Los videojuegos van más allá de un simple medio de entretenimiento: suelen contar historias, abrir nuevos mundos, estimular la creatividad y los reflejos, pero sobre todo educan.
Simon Ceglarek, cofundador y director de una productora de juegos móviles enfocada en la sensibilización ecológica y la vinculación a iniciativas de impacto ambiental positivo, explica en entrevista los retos que implica crear, lanzar y competir en el mercado con videojuegos ecológicos: “Lo que hacemos es concientizar a la gente sobre temas ambientales mediante videojuegos móviles; utilizamos la diversión para captar la atención de las personas y sensibilizarlos sobre grandes problemáticas, como la clasificación de basura, la deforestación o la limpieza de los océanos, entre otros”.
—¿Cómo se creó el proyecto?
—Empezamos con la creación de una aplicación, hemos aprendido mucho de este proyecto y también nos permitió analizar lo que la gente quiere y necesita. Descubrimos rápidamente que los juegos de video son una forma de captar la atención de la gente y decidimos usar esta herramienta para algo útil, tanto para ellos como para su entorno.
Añade: “Pensamos que muchas personas que utilizan videojuegos tienen la sensación de perder: nuestra idea es transformar este sentimiento por uno de aportar algo”.
En México 85% de los millennials y de la Generación X juega en su teléfono y pasa en promedio 30 minutos en algún juego o aplicación. “Nosotros en PixPik Studio usamos ese tiempo y lo transformamos en algo útil. Teníamos un gran reto: lo primero era crear la primera comunidad de gamers con impacto ambiental, y eso implicaba crear alianzas con asociaciones y generar un impacto concreto. También queríamos usar nuestros juegos, más allá de la diversión, como herramienta de comunicación: creamos esa herramienta a la medida para las empresas”.
El joven emprendedor explica que los juegos desarrollados por la productora pueden ser descargados por medio de las App stores y una parte de la ganancia obtenida se invierte en eventos ambientales como limpieza de playas, de océanos o reforestación.
—¿Con qué organizaciones han tenido oportunidad de trabajar?
—Hemos hecho un juego para Trees for the Future, que es una asociación que planta árboles alrededor del mundo. Les hicimos un juego donde se tiene que plantar un árbol. El objetivo es que el árbol sea lo más alto posible. Este juego está disponible en el sitio web de la asociación.
—¿Cuántas personas están involucradas en este proyecto?
—Actualmente somos cuatro desarrolladores. Nos conocimos trabajando en la misma empresa hace un par de años; vimos que teníamos el mismo objetivo: crear nuestros propios juegos y generar impacto mediante ellos.
—¿Existe alguna aplicación similar?, ¿en qué se inspiraron?, ¿cómo fue la investigación que hicieron en este mercado?
—Nos inspiramos en los juegos que la gente utiliza de forma masiva pero que al final “no sirven de nada”,fuera de la diversión. Existen algunos juegos ambientales pero están muy enfocados a niños únicamente; son muy educativos pero no generan el impacto que nosotros queremos. Nuestros usuarios sí generan un impacto real en su entorno, porque una parte de nuestras ganancias se invierte en la creación de diversas causas ambientales. Por esa razón somos el primer desarrollador en el mundo de videojuegos con una causa ambiental.
—¿Cuántas descargas tienen al mes y cuánto cuesta?
—Nuestros juegos son totalmente gratuitos. Incluyen microcompras entre ellos y publicidades para ciertos juegos. Actualmente tenemos 35 mil descargas. Pero también nuestros usuarios pueden jugar sin tener que descargar la App, por medio de páginas web.
Disponibilidad
—¿En qué plataformas están disponibles?
—Los juegos web se pueden jugar en cualquier dispositivo móvil con un navegador de internet; puede ser un teléfono, una tableta o un ordenador. Nuestro primer juego aplicativo se llama Dumpster Panic: en él hay que salvar el planeta por medio de la separación de la basura y está disponible para ambas plataformas, tanto iOS como Android.
—¿Cómo se encuentra México en cuanto a la creación de videojuegos con esta finalidad?
—En México hay una gran comunidad de desarrolladores de juegos de video, tanto para consolas como para móviles. Hay una asociación que se llama Video Juegos México que trata de apoyar a sus desarrolladores. A nivel de desarrolladores educativos pensamos que hay una sensación de aburrimiento; es decir, no son muy interactivos o llamativos, no han generado el impacto que deberían tener; otros simplemente están muy enfocados a la diversión.
—¿Cómo es competir con grandes desarrolladores de videojuegos?
—Eso es muy complicado porque hoy hay grandes desarrolladores, no solo de México sino de todo el mundo. Y en las App store no importa si eres de México, de Estados Unidos o de China. Entonces esa es la dificultad, aunque digamos que están más democratizados. Justamente por eso creamos juegos a la medida para nuestros clientes: esto permite ubicarnos en otro camino que el de los desarrolladores tradicionales.
—¿Qué es a la medida?
—Hacemos juegos para empresas que tienen necesidades diferentes. Algunas, por ejemplo, tienen la necesidad de sensibilizar a sus empleados; otras, de canalizar las acciones ambientales que ya realizan; hay las que desean sensibilizar a sus clientes o demostrar que tienen un alto grado de responsabilidad social. Nosotros nos adaptamos a esas necesidades y les creamos el juego según lo que necesitan.
Simon Ceglarek agrega que para 2030 planean establecer la primera comunidad de gamers con impacto socioambiental a escala mundial.
“Nuestro objetivo es que esa comunidad use la diversión para lograr: educación ambiental para todos; ciudades y comunidades sostenibles, y consumo responsable. Para ello en 2020 planeamos crear más proyectos, más juegos hechos a la medida para empresas, crear una comunidad de diez mil jugadores que generen un impacto ambiental y para ellos tenemos 15 alianzas con asociaciones ambientales. Por el momento los invito a descargar nuestro primer juego Green, que se llama Dumpster Panic”.