur, principalmente en Brasil, donde representó 74% del origen del capital.

A la fecha EU sigue siendo el principal inversor en México y en Centroamérica y el capital español mantiene su presencia regional; de hecho para España la IED en América Latina es su principal destino.

Como lo explica el analista Alfredo Arahuetes, Latinoamérica ha logrado sostenerse como primer destino de los flujos netos por delante del resto del club europeo, EU y Canadá: “El fenómeno de la IED española en América Latina pone de relieve que un destacado grupo de empresas ha construido un elevado grado de interdependencia con un amplio número de países de la región”.

En esas consideraciones Latinoamérica preocupa y mucho al país ibérico, que sigue con denodada atención cada uno de los acontecimientos que en los últimos 18 meses han venido suscitándose en diversas naciones del caleidoscopio latino. Esto va más allá del grave panorama de Venezuela: la economía bolivariana cayó 52.3% el año pasado con una inflación de 130.060%, y ahora se extiende hacia otras naciones atenazadas por decisiones políticas que terminan siendo rechazadas violentamente por inquietas protestas ciudadanas.

Para Jesús González Nieto, director gerente del Mercado de Valores Latinoamericanos (Latibex), ante la actual inestabilidad política que rebrota en América Latina impera el conocimiento que ya se tiene acerca de la conducta de la región, “porque los inversores que allí están no son para 15 días” sino para permanecer “hacia el mediano y el largo plazo”.

Añade: “Hay una apuesta, llegas para quedarte… Sabemos que son economías muy desiguales. Por ejemplo Bolivia es un país maravilloso pero en términos económicos es insignificante para el inversor internacional”, afirma.

Recientemente en Madrid se llevó a cabo el vigésimo primer foro anual del Latibex en el parqué de Bolsas y Mercados Españoles (BME), al que Vértigo asistió, así como varios directores y ejecutivos de 40 empresas mexicanas, brasileñas, peruanas, colombianas, costarricenses y chilenas.

Durante la inauguración Javier Hernani, consejero delegado de BME, subrayó que “España es el punto de entrada en una región llena de oportunidades” y no siempre de fácil acceso por parte de los inversores europeos.

“BME está decidido a seguir jugando su papel de liderazgo en la fructífera e ilusionante tarea de hacer llegar la inversión a Latinoamérica y, a la vez, de ampliar la gama de oportunidades para quienes invierten allí desde este lado del Atlántico”, en opinión del directivo.

Los inversores ibéricos están presentes en México, Colombia, Chile, Venezuela, Costa Rica y Bolivia; y hay una alianza reciente con la Bolsa Mexicana de Valores para promover LED, una iniciativa conjunta para impulsar el negocio del Market Data en Latinoamérica.

Respecto de la emisión de deuda del sector corporativo no financiero de América Latina, Hernani destaca que ha crecido de modo significativo “multiplicando su saldo por cuatro” en esta década.

“Este crecimiento resulta especialmente importante en el caso de México, Brasil o Chile, que acumulan ya saldos de deuda corporativa emitida de entre 9 y 16% del PIB”, afirma el ejecutivo bursátil.

Y continúa en este sentido: “Las mayores bolsas de la región han alcanzado los nueve mil millones de dólares en emisiones de acciones en los nueve primeros meses de este año, 25% más que en 2018”.

Aprender de los riesgos

Latinoamérica es un escenario vivo que siempre sorprende: en los últimos dos años se han dado elecciones en países como México y Brasil, las dos economías más grandes de la región y con vínculos inversores fortísimos.

Ambas enfrentaron un cambio de gobierno y de orientación política: en la nación azteca, con el triunfo de Andrés Manuel López Obrador, un viraje al populismo de izquierdas; mientras en el país brasileño sucede un viraje hacia la ultraderecha con la visión de su nuevo presidente, Jair Bolsonaro.

Hasta la fecha México y Brasil permanecen ajenos a la oleada de protestas callejeras que atemorizan a otros países con consecuencias visibles en sus respectivos gobiernos: Ecuador, Colombia, Chile, Bolivia, Honduras, Argentina y Perú.

La semana pasada Bolsonaro suspendió la puesta en marcha de su programa de reforma administrativa y adelgazamiento del sector público para evitar un incendio social en las calles y quedar indemne de un efecto de contagio que ya sucedió en el mosaico de la Primavera Árabe y que vive virulento un angustiante Otoño Latinoamericano.

América Latina se ha salido de su zona de confort, afirma González Nieto, sobre todo después de las elecciones que se han dado en varios países y eso “genera inevitablemente una falta de continuidad”, ante lo que el ejecutivo de BME recomienda una rápida definición de las políticas tanto en México como en Brasil.

—Parece que otra vez vuelven los riesgos…

—Se está dentro de un sistema global que no funciona bien porque hay una guerra comercial entre EU y China que afecta al comercio exterior de la región; y si EU ralentiza le pega a México. Yo destacaría que más allá de la coyuntura el reto en la región sigue siendo la productividad.

Lamentablemente, puntualiza, “desde hace 50 años en términos proporcionales la renta per cápita de los latinoamericanos sigue estando en el mismo sitio que estaba en comparación con los norteamericanos, es decir, de 20 o 25%; no hemos conseguido que aumentase significativamente. El problema es que hay una brecha en la productividad… hay que invertir en infraestructuras, educación, tecnología e innovación”.

El reto actual, inquiere González Nieto, pasa por que América Latina refuerce su productividad tanto a mediano como a largo plazo, lo que le daría un empuje imprescindible.

La más reciente edición del Latibex ha estado dedicada a la sustentabilidad a fin de impulsar que la región mejore sus infraestructuras, hacerlas más competitivas y sostenibles.

“Los inversores deben poner su dinero en eso y deben desarrollar la financiación verde: esto va más allá de las energías renovables. Vemos que la inversión sostenible de las empresas latinas ha empezado un poco tarde; en Europa ya llevábamos siete años”, explica.

La primera emisión de bonos verdes en la región se registró en 2014. Desde entonces el ritmo ha sido creciente y empresas y organismos multilaterales de la región han emitido doce mil 600 millones de dólares en deuda sostenible; 44% de esta financiación se dedica a energías renovables. Según Climate Bonds Initiative en la primera mitad de 2019 se han emitido tres mil 600 millones de dólares, casi el doble que en todo el año anterior.

Reflectores en México

De forma particular, respecto de la cadencia de la economía mexicana, Delia Paredes, directora de Análisis Económico de Grupo Financiero Banorte, señala que es evidente la desaceleración del PIB azteca, afectado en parte por el efecto del primer año de una nueva administración y más aún por una serie de choques transitorios.

“El INEGI nos muestra con sus datos acumulados al tercer trimestre un crecimiento cero, pero para el año que viene estamos más constructivos. Obviamente ya no vamos a tener estos choques presentes y eso coadyuvará a que la economía pueda lograr tasas de crecimiento por encima de 1%”, argumenta la economista.

—Dicha desaceleración observada ¿es producto de la ralentización global o es más resultado de la situación política actual de México?

—Una combinación, básicamente, con estos choques que no se tenían previstos. El crecimiento en EU no ha sido tan fuerte como se esperaba en un primer momento. Nuestro escenario no es que vaya a suceder una recesión pronto en el mundo; habrá, eso sí, un periodo con un crecimiento global con cierta atonía y evidentemente algunas de las decisiones que se han tomado hacen que las inversiones se retrasen.

Las regiones, añade, “crecen por debajo de lo esperado. En China su PIB cerrará este año en 6%; la eurozona tendrá un crecimiento promedio de 1.8%; Alemania registrará también mucho menos de lo esperado y hasta EU, cuyo impulso fiscal comienza a diluirse, tendrá un PIB de 1.8%. En sí el mundo cerrará con un crecimiento cercano a 3 por ciento”.

Entendemos, expresa Paredes, que hay cierta inquietud porque por ejemplo en la región México y Brasil son las dos economías más grandes y significan 60% del PIB regional.

En este sentido Paredes recuerda la decisión prematura tomada por el gobierno del presidente López Obrador de cancelar el proyecto de la construcción del nuevo aeropuerto en Texcoco y actualmente el retraso en la ratificación del TMEC.

—A noviembre de 2019, ¿cuáles son las fortalezas de México para navegar en esta desaceleración?

—El sector manufacturero se ha mantenido bastante dinámico a pesar de la desaceleración que ha habido a nivel global. Vemos en todos los indicadores una contracción. Pero creo que el ciclo de desaceleración del sector manufacturero está llegando a su piso, aunque seguirá empujando a la economía, al igual que el consumo privado, que también ha sido un componente importante en el crecimiento.

—En cuanto a debilidades, ¿cuáles son?

—La inversión fija bruta ha estado muy débil, que es producción al fin y al cabo. Y eso establece las bases para el crecimiento en el mediano plazo.

—El presidente López Obrador cumple su primer año de gobierno…

—Hay poca incertidumbre ya que él ha hecho lo que prometió en campaña; eso sí, algunas de estas iniciativas han afectado a los mercados. En general, digamos que en el tema de la responsabilidad fiscal tanto el presupuesto de 2019 como el de 2020 muestran el compromiso que tiene con la estabilidad fiscal y sobre todo por mantener los fundamentales de la economía relativamente sólidos.

De la ratificación del TMEC, Paredes recuerda que solo el Senado mexicano lo ha ratificado. “Faltan EU y Canadá”. En la Unión Americana en estos momentos está atado al tema de las elecciones y al circuito político contaminado por el proceso de impeachment al presidente Donald Trump.

“No es tema de México. Esto va como la montaña rusa: una semana se avanza en una cosa y la otra sucede algo. Queda esperar, porque son los tiempos político-electorales en EU”, comenta convencida.

Por su parte Héctor Romero, CEO de Signum Research, puntualiza que México está ya en recesión producto de “una tormenta perfecta” que afecta a muchos países.

“Hay quienes se preguntan si pronto en México podrían darse las protestas de Chile o de Bolivia. No hay una respuesta certera pero vemos qué está sucediendo con Chile, que es la economía más avanzada de la región con una clase media más sólida”, inquiere el directivo.

Para Romero la lacra del pasado y de la actualidad se llama “populismo” y en México —refiere en presencia de importantes inversores españoles congregados en el Foro Latibex— el presidente López Obrador se define como un “populista moderado”.

La cabeza de Signum Research advierte de la sintomatología del sector de la construcción en México y critica abiertamente “las famosas mañaneras” del inquilino de Palacio Nacional, que “no hacen más que crear incertidumbre y darle ideas mal interpretadas a los tomadores de decisiones y agentes económicos”.

¿Habrá más descontento en América Latina? Juan Vázquez, economista líder para América Latina de la OCDE, recuerda que el problema es que hay una creciente indignación y miedo “porque hay una parte de la población que logró ascender a clase media” y ahora, tras las promesas económicas incumplidas, ve el peligro de retornar a la pobreza.

“Existe ese fenómeno, el de las clases medias vulnerables en la región; no hay que olvidar que mucha clase media está formada por personas que ganan entre 5.5 y 13 dólares al día; se sienten vulnerables ante reformas económicas que les exigen aportar más y ellos no pueden estirar sus ingresos; ellos no quieren caer al lugar de donde venían”, argumenta.

Vázquez rememora que es parte del eterno fenómeno que tiene atrapada a la región: “Una amplia mayoría tiene empleos informales, con salarios precarios, excluidos de la cobertura sanitaria, con poco acceso a la protección social y les ha costado demasiado acceder a la educación pública”.

La característica de las revueltas actuales es que dichas tensiones sociales se han extendido de países de rentas bajas a países de rentas altas. Allí están las expresiones, añade el economista, desde Chile hasta Francia. Y no se descarta que las protestas amainen en varios países para el próximo año.