CIGARROS ELECTRÓNICOS, PROBLEMA SERIO DE SALUD

La mayoría de los fumadores que los utilizan con la intención de dejar los cigarros tradicionales se convierten en consumidores duales.

Lorena Ríos
Todo menos politica
Foto: Especial
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En México el mercado de cigarros electrónicos o vapeadores tuvo en 2018 un valor de entre once mil y 14 mil millones de dólares y se prevé ascenderá a entre 18 mil y 29 mil millones de dólares en los próximos cuatro años, lo que significará un incremento de 8 a 20 por ciento.

Organizaciones médicas y civiles afirman que estos dispositivos proveen tres veces más nicotina que un cigarro convencional, por lo cual exhortan al Poder Ejecutivo a que decrete medidas temporales emergentes para proteger a niños, adolescentes y jóvenes en tanto se reforma la Ley General para el Control del Tabaco, que deberá incluir medidas regulatorias.

Cada año mueren en el país más de 60 mil personas por enfermedades relacionadas con el tabaco. En menos de dos décadas el número de fumadores pasó de nueve millones a 15.6 millones y los más vulnerable son los menores, quienes se inician en la adicción a la nicotina desde los 13 años, de acuerdo con datos de la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco.

Daño pulmonar irreversible

Juan Zinser Sierra, médico oncólogo del Instituto Nacional de Cancerología y presidente del Consejo Mexicano contra el Tabaquismo, explica que los sistemas electrónicos de administración de tabaco y nicotina (cigarros electrónicos) se presentan por parte de la industria tabacalera como alternativas “para dejar de fumar” o como una forma de “administrar nicotina sin humo”. Sin embargo, advierte, ambas ideas son incorrectas.

Puntualiza que, por el contrario, “la mayoría de los fumadores que los utilizan con la intención de dejar los cigarros tradicionales se convierten en consumidores duales”. Además el pretendido “vapor en lugar de humo” también es falso ya que el vapor contiene partículas sólidas en suspensión, lo que constituye un aerosol.

Por otro lado los sistemas denominados “tabaco calentado, no quemado”, como IQOS, alcanzan una temperatura de 400 grados centígrados, “que genera cierto grado de combustión, por lo que no se puede llamar más que humo”.

El especialista critica el eslogan de la industria tabacalera en el sentido de que estos “nuevos productos” son 95% menos dañinos que el humo de tabaco. “Este número no tiene bases científicas: es totalmente arbitrario. Con el uso crónico es muy probable que las consecuencias sean mayores. Con el cigarro electrónico los fumadores consumen tres veces más nicotina que con un cigarro convencional, además de que utilizan saborizantes artificiales, de los que también se desconocen los ingredientes. Los pulmones están diseñados para respirar solo oxígeno”.

Zinser Sierra dice que en Estados Unidos el brote por daño pulmonar asociado al uso de los cigarros electrónicos, hasta el 14 de noviembre, generó dos mil 172 casos y 42 defunciones. De estos casos 14% se presenta en menores de 18 años y 79% en menores de 35 años. Estos datos son motivo de gran preocupación porque habitualmente a estas edades los fumadores de tabaco convencional no presentan síntomas respiratorios significativos: “Estamos ante unos sistemas electrónicos que no están regulados de manera estricta”, apunta.

Ausencia de la Cofepris

De igual forma Érick Antonio Ochoa, director de Salud Justa Mx, considera que la primera muerte en México relacionada con el uso de cigarro electrónico en San Luis Potosí debería encender las luces de alarma de todas las autoridades sanitarias.

“Es justo reconocer que no sabríamos de la muerte del joven de 18 años si la Secretaría de Salud no hubiera decretado un aviso epidemiológico a principios de octubre pasado, que a su vez fue precedido por una alerta del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER) a mediados de septiembre”, señala.

“Este joven murió engañado por la industria tabacalera”, agrega el representante de Salud Justa Mx, quien subraya que “exigimos a la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) que tome medidas contra la comercialización y la publicidad sin control de los dispositivos electrónicos de tabaco. Incluso si estas empresas estuvieran amparadas para vender sus productos la Ley General para el Control del Tabaco tiene disposiciones claras sobre la publicidad y promoción que la industria tabacalera no cumple”.

Denuncia que existe la comercialización de Vype, de la empresa British American Tobacco, que arrancó en mayo con 23 puntos de venta físicos, un sitio web y entregas por Rappi, a la cual se suma la comercialización de IQOS, de Philip Morris, con mil 329 puntos de venta físicos, más un sitio web. “Todos campean en la impunidad, con la omisión de la Cofepris”, asevera.

Medidas emergentes

Por su parte Juan Núñez Guadarrama, coordinador de la Coalición México Salud-Hable, destaca que la nicotina que contiene el tabaco es altamente adictiva, al grado de ser considerada por la Clasificación Internacional de Enfermedades de la Organización Mundial de la Salud (OMS) como causa de trastorno mental por dependencia a la nicotina; además ya se reconoce que el tabaquismo es uno de los cinco factores de riesgo, quizás el más lesivo, de las enfermedades no transmisibles, que ocasionan siete de cada diez decesos en el mundo y en el país.

Núñez Guadarrama indica que la Comisión Permanente del Congreso de la Unión ya pidió desde junio pasado a la Secretaría de Salud y a la Cofepris que se regulen los sistemas electrónicos de administración de nicotina y otros productos.

De igual forma se pide que diputados y senadores regulen de manera estricta dichos productos con apoyo de especialistas y lejos de los cabilderos que comercian con la salud.

Añade que se deben escuchar las voces que piden al Poder Ejecutivo decretar medidas emergentes, temporales, para proteger a las personas en lo que se da la esperada reforma a la Ley General para el Control del Tabaco, que deberá incluir con mucha precisión a dichos dispositivos.

No se debe pasar por alto que la Suprema Corte de Justicia de la Nación aseguró ya en cuatro ocasiones que tal prohibición es inconstitucional porque viola la norma del trato equitativo. De ahí que otorgó amparos en 2015 y 2017, así como dos más en 2019, concluyéndose que estos dispositivos deben permitirse bajo las mismas condiciones que los productos de tabaco.

En esa tesitura legisladores de Morena promueven que se permita el acceso a los fumadores a opciones más seguras y se establezcan candados legales efectivos para evitar el uso y acceso por parte de menores.

Y mientras que el debate regulatorio no ha avanzado el mercado negro se ha convertido en proveedor de cigarros electrónicos de forma indiscriminada.