EL PRESIDENTE Y LAS MUJERES FURIOSAS

Que ellas lleven la reunión y sugieran acciones para todos los estados del país, porque es un tema nacional.

Redacción
Foto: Especial
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Por Katia D’Artigues

Se ha creado un movimiento de mujeres furiosas (con razones). Habrá un antes y un después de esta primera quincena de febrero. Algo mayor se gesta después del atroz feminicidio de Ingrid Escamilla; de la desaparición y homicidio con saña de una niña de siete años como Fátima Cecilia.

En esta columna doy una opinión y una serie de propuestas. En toda crisis hay una oportunidad.

El decálogo, el neoliberalismo… sí, pero no

No han sido los mejores días de las conferencias mañaneras. Andrés Manuel López Obrador, quien es un mago para darle la vuelta al discurso y leer el ánimo social, cuando se molesta o se siente muy criticado, pierde.

No alcanzo a comprender por qué un hombre sensible, quien ha viajado por todo el país y escuchado el dolor de sus habitantes muchas veces, se sienta tan interpelado por ciertas víctimas. Algún resorte habrá.

El decálogo que de manera improvisada hizo en una mañanera la semana pasada fue muy criticado. Si bien es un presidente muy poderoso, cuya palabra tiene un peso importante, en este caso se necesitan acciones y responsables claros. Ese discurso, tornado después infografía que divulgaron por redes sociales todos los funcionarios públicos, no tenía ni una.

A un año y casi tres meses de gobierno suena vacío acusar al “neoliberalismo” de lo que pasa, aunque por supuesto que hay elementos de erosión social que se dieron durante esa época. Estamos ante un paciente ensangrentado que necesita terapia intensiva (acciones) y no la promesa de que algún día esto mejorará (la purificación social llevará muchos años).

Más porque a un año y tres meses de esta administración ya hay cifras de que el feminicidio ha crecido. Aunque es un tema también de los estados, ¿por qué se centra todo en AMLO? Bueno, en este país se ha reforzado la creencia de que el presidente todo lo puede… pero ahora esto no le ayuda a él tampoco.

Algunas propuestas

No basta “decretar” que la 4T es feminista si no se escucha a las mujeres. A todas porque, además, no hay una sola voz.

El presidente, porque es un ser humano, no sabe de todo. No es la Encyclopædia Britannica (millennial que me lees: era una enciclopedia muy famosa). La crítica no es siempre antagonismo sino demanda de mejoría.

AMLO tiene, de entrada, un gabinete paritario, mujeres feministas de larga data en Morena o en el gabinete ampliado: ojalá las escuche y, si quiere, luego a las demás. Las demandas son legítimas.

Son ellas, somos nosotras, las mujeres, las que tenemos el contexto de lo que ha pasado a lo largo de los años, las que lo han vivido, padecido, sufrido. Pasa lo mismo en la UNAM: hay que escuchar a las alumnas y a las maestras.

Se me ocurren algunas cosas que podría hacer (con intención de apoyar):

una conferencia mañanera de puras secretarias de Estado e integrantes del gabinete ampliado. Usted le da la palabra a ellas, tras hacer eco —si quiere solo mencionar— que escucha el enojo. Ya si se ata simbólicamente un paliacate morado, pues mejor. Ellas expondrán el plan de trabajo que ya están preparando desde esta semana en Gobernación.

Una reunión urgente de la Conago donde esté flanqueado por las dos únicas titulares de Ejecutivo del país: Claudia Sheinbaum (claro que a su izquierda) y Claudia Pavlovich. Que ellas lleven la reunión y sugieran acciones para todos los estados del país, porque es un tema nacional.

Otra mesa con mujeres ministerios públicos, juezas, magistradas y autoridades del DIF que son muchas veces las primeras que reciben denuncias extraoficiales de violencia intrafamiliar que suele escalar. Que se propongan medidas para combatir la impunidad de 98 por ciento.

Tras escuchar, designe más presupuesto para implementar las muchas acciones que surgirán de y con las mujeres. Ya sabrá usted cómo hacerlo. Hasta alguna rifa o venta de algo en posesión del Instituto para Devolverle al Pueblo lo Robado funcionaría muy bien.

La ocasión es propicia, también, por la cercanía del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer. Para el lunes 9 está circulando la iniciativa de #UnDíaSinMujeres, un paro nacional: que desaparezcamos voluntariamente de los trabajos, escuelas, comercios. Me sumaré.