LA TEORÍA MONETARIA MODERNA

Una carta blanca para que los políticos lancen por la borda su ya modesta disciplina presupuestaria.

Guillermo Fárber
Columnas
Foto: Especial
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La “teoría monetaria moderna” supuestamente es una teoría macroeconómica heterodoxa; en realidad es una herejía utilizada para avanzar los principios económicos del “todo gratis” y el Estado omnipotente.

Esta teoría se ve como una evolución del chartalismo (concepto merecedor de un estudio aparte).

Sus partidarios argumentan que el gobierno debería usar la política fiscal para lograr el pleno empleo, creando un nuevo dinero para financiar las compras del gobierno. Según ellos el principal riesgo una vez que la economía alcanza el pleno empleo es la inflación, que se puede combatir aumentando los impuestos y emitiendo bonos para eliminar el exceso de dinero del sistema.

“Pero tal escenario ideal nunca se alcanza. Es una extensión del esquema keynesiano, que ha fracasado en la práctica. Las deudas aumentan incluso en los mejores tiempos. Existe un estado de desempleo permanente. La ‘moderna’ es un dogma de utopía socialista destructivo y sin sentido que afirma que un gobierno que puede crear su propio dinero tiene todo por ganar y nada que perder.

“No se puede incumplir con la deuda denominada en su propia moneda. Puede pagar bienes, servicios y activos financieros sin la necesidad de cobrar impuestos o emitir deuda. Está limitado en su creación de dinero y en las compras por inflación, que se aceleran una vez que los recursos económicos (el trabajo y el capital) de la economía se utilizan a pleno empleo. Puede controlar la inflación de la demanda mediante impuestos y la emisión de bonos, que elimina el exceso de dinero de la circulación, aunque la voluntad política para hacerlo no siempre existe. No necesita competir con el sector privado por los escasos ahorros mediante la emisión de bonos”.

Un lunch gratis

“En resumen la deuda pública y los déficit presupuestarios no son un problema. El banco central o el Tesoro siempre pueden proporcionar liquidez adicional; un Estado nunca podría estar demasiado endeudado o sin liquidez en su propia moneda. Como emisores de dinero fiduciario los Estados son, en opinión de los defensores de MMT, solventes de manera ilimitada. Los recursos reales, como la mano de obra, pueden ser activados por el Estado, creando una demanda adicional con el dinero recién emitido.

“Este enfoque es una carta blanca para que los políticos lancen por la borda su ya modesta disciplina presupuestaria, porque permite que el Estado sea financiado permanentemente por el banco central. Pero la teoría no es realmente ‘moderna’, porque la financiación directa del Estado por medio de la imprenta ya se implementó en la República de Weimar y terminó de manera catastrófica.

“En EU estas ideas gozan hoy de gran popularidad. Un ejemplo es el ‘Green New Deal’ que exige desembolsos socialistas masivos. Otros quieren financiar un ingreso básico incondicional, inversiones masivas en infraestructura o recortes de impuestos significativos. En contraste con la flexibilización cuantitativa esta teoría prevé un efecto mucho más directo sobre la tasa de inflación”.

Tomado del Hat Trick Letter de diciembre 2019, de Jim Willie.