EL REGRESO DEL MAESTRO FEDERER A MÉXICO

El tenista helvético es el mejor jugador que se haya visto hasta el momento.

Alejandro Zárate
Todo menos politica
Foto: Especial
Notimex

México se puso a los pies de Roger Federer, el tenista ganador de 20 Grand Slam, el que lo ha conquistado todo, el mejor de todos los tiempos: el suizo se presentó ante la afición mexicana y lo hizo ante más de 42 mil personas que se entregaron al maestro.

La última vez que Roger Federer jugó en suelo mexicano era tan solo un juvenil de 15 años. Sin su categoría actual tuvo que pelear por un lugar en el main draw del torneo Casablanca desde la qualy. Ahí, en las canchas de Satélite, le ganó a jugadores con mayor edad. Finalmente quedó fuera en segunda ronda para nunca más volver a jugar en suelo azteca.

Ahora, 23 años después, se presentó en la Plaza de Toros México. Se trató de un juego de exhibición pero poco le importó a los miles de aficionados que se dieron cita en el coso de Insurgentes, donde lo vieron vencer al alemán Alexander Zverev por 3-6, 6-4 y 6-1.

En el ocaso de su carrera dio pinceladas de su letal revés, su técnica depurada para hacer winners y su talento al momento de intercambiar tiros. El helvético se dejó consentir por una afición al deporte blanco que esperó un largo tiempo para tener la oportunidad de verlo jugar.

Roger, quien se ha presentado en los estadios más imponentes del mundo, nunca lo había hecho ante esta cantidad de personas. Los 42 mil 517 espectadores se convierten en el récord de asistencia en la historia para un partido de tenis. Esta marca deja atrás las 35 mil 681 personas que se dieron cita en el King Baudouin Stadium de Bélgica para ver a un combinado de estrellas locales ante estrellas mundiales en 2010.

Para dimensionar el aforo logrado el pasado 23 de noviembre: equivale a llenar dos veces el Arthur Ashe Stadium del US Open y casi tres veces la Court Philippe Chatrier de Roland Garros, el Rod Laver Arena del Australian Open y la Centre Court de Wimbledon, que son los estadios principales de los Grand Slam.

Euforia

Los monstruos deportivos siempre han llamado la atención en México. En su momento se congregó una gran cantidad de aficionados cuando se presentó Lionel Messi para un partido amistoso en 2011; o cuando la selección española de futbol realizó su primera aparición tras conquistar el Mundial de Sudáfrica 2010 en un partido amistoso en el Azteca; o cuando Tom Brady jugó también en el Coloso de Santa Úrsula en 2017.

Por más esfuerzos de Mextenis, la empresa que organiza el Abierto de México, nunca ha podido convencer a Roger de venir a jugar a Acapulco. Por muchos años el principal impedimento era la superficie ya que el torneo se celebraba en arcilla, una superficie que nunca le ha sentado bien al suizo.

Al cambiar a superficie dura el otro obstáculo invencible es el de coincidir con el torneo de Dubái ya que Federer lo tiene como prioridad en su calendario anual, aunado a que cuenta con una mejor bolsa.

El tenista helvético es el mejor jugador que se haya visto hasta el momento. Ha levantado Wimbledon en ocho ocasiones, la Copa Davis, un par de medallas olímpicas y un total de 103 trofeos de la ATP. A sus 38 años es posible que esta haya sido la única oportunidad de disfrutar de su juego en México, justificando la euforia despertada por sus fieles seguidores tricolores.