ESTUDIAN ESPERMATOZOIDE PARA NUEVOS ANTICONCEPTIVOS

Se busca liberar a las mujeres de ser las únicas que se responsabilizan del control de la natalidad.

Redacción
Todo menos politica
Foto: Especial
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Científicos de distintas generaciones siempre han sido atraídos por la célula más fascinante y misteriosa del universo: el espermatozoide. De ella no solo magnetiza la conocida historia de la unión entre dos células cuyo concurso y diálogo da origen a la vida y por ende a la especie humana: de esta singular célula encanta reconocerla como la más pequeña de todo el cuerpo humano; por su forma peculiar ya que la mayoría son redondas; sin omitir su vibrante movimiento, la capacidad de nado y la particularidad de ser la única con función fuera del organismo donde se creó.

Además de diferenciarse por cabeza y flagelo en movimiento perpetuo los espermatozoides se producen de modo masivo. Tan solo en una eyaculación se encuentran más de 40 millones de estas células. De ahí que el espermatozoide es sujeto de renovado interés en la fisiología celular por su fundamental función.

A nivel global diversos grupos de investigación estudian la célula sexual. Por ejemplo, encabezado por los doctores Alberto Darszon, Takuya Nishigaki Shimizu y Claudia L. Treviño, en la UNAM el Consorcio de Fisiología del Espermatozoide del Instituto de Biotecnología concentra esfuerzos para entender cómo el espermatozoide es capaz de lograr su cometido final: alcanzar y fecundar al óvulo.

Precisamente en entrevista con Vértigo la doctora Claudia L. Treviño explica cómo desde la investigación básica se genera nuevo conocimiento sobre el espermatozoide y la fecundación porque interesa resolver distintos problemas, uno de ellos el de la infertilidad creciente en el mundo: 15% de las parejas presenta infertilidad.

En el otro extremo crece la necesidad de controlar embarazos no deseados y alternativas anticonceptivas para diferentes grupos de adolescentes y mujeres solteras.

Doctorada en Biología Molecular, considera que los avances y desarrollos tecnológicos contribuyen a cambiar paradigmas acerca del espermatozoide. “No se trata de experimentos mal hechos o conocimientos totalmente erróneos. Nada más veo limitaciones metodológicas y menos soporte tecnológico”.

El estudio de los espermatozoides humanos “presenta la dificultad de su movimiento imparable; cuando uno los pone al microscopio salen del aro progresivo y se van del campo de estudios. Entonces se acude a técnicas alternativas para poderlos pegar a una matriz en nuestro cubreobjetos. Estos se adhieren de la cabeza y el flagelo libre no deja de batir. Entender los parámetros que afectan su movilidad es clave para comprender cómo ocurre la fecundación”, comparte.

Comprometida con su disciplina subraya cómo “antes se extrapolaban datos del estatus de un ratón, caballo y conejo de laboratorio a humano. Hoy sabemos de las similitudes de las especies pero también de sus grandes diferencias. Por ello si queremos entender el proceso de fecundación en una especie hay que hacerlo con experimentos en esa especie”.

Recuerda a un colega estudioso del espermatozoide de murciélago interesado en la preservación de esa especie. Por él supo del murciélago y su peculiar apareamiento ya que el macho es fértil en un periodo del año y la hembra en otro. Las hembras guardan por meses los espermatozoides después de la cópula hasta que son fértiles. Para ella es interesante cómo sobreviven los espermatozoides del murciélago tantos meses y deduce que se trata de una experiencia extrapolable a otras especies o situaciones.

El caso del murciélago la lleva a pensar en los jóvenes con cáncer cuya exposición a quimioterapias pone en riesgo su fertilidad. Para tal situación le parecen idóneas las técnicas de conservación por congelamiento de espermatozoides; así los pacientes podrían atesorar sus células sexuales antes de someterse al tratamiento. De este modo asegurarían para el futuro la posibilidad de tener familia con espermatozoides en mejor estado.

Anticonceptivo para hombres

Para la investigadora “hay pocos anticonceptivos masculinos y se le carga la mano a la mujer con métodos de una fuerte carga hormonal y gran riesgo de efectos secundarios no deseables. La sociedad tendría que cambiar esa cultura favorable a los hombres, que deberían ser responsables de su paternidad en un mundo donde hay pruebas para demostrarlo”.

Por eso, entre otras innovaciones, en el Consorcio trabajan en el desarrollo de un método anticonceptivo reversible dirigido a los hombres, el primero de su tipo en el mundo.

Este anticonceptivo reversible no tendría una carga hormonal y se busca que al dejar de tomarlo el hombre pueda volver a ser fértil de forma inmediata y sin efectos secundarios.

Dice la especialista que el propósito de este proyecto es desarrollar un fármaco que tenga una efectividad por arriba de lo que hay en el mercado: más allá de 96 por ciento.

Con este fármaco se busca liberar a las mujeres de ser las únicas que se responsabilizan del control de la natalidad.

Actualmente existen dos métodos anticonceptivos masculinos: el condón y la vasectomía.

El anticonceptivo que desarrolla la UNAM bloquea el desplazamiento del espermatozoide, evitando que este llegue al óvulo. “Del punto donde el espermatozoide es eyaculado hasta el punto donde encuentra al óvulo hay un camino muy largo; entonces tiene que moverse utilizando su flagelo, batiéndolo fuertemente. Este compuesto inhibiría este batido e impediría que el espermatozoide nade la distancia necesaria para encontrar al óvulo; entonces no se encuentran y no hay fecundación”, expresa Treviño.

Para inmovilizar a los espermatozoides los investigadores de la UNAM estudian el veneno de animales ponzoñosos como serpientes, arañas y alacranes, entre otros. Y es que la propiedad de estos venenos se agregaría a la fórmula del anticonceptivo masculino.

La presentación de este anticonceptivo sería en parches o en pastillas. En cinco años aproximadamente podría estar al alcance del público.

De lograrse la inmovilidad del espermatozoide la doctora Treviño previene que no habría necesidad de anticonceptivos hormonales y podría estar indicado para mujeres y hombres.

¿Primer anticonceptivo masculino del mundo?

Desde Nueva Delhi el Consejo Indio de Investigación Médica confirmó que han completado con éxito las pruebas clínicas del primer anticonceptivo masculino inyectable del mundo.

Se trata de una vasectomía reversible consistente en inyectar un polímero en los conductos deferentes, el par de tubos musculares que llevan los espermatozoides ya maduros hasta la uretra antes de su expulsión al exterior. Todo esto con anestesia local y por un médico. Ese polímero fue desarrollado en la década de 1970 e inhibe la producción de esperma.

En principio el anticonceptivo es efectivo durante 13 años. Posteriormente comienza a perder su potencia. No obstante sobre el papel los efectos del polímero son neutralizables con otra inyección que descomponga el gel.

Sueño de un enorme sector de la industria farmacéutica sobre el anticonceptivo masculino, hay demasiadas dudas por resolver porque algunos investigadores de India consideran que los ensayos clínicos no proporcionan suficientes conclusiones sólidas.

Entre los inconvenientes se apunta lo que tarda la inyección en reducir la carga de espermatozoides (entre uno y seis meses) o las complicaciones que, sin ser efectos secundarios graves, se han dado en algunos participantes en el estudio (hinchazón, incomodidad y retención de líquidos en el escroto).