Dentro de la permanente actualización de las Fuerzas Armadas la participación en situaciones de conflicto o de estabilización en el mundo en acciones coordinadas por las Naciones Unidas implica un papel preponderante en general respecto de la política exterior y diplomacia de nuestro país.
De ahí la importancia del nuevo Centro de Entrenamiento Conjunto de Operaciones de Paz de México (Cecopam), cuya inauguración se realizará el próximo día 8, en una ceremonia que encabezará el presidente de la República y comandante supremo de las Fuerzas Armadas, Andrés Manuel López Obrador.
La determinación para proyectar los intereses nacionales de México requiere de medidas como la adoptada para contar con un Centro de Adiestramiento donde incluso pueda instruirse personal militar y de seguridad de otros países.
Las misiones de paz, oficialmente conocidas como Operaciones de Mantenimiento de la Paz, son un recurso de la comunidad internacional y de la ONU en particular para incidir de forma positiva en la recuperación de las condiciones previas a la manifestación de un conflicto armado en cualquier parte del mundo.
Por el momento México cuenta con presencia de observadores en varias latitudes, pero con la puesta en marcha del Cecopam nuestro país incrementará de forma notable las capacidades y recursos humanos para colaborar de forma decidida en escenarios de peligro para el personal desplegado.
Para la Secretaría de la Defensa Nacional y su titular, el general secretario Luis Cresencio Sandoval, y para las tres ramas de las Fuerzas Armadas, se trata de un paso decisivo para consolidar la voz del país, así como una determinación que va en proporción de los recursos dinerarios que se destinan desde las arcas del gobierno mexicano al fondo de las Operaciones de Mantenimiento de la Paz, que administra la misma ONU.
Presencia
Junto con la creación del Cecopam se da un ajuste y actualización indispensables en la doctrina y pensamiento militares de México.
En efecto, la forma en que se diversifica la agenda y crece el número de antagonismos, tanto de las Fuerzas Armadas en el mundo como del Estado en general, muestra que al ingresar nuestro país de manera más decidida y a fondo en las OMP aumenta en grado proporcional la necesidad de cubrir un área que si bien ya existía ahora crece de manera notable, como lo es la presencia en escenarios de conflicto y violencia.
La presencia de México en labores de apoyo y/o recuperación de la paz y la seguridad en cualquier parte del mundo va de la mano de los aspectos que caracterizan a las relaciones internacionales, sobre todo en lo que corresponde a la interdependencia y complejidad de los fenómenos contemporáneos que pueden alterar de forma grave la estabilidad de sociedades completas.
Bajo esta premisa es que las nuevas instalaciones atraerán, de manera lógica, la atención de organismos multilaterales y de varias naciones en el mundo. Nuestro país se coloca, por lo tanto, a la vanguardia de aquellos cuyos gobiernos se encuentran identificados con la paz.
No debe perderse de vista que tanto el personal civil como el militar que sea capacitado en la nuevas instalaciones de la Secretaría de la Defensa Nacional representa un axioma de la filosofía de la guerra y de la profesión de las armas: contar con los recursos humanos y los equipos necesarios para recuperar e incluso imponer la paz. Se trata de una clara evidencia respecto del papel que México está llamado a desempeñar.
Contar con el Centro de Entrenamiento Conjunto de Operaciones de Paz de México, sin duda, se trata de una buena noticia y una mejor decisión.