MERCADO NEGRO, RIESGO PARA LA EXISTENCIA DEL JAGUAR

El jaguar vive en 18 de los 21 países latinoamericanos y, de acuerdo con la UICN, solo quedan 64 mil ejemplares en vida silvestre.

Martha Mejía
Bienestar
Foto: Especial
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Colmillos, huesos y pieles de jaguar, valuados entre diez y 15 mil dólares, se venden en el comercio ilegal chino: es una de las principales causas por las que México cuenta con una de las poblaciones más amenazadas y su conservación, advierten expertos, es altamente prioritaria.

Rodrigo Medellín Legorreta, investigador del Instituto de Ecología de la UNAM, indica que el mercado chino ya acabó con las poblaciones de tigre, leopardo y león. Añade que ahora va por los “gatos” grandes del continente americano, comenzando por el jaguar.

Relata que esta situación comenzó hace tres años en Bolivia, se extendió a Perú, las Guayanas y Belice, pero este año alcanzó a México.

Y dice que tenemos ya la primera evidencia: “Este año, más o menos en mayo, uno de mis grupos que monitorean la actividad de jaguares en la Selva Lacandona me informó un lamentable suceso; había un jaguar al que nosotros le habíamos dado seguimiento durante tres años y al que habíamos puesto como nombre Pacman, porque tenía un mancha con esta forma; lo encontraron sin cabeza y sin garras, lo que nos indica que el comercio ilegal, lamentablemente, ya nos alcanzó”.

Indica que los dientes de este felino se utilizan para joyería, mientras que los huesos se usan para medicina china y con las pieles se hacen ropa o alfombras.

Otras causas

El jaguar es el felino más grande de América y el tercero en el mundo, después del león y el tigre. Habita desde lugares casi desérticos hasta selvas tropicales, como el Amazonas.

En México esta especie se distribuye desde las selvas tropicales del sudeste hasta el Río Bravo y de la Sierra Madre Occidental de la costa del Pacífico hasta los límites con Belice y Guatemala.

Gerardo Ceballos, presidente de Alianza Nacional para la Conservación del Jaguar (ANCJ), señala que otra de las principales amenazas es la cacería por conflicto, es decir, los jaguares depredan al ganado de las comunidades, por lo que estas se ven forzadas a cazar al ejemplar a pesar de que saben que está prohibido y es un delito federal.

“El centro de este conflicto es el consumo de ganado por el jaguar, provocando que los pequeños grupos de felinos que aún sobreviven sean sometidos a una persecución y finalmente a la muerte”, alerta.

El investigador apunta que la destrucción del hábitat es otra de las causas de la extinción de la especie, ya que al cambiar el uso del suelo de área natural por una zona de agricultura o ganadería extensiva el jaguar que vive en esos ecosistemas, al no tener más presas naturales disponibles, como el venado cola blanca y el pecarí de collar, para comer busca satisfacer sus necesidades básicas depredando ganado.

“Es decir, la ganadería le proporciona nuevas presas y una nueva forma de satisfacer sus necesidades”, explica.

¿Qué hacer?

De acuerdo con los especialistas, a pesar de que México ha hecho importantes avances en la conservación de la especie posicionándose al frente de otros países de la región, aún hay mucho trabajo por hacer.

Una de sus principales solicitudes —que ha hecho en conjunto la academia y diversas ONG— al gobierno federal es evitar la reducción del presupuesto para fondos ambientales, puesto que se usa para la preservación de hábitats y conservación de especies.

Al respecto, Gerardo Ceballos destaca que el tema ambiental es de seguridad nacional. “El recorte representa que podemos perder bienestar a corto, mediano y largo plazo; no hay manera de tener mayor bienestar si seguimos perdiendo flora y fauna”.

Detalla que desde enero establecieron un convenio con Fonatur para desarrollar una estrategia de protección al felino en la península de Yucatán, donde habita la mayor población de jaguares en México y se prevé la construcción del Tren Maya.

“Hay el inicio de una invasión de este mercado ilegal de dientes, hueso, pieles y garras de jaguar en México. Y solamente un trabajo con la colaboración internacional los dueños de la tierra y autoridades en el país puede ser la única manera en que detengamos este avance tan terrible”, puntualiza.

Entre las líneas de acción que proponen está la ampliación de la reserva de la biosfera de Calakmul, trabajar en colaboración con la Guardia Nacional para frenar la tala ilegal de maderas preciosas, así como establecer pasos de fauna que mitiguen los impactos donde se construirá la vía férrea.

“Este año hemos avanzado en hacer estudios más completos de cuántos pasos de fauna se necesitan no solo para mitigar el impacto del Tren Maya, sino el de las carreteras que ya existen. Tenemos información precisa sobre dónde deben ir; se tienen dos objetivos: uno es mantener y vincular los corredores biológicos, y el otro, conservar las reservas como Calakmul, que en este momento se divide en dos por una carretera federal y la idea es que con esto podamos restaurarla”, indica el también investigador de la UNAM.

Proyecto

Como parte de los programas aliados en la conservación de la especie, la organización Naturalia AC busca replicar a través de Operación jaguar su experiencia en la creación y manejo de la Reserva Jaguar del Norte —primera reserva privada que protege a la especie y su hábitat en México—, ubicada en Sonora.

Su director, Óscar Moctezuma, explica que este modelo ha logrado que el hábitat de muchas especies se mantenga bajo la bandera de conservación del jaguar, asegurándose así la continuidad de los procesos ecológicos y los servicios ambientales que proveen los ecosistemas nativos de México.

La primera reserva creada bajo la estrategia de Operación jaguar se estableció este año por parte de Naturalia en Sonora, con apoyo de la organización World Land Trust, del Reino Unido. Naturalia pretende crear al menos dos nuevas reservas, una en Nayarit y otra en Quintana Roo.

El jaguar vive en 18 de los 21 países latinoamericanos y, de acuerdo con la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), “solo quedan 64 mil ejemplares en vida silvestre”, 90% de ellos en la Amazonía. Es debido a esto que las medidas de cuidado y preservación son importantes en el país.