México vive una indignación generalizada por los feminicidios y ataques a niñas. En los últimos meses Abril, Ingrid, Fátima y Verónica se han convertido en los rostros de la violencia contra las mujeres y niñas: ya no son parte del anonimato de las estadísticas sino que tienen nombre e historia, son parte de las diez mujeres que pierden la vida cada 24 horas en el país a causa de esa violencia, la cual persiste ante la indiferencia social e institucional, pero más que nada por la impunidad.
Las causas de la violencia hacia las mujeres son diversas y complejas. Los feminicidios tienen origen en una cultura de violencia contra la mujer, de la idea de que el hombre tiene derecho de hacer lo que quiera con el cuerpo y la vida de una mujer.
“El feminicidio no es fácil de erradicar. Surge en parte de una cultura machista que enseña a los niños que tienen más derechos que las mujeres. Pero lo más importante es acabar con la impunidad. Si más de 90% de los homicidios queda impune nunca podremos frenar la violencia”, señala el analista político y periodista Sergio Sarmiento.
En ese sentido agrega que el presidente Andrés Manuel López Obrador no es culpable de los feminicidios, si acaso se le puede cuestionar por la falta de sensibilidad con que reacciona frente al tema, el cual lo incomodó y por ello responsabilizó al neoliberalismo, por lo que el asunto se politizó.
Además el mandatario pidió a las mujeres encapuchadas que “no nos pinten las paredes y las puertas” del Palacio Nacional, porque “estamos trabajando para que no haya feminicidios”. Dijo que “no somos simuladores y no esperen que nosotros actuemos como represores, que no nos confundan”.
Y la reacción de la jefa del Gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum, fue en el mismo tono: “Ahorita no”, cuando se le pidió opinar del tema.
La reacción vino de inmediato: grupos de mujeres protestaron afuera de Palacio Nacional con pintas y quema de papeles, donde destacó la frase “¿Cuánto cuesta el cachito para evitar los feminicidios?” Ahora se preparan para llevar a cabo un paro nacional de mujeres el próximo 9 de marzo con el #UnDíaSinMujeres y #UnDíaSinNosotras, para protestar contra la violencia e impunidad, así como exigir la creación de una Fiscalía Especializada en Feminicidios.
Lo cierto es que “la principal responsabilidad del Estado es proteger a los ciudadanos de agresiones y robos. Las elevadas cifras de homicidios en el país son reflejo de un fracaso en esta tarea en todos los niveles de gobierno. Los seres más desprotegidos son las mujeres y los niños, y son los que el Estado tiene mayor obligación de proteger; por eso irritan tanto los feminicidios y los ataques a las niñas”, resalta Sarmiento.
Vivir y sobrevivir
La violencia contra las mujeres representa el derecho más violado en todo el mundo, lo que afecta por lo menos a mil millones de féminas. Se estima que más de 35% de las mujeres que viven alrededor del mundo experimenta violencia física y/o sexual por parte de su pareja, u otro hombre, según estadísticas del International Center for Research on Women.
México, donde 51% de la población son mujeres, vive una oleada de violencia sin precedente, aunque el origen del término de feminicidios se remonta a los homicidios ocurridos en 1989, fecha en que aumentó la violencia contra las mujeres en Ciudad Juárez, Chihuahua. Este delito no ha dejado de incrementarse desde 2015, año en que se abrieron 411 carpetas por feminicidio; para 2016 la cifra subió a 602; a 741 para 2017; a 891 en 2018 y a 976 en 2019, por lo que este se convirtió en el año más inseguro para las mujeres, de acuerdo con cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
La situación en la Ciudad de México no es diferente. El feminicidio alcanzó su tasa máxima histórica en 2019 al integrarse 68 carpetas de investigación, un crecimiento de 60% respecto de 2018, ubicándose en el onceavo lugar en el país, al escalar siete posiciones, informó el director general del Observatorio Nacional Ciudadano de Seguridad, Justicia y Legalidad, Francisco Rivas.
De acuerdo con su reporte anual de incidencia delictiva dicha tasa es mayor que la nacional, al aumentar en diez de las 16 alcaldías, donde Xochimilco pasó del séptimo al primer lugar en la comisión de este delito.
Las mujeres, tanto adultas como niñas, suelen experimentar algún tipo de violencia dentro de su casa, escuela, trabajo y hasta en las calles y los transportes públicos. Quienes se identifican como las más afectadas son aquellas que tiene un bajo nivel educativo, mismas que viven en un entorno en el que no se sienten valoradas y por tanto no expresan ni sus emociones ni opiniones, por lo que la violencia de género sigue siendo un círculo difícil de romper.
Las entidades federativas que presentan las cifras de violencia más altas contra las mujeres son Aguascalientes con 33%; Estado de México con 31%; y Jalisco con 30%; mientras que los estados con las prevalencias más bajas son Chiapas con 17.6%; Nuevo León con 19%; y Baja California con 19.4%, de acuerdo con el registro del INEGI de 2016.
La ONU Mujeres indica que en todo el mundo una de cada tres mujeres ha sufrido violencia física o sexual, principalmente por un compañero sentimental. En tanto en México 19.1 millones han vivido agresiones severas o muy severas por parte de sus esposos o novios y 500 mil han pasado por la misma experiencia a pesar de no tener pareja.
Punta del iceberg
Los casos de feminicidios feroces y sanguinarios que se han hecho públicos en los últimos días “son la punta del iceberg de un sistema de violencia de género más extendido”, advierten especialistas.
En México se registran alrededor de tres mil 500 homicidios de mujeres al año, de los cuales se tipifican alrededor de mil feminicidios anuales; es decir, menos de la tercera parte de los casos, comenta Alejandro Hope, analista en temas de seguridad.
Resalta que una de cada cuatro mujeres mayores de 15 años ha sido víctima de agresión física o sexual por parte de su pareja en el transcurso de una relación; en tanto 66% de las mujeres mayores de 15 años han sido víctima de violencia verbal hasta sexual. Por esa razón considera que el sistema de justicia en México no está bien adaptado para responder a esta problemática.
El experto comparte que “el problema de la puerta giratoria está mucho más en los Ministerios Públicos que en los juzgados. El grueso de los expedientes nunca se judicializa. Donde se libera a muchos de los responsables es mucho antes de una audiencia de vinculación a proceso. El problema es mucho más serio antes, en fases previas del proceso, particularmente en el MP”.
Advierte que el grueso de los casos de violencia no recibe denuncia debido a múltiples factores. Explica que en casos de mujeres que han sufrido violencia física o sexual 98% no denuncia y 20% dice que no quiere tener consecuencias, mientras que 25% esgrime razones vinculadas con el desconocimiento de las leyes o porque no confían en la ley.
Asimismo menciona que debe ser una prioridad el presupuesto para atender las instituciones femeninas. Señala que si realmente se quiere atender el problema se debe revisar el presupuesto de fiscalías especializadas y otras instituciones para proteger los derechos de las mujeres.
Abuso infantil
En el caso de las niñas, niños y adolescentes un estudio del Consejo Ciudadano de la CDMX revela que los principales agresores sexuales son familiares, maestros y sacerdotes: en 30% de los casos, abuelos o padrastros; 13%, tíos; 11%, padres biológicos; 10%, primos; 8% vecinos; 7% maestros, y 3% hermanos”.
A pesar de estar en el primer lugar a escala mundial en abuso sexual infantil, México tiene los presupuestos más bajos para combatir este grave problema ya que solo 1% de los recursos para la infancia se destina a la prevención y protección del abuso sexual y la explotación, según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
En su encuesta de cohesión social para la prevención de la violencia y la delincuencia el INEGI expone que el delito de violación alcanza a mil 764 niñas, niños y adolescentes por cada 100 mil menores y adolescentes de doce a 17 años, mientras los tocamientos ofensivos y manoseos llegan a cinco mil 89 casos por cada 100 mil menores y adolescentes.
Generar conciencia
Aunque gran parte de las instituciones educativas en el país no son espacios que hayan conseguido liberarse del problema de la desigualdad y de la violencia, son lugares con potencial transformador, expone Rubén Hernández, secretario de Igualdad de Género del Centro de Investigaciones y Estudios de Género (CIEG) de la UNAM.
El investigador expresa que es prioritario formar a las nuevas generaciones con una visión de igualdad y respeto por las mujeres para poder acabar con el grave problema de violencia que se suscita contra este género en el país y en el mundo. También reconoce que los movimientos sociales en favor de las mujeres han avanzado tan rápido que incluso han dejado atrás a las escuelas ya que estas aún no cuentan con un plan específico para exponer y erradicar la violencia contra el género femenino.
Amneris Chaparro, secretaria académica del CIEG, indica que existen prácticas, acciones, refranes, chistes y muchas otras formas de deshumanizar a las mujeres. Por eso el feminismo surgió como un movimiento que intenta humanizarlas por medio de la palabra y las prácticas.
La experta resalta que “tenemos siglos con una mentalidad que establece que el espacio de las mujeres es el doméstico y el de los hombres es el público; aunque se ha ido transformando, ha sido muy difícil cambiarla, porque está naturalizada y normalizada”.
La investigadora puntualiza que la violencia contra las mujeres obedece a un orden de género donde los cuerpos femeninos son vistos y tratados como algo distinto a lo humano; no es una violencia anecdótica sino de carácter estructural, y de ahí que se haya tipificado en los códigos penales el delito de feminicidio para hablar de los asesinatos de mujeres por el simple hecho de serlo.
Aumentan penas
Por lo anterior el pleno de la Cámara de Diputados aprobó por unanimidad reformar los artículos 25, 261 y 325 del Código Penal Federal, con lo que se prevé incrementar la pena impuesta de prisión a quien cometa feminicidio.
El dictamen que se turnó a la Cámara de Senadores explica que actualmente la sanción se ubica entre los 40 y 60 años, pero ahora busca dar entre 45 y 65 años de prisión y una multa de mil a 500 días de salario mínimo.
Al presentarse en tribuna el dictamen se expuso que las penas por abuso sexual a menores de edad, con un umbral punitivo de seis a 13 años de prisión, deben pasar ahora a entre los diez y los 18 años de prisión.
El pleno de San Lázaro también aprobó incluir el acoso sexual en el Código Penal y que esta conducta se castigue con uno a tres años de prisión o sanciones de 100 a 300 UMA (Unidad de Medición y Actualización). Además se aprobaron reformas y adiciones a diversas disposiciones de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia y la Ley Federal del Trabajo, incorporando el concepto de hostigamiento sexual.
Con todo lo anterior se busca robustecer la legislación para que todas las conductas violentas, lascivas y no lascivas, sean visibilizadas y sancionadas dentro del marco jurídico. Sin embargo si persiste la indiferencia y la impunidad ante la violencia hacia las mujeres, los abusos, violaciones y feminicidios seguirán sin cambios en el país.
Zonas de riesgo para las mujeres en México
Los cinco estados con más delitos relacionados con feminicidios son Veracruz con 157, Estado de México con 122, CDMX con 68, Nuevo León con 67 y Puebla con 58, siendo las víctimas mayores de 18 años.
De estas entidades Veracruz, Estado de México, Puebla, Nuevo León y CDMX tienen Alerta por Violencia de Género contra las Mujeres.
Monterrey, Culiacán, Iztapalapa, San Luis Potosí y Tijuana son los cinco principales municipios de una lista de 100 con el mayor número de presuntos delitos de feminicidio.
Fuente: Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública
¿Qué es el feminicidio?
En el Código Penal Federal se precisa al feminicidio como el delito de privar de la vida a una mujer por razones de género y es considerado así cuando hay violencia sexual y lesiones físicas previas al asesinato, antecedentes de violencia doméstica, relación sentimental con el agresor, exposición pública del cuerpo de la víctima, entre otras.
Feminicidios
Año Total anual
2015 411
2016 602
2017 741
2018 891
2019 972