2020: PUNTO DE NO RETORNO PARA EL PLANETA

Según cifras de la FAO casi mil millones de personas padecen malnutrición.

Martha Mejía
Política
Foto: Especial
Foto: Especial

Uno de los errores en las finanzas que más perjudican es gastar más de lo que se tiene: lo mismo ocurre con los recursos que posee el planeta.

Hasta inicios de la década de 1970 la Tierra era capaz de proveer lo que la humanidad demandaba pero desde entonces la tasa de consumo se ha incrementado y ahora es significativamente mayor que la tasa de renovación del planeta, alcanzando el equivalente de 1.7 planetas Tierra.

De acuerdo con la organización ecologista WWF esta “deuda ecológica” solo se puede sostener durante un tiempo limitado antes de que los ecosistemas comiencen a “degradarse” hasta llegar al “colapso”.

De esta manera 2020 viene cargado de diversos retos ambientales y el mundo tiene muy poco tiempo antes de que ocurran peores modificaciones provocadas por el cambio climático y sus consecuencias.

Cómo enfrentarlo

Para enfrentar estos retos más de 25 mil personas de 200 países, entre ellas jefes de Estado o de Gobierno, líderes empresariales, científicos y activistas se dieron cita en la COP25 (Conferencia de las Partes de la Convención de Naciones Unidas sobre Cambio Climático) en Madrid, España.

La conferencia fue organizada por la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) y presidida por Chile, país donde estaba previsto celebrarse pero renunció debido a los disturbios sociales que se suscitan ahí. España aceptó su traslado a Madrid y los preparativos se realizaron en un tiempo récord.

La COP25 se considera la última oportunidad para poner en marcha medidas ambiciosas que afronten con determinación los objetivos más urgentes del Acuerdo de París sobre cambio climático, que debe comenzar a rendir frutos a partir de 2020.

Cuando las naciones firmaron el acuerdo en 2015 acordaron que las emisiones globales de Gases de Efecto Invernadero deben alcanzar su punto máximo durante el próximo año y luego comenzar a disminuir, o el mundo enfrentará daños desastrosos e irreversibles.

Bajo los escenarios actuales las emisiones deben caer 7.6% cada año en la próxima década. Esto requerirá que la mayoría de los países cumplan sus compromisos antes de la próxima reunión de la COP en Glasgow, Reino Unido, en noviembre próximo. Según la ONU si confiamos solo en los planes climáticos actuales se puede esperar que las temperaturas aumenten 3.2 grados este siglo.

En el marco de la COP25 António Guterres, secretario general de la ONU, indicó que los esfuerzos mundiales para detener el cambio climático han sido “completamente inadecuados” hasta el momento y existe el peligro de que el calentamiento global pase el “punto de no retorno”.

Advirtió: “Los doce meses por venir son los más cruciales. Es esencial que garanticemos compromisos nacionales más ambiciosos, particularmente de los principales emisores, para comenzar a reducir de inmediato las emisiones de Gases de Efecto Invernadero y alcanzar la neutralidad de carbono para 2050”.

Guterres señaló que al menos 100 mil millones de dólares deben estar disponibles para los países en desarrollo para la mitigación y la adaptación al cambio climático, así como para tener en cuenta sus “expectativas de tener los recursos necesarios para desarrollar la resiliencia y para la respuesta y recuperación ante desastres”.

Estados Unidos

Mención aparte merece la decisión del presidente Donald Trump de sacar a Estados Unidos del Acuerdo de París, lo cual significó un gran revés para los proyectos.

Estados Unidos es responsable de 13% de las emisiones globales, el segundo mayor emisor del mundo después de China.

De acuerdo con los especialistas la ausencia estadunidense significa que los otros grandes contaminadores del mundo tendrán que intensificar sus compromisos. Por ejemplo, pocos días después de que Estados Unidos se retiró del Acuerdo de París los presidentes de China, Xi Jinping, y de Francia, Emmanuel Macron, firmaron un pacto de nuevo compromiso.

Y a pesar de que Estados Unidos se retiró formalmente, en el marco del acuerdo el proceso de retirada no puede completarse hasta el 4 de noviembre de 2020, que ocurre un día después de las elecciones presidenciales en EU. Por ello diversos especialistas plantean que en caso de que Trump pierda un nuevo presidente podría reincorporarse al acuerdo.

Mientras eso sucede algunas ciudades y estados norteamericanos se han comprometido individualmente a cumplir el acuerdo.

México

En el caso de México, de acuerdo con Amparo Martínez, directora del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), el país reafirmará los compromisos asumidos.

“Hay preocupaciones acerca de qué tanto México y la región de América Latina seguirán adelante y quiénes se irán con Estados Unidos. La primera señal es que el país asiste con la posición de que avancen las definiciones sobre la implementación de acuerdos, analizar los nuevos instrumentos, como los mercados de carbono, y el impulso a la transparencia en el financiamiento”, dijo.

La meta de las Contribuciones Nacionales Determinadas de México prevé una reducción no condicionada de 22% de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero hacia 2030, además de una disminución de 51% de carbón negro.

Amparo Martínez agregó que se tiene que asegurar que los mecanismos de financiamiento internacional empiecen a funcionar. “México abogará por una revisión de los fondos del Medio Ambiente Mundial y del Verde para hacerlos más eficientes y balancearlos regionalmente”.

Alimentos y sobrepoblación

La población mundial crece rápidamente. De 1800 a 1900 aumentó casi 70%: de cerca de mil 650 millones de personas hoy somos alrededor de siete mil 500 millones y se espera que para final de siglo se llegue a una cifra entre nueve mil y once mil millones de personas.

Alimentar adecuadamente en calidad y cantidad a esta población resulta ser una misión colosal. Según cifras de la FAO casi mil millones de personas padecen malnutrición y 400 millones están crónicamente subnutridas.

Afrontar este reto requiere de muchos esfuerzos en campos muy diversos ya que no solo habrá que conseguir mayores producciones sino además mejorar su distribución y reducir las pérdidas considerables que se producen a lo largo del sistema alimentario.

El problema de la crisis alimentaria tiene varias vertientes. La primera es que todas las tierras secas presentan un peligro potencial de desertificación.

En este sentido José Antonio Ordóñez, académico del Tecnológico de Monterrey y especialista en cambio climático, comenta que la desertificación se debe principalmente a la variabilidad climática y las actividades no sostenibles del hombre.

“Con la desertificación disminuye la resistencia de las tierras ante la variabilidad climática natural, el suelo se vuelve menos productivo, la vegetación se deteriora, la degradación de tierras puede ocasionar inundaciones, y además se pone en peligro la producción de alimentos”, expresa el también director de la asociación civil Servicios Ambientales y Cambio Climático (SACC).

La segunda vertiente es que la agricultura es el mayor consumidor de agua a escala mundial, representando casi 70% de las extracciones en todo el orbe, aunque esta cifra varía considerablemente entre países.

Un tercer factor que conforma la crisis alimentaria es paradójicamente el desperdicio de alimentos. Al respecto José Gildardo López Tijerina, encargado de la dirección general del Centro de Estudios para el Desarrollo Rural Sustentable y la Soberanía Alimentaria (CEDRSSA) de la Cámara de Diputados, indica que actualmente en México existen 24 millones de personas que carecen de seguridad alimentaria. Por ello es necesario promover estrategias contra el desperdicio, que en muchas ocasiones se debe a la falta de información, mecanismos financieros, estándares sanitarios y fitosanitarios, tecnología e infraestructura para almacenar alimentos.

Aunado a las problemáticas anteriores la contaminación plástica en los océanos, los efectos del cambio climático, la degradación del hábitat y la sobrepesca afectan también la alimentación de millones de personas en todo el mundo.

“Con una población mundial que llegará a casi diez mil millones de personas en 2050 la tierra por sí sola no nos alimentará: necesitamos también la producción alimentaria de origen acuático. Pero debemos hacerlo sin comprometer la salud de los océanos y los ríos”, afirmó al respecto el director general de la FAO, Qu Dongyu.

Para contrarrestar la problemática propone tres soluciones: primero, reinvertir en programas de sostenibilidad marina y de agua dulce; segundo, invertir en el crecimiento de los océanos, y, por último, garantizar medidas de protección adecuadas para garantizar que el desperdicio alimentario en la industria pesquera sea menor.

Contaminación plástica

El plástico es un producto que para desaparecer requiere que pasen al menos 300 años. Se trata de un material cuyo uso se ha extendido pese a que se emplea en solo una ocasión.

De acuerdo con la Secretaría de Medio Ambiente de la Ciudad de México (Sedema), en el país cada día se generan doce mil 816 toneladas de residuos sólidos, un promedio de 1.4 kilogramos por persona.

Ante esta situación varios estados modifican sus legislaciones para prohibir o regular la distribución, entrega y disposición de estos materiales.

En entrevista la presidenta de la Comisión de Medio Ambiente del Congreso de la Ciudad de México, Alessandra Rojo de la Vega, explica que para la capital será a partir de diciembre de 2020 cuando quede prohibida la comercialización, distribución y entrega de bolsas de plástico, salvo que sean compostables.

Apunta que no se trata solo de una prohibición sino de un proceso paulatino que permitirá a las empresas modificar sus esquemas de producción y los elementos que utilizan para cada uno de sus productos.

Al respecto Jorge Treviño Aguado, director general de Ecoce, indica que una forma de enfrentar esta problemática es el manejo integral de cada uno de los residuos.

“Los envases y embalajes se tienen que recuperar y reciclar; los orgánicos biodigestar y generar energía eléctrica y recuperar gases; para todos aquellos inorgánicos de difícil recuperación, como pequeñas bolsitas o etiquetas, se tiene que buscar la recuperación energética de estos materiales ya que todavía tienen energía; asimismo deberán aparecer nuevas tecnologías para hacer el tratamiento de estos”, puntualiza.

Sin embargo, agrega, no todo se puede resolver mediante el reciclaje o con la economía circular. Apunta que la educación ambiental juega un papel fundamental en cualquier camino hacia la solución de esta problemática ya que “son las nuevas generaciones las que enfrentarán las consecuencias más graves de no realizar ninguna acción”.

Escasez de agua

De acuerdo con la ONU tres de cada diez personas en el mundo no tienen acceso a agua potable segura y la escasez de este recurso irá en aumento en paralelo con el crecimiento de la demanda y la intensificación de los efectos del cambio climático.

Se calcula que 700 millones de personas a escala mundial podrían verse forzadas a desplazarse de su lugar de origen debido a la escasez del líquido hacia 2030.

Manuel Perló Cohen, investigador del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, explica que el recurso hídrico escasea por diversas razones biológicas. Las más comunes son: falta de precipitaciones, sobreexplotación de acuíferos, aridez natural de la zona y, cada vez más, cambios extremos en el clima.

“Pero también por una mala gestión e inversión en infraestructura, contaminación y falta de cultura del agua”, dice.

Naciones Unidas fijó como objetivo para 2030 el acceso universal a agua asequible y limpia; no obstante en su más reciente informe sobre el tema se evidencia que aún hay mucho por hacer para lograr esa meta.

El informe señala a la discriminación, exclusión, marginación y desigualdades materiales como lastres en el progreso e indica que a pesar de los avances de los últimos 15 años, dos mil 100 millones de personas carecen de acceso a servicios seguros de agua potable y aproximadamente cuatro mil millones padecen una grave escasez durante al menos un mes al año.

Nabani Vera Tenorio, director de comunicación de Isla Urbana, empresa dedicada a proveer sistemas de captación de agua de lluvia, comenta que existen opciones para evitar escenarios apocalípticos como los que vivió Ciudad del Cabo, capital de Sudáfrica, cuando encendió la alarma en todo el mundo al anunciar que sería la primera ciudad en llegar al Día cero, el día sin agua.

Y es que la crisis en la capital y en otras ciudades del país pone a México como una de las naciones que enfrenta mayor estrés hídrico y consume más agua de la que se repone naturalmente, solo detrás de Chile en América Latina, según la organización World Resources Institute.

La primera opción consiste en introducir más restricciones sobre el uso del agua, como aumentar los precios e instalar aparatos que limiten el consumo a cuotas diarias de 50 litros por persona.

Una segunda propuesta incluye la construcción y mantenimiento de más plantas de desalinización. No obstante para alcanzar la sustentabilidad hídrica es necesario que la extracción del líquido de los mantos acuíferos sea menor a la recarga.

Una tercera propuesta es aprovechar el agua pluvial. Actualmente el gobierno de la Ciudad de México implementa el programa de Cosecha de lluvia para mejorar las condiciones de agua en las colonias más afectadas por la escasez hídrica.

El programa lo implementa la Secretaría de Medio Ambiente de la Ciudad de México, en colaboración con Isla Urbana. El objetivo es instalar diez mil sistemas de recolección de lluvia en el año y unos 100 mil durante los próximos seis años. El costo de cada uno es de aproximadamente 20 mil pesos, que son pagados por las autoridades.

Así entra el planeta a la nueva década: con muchos y urgentes problemas ecológicos que resolver. Ayudemos todos a que las soluciones sean posibles.

Qué es la COP

Es el órgano de decisión suprema de la Convención Marco de las Naciones Unidas Frente al Cambio Climático.

Significa Conferencia de las Partes: son 197 Partes que corresponden a los 196 países más la Unión Europea.

A la fecha se han realizado 25 COP.

En la COP3 (1997) se creó el Protocolo de Kyoto.

Y en la COP21 (2015) nació el Acuerdo de París.

Fuente: ONU