EXTREMAS EMOCIONES

“La intensidad es sumamente importante para crear una vida con sentido”.  

Daniela Suárez
Columnas
Foto: Especial
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Todo aprendizaje tiene una base emocional.

Platón

Empieza un nuevo año y nos vemos envueltos en listas plagadas de propósitos y objetivos que deseamos cumplir antes de que termine 2020. Llenamos hojas de papel con ideas y quizás hasta grabemos videos de nosotros mismos enlistando lo que planeamos hacer en este año que apenas inicia. Hay quienes decidimos inscribirnos al gimnasio o desempolvar la elíptica que tenemos guardada en la bodega. Tal vez pensemos en hacer el viaje de nuestros sueños o en “ahora sí” renunciar al trabajo que ya no nos agrada.

Puede ser que también nos propongamos dejar atrás a personas con las que ya no tenemos nada que ver y nuestro propósito sea abrir espacio en nuestras agendas para convivir con gente nueva.

Sin importar de qué índole sean nuestros propósitos es muy probable que entre nuestra lista se encuentren aquellos plagados de una conocida sensación de hacer de este año uno inolvidable.

Para hacer de este 2020 un año inolvidable es probable que nos cuestionemos aquellas cosas que nos hacen felices y hasta busquemos el sentido de nuestras vidas. Y ¿qué es eso que nos da sentido? ¿Es algo positivo o algo negativo? A decir verdad, normalmente calificamos cualquier experiencia que tenemos bajo el rubro de positiva o negativa. Frecuentemente creemos que las experiencias positivas son únicamente las que nos dan sentido de vida. Sin embargo resulta que también las experiencias negativas aportan a que encontremos un sentido.

Extremos

De acuerdo con un estudio realizado por Brock Bastian y Sean Murphy, de la escuela Melbourne School of Psychological Science, no es cómo calificamos a las experiencias sino el valor emocional que nos aportan lo que es importante para encontrar el sentido.

En la investigación publicada en el Journal of Positive Psychology los autores realizaron tres estudios donde reportaron los eventos más significativos en la vida de las personas, los clasificaron dentro de un espectro emocional y midieron el sentido de estas experiencias. Al hacer el contraste entre los eventos positivos y negativos encontraron que los más significativos eran los más extremos, es decir, las eventualidades extremadamente placenteras o las extremadamente dolorosas.

Los expertos revisaron las cualidades de los eventos para poder explicar el impacto emocional que tuvieron los extremos para encontrar el sentido. Hallaron que los eventos extremos generalmente tenían más sentido por la intensidad emocional y la contemplación que generaban en los participantes. Constantemente hallaron que los eventos tanto negativos como positivos incentivaban a las personas a contemplar más lo sucedido. Con estos resultados los investigadores concluyeron que la intensidad es sumamente importante para crear una vida con sentido. Explicaron que esto tiene que ver con una perspectiva de identidad narrativa, nuestra historia de vida y el sentido de quienes somos es una selección construida cuidadosamente a base de eventos significativos durante nuestras vidas.

Aquellos que clasificamos como más dignos de ser contados o recordados generalmente son los más intensos. “La mayor contemplación asociada con experiencias intensas puede aumentar la probabilidad de que consideremos tales eventos como autodefinitorios”, comentan.

A pesar de que este estudio es preliminar considero que sus hallazgos son interesantes y coincido con que tendemos a recordar los momentos más intensos porque inconscientemente los ligamos a aquello que más anhelamos. ¿Y tú qué deseas este año?