PELIGRAN ENERGÍAS RENOVABLES POR EL CAMBIO CLIMÁTICO

Es necesario dotar a los paneles solares y generadores eólicos con mayor rendimiento.

Arturo Moncada
Foto: Especial
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El cambio climático es una preocupación cada vez mayor, tanto para gobiernos como para empresas y particulares: el peligro que representa tiene incluso impacto en el uso de las energías renovables ya que son una de las claves principales para paliar los efectos del calentamiento global.

En la Conferencia de París sobre el Clima celebrada en diciembre de 2015 y conocida como COP21, 195 países firmaron el primer acuerdo vinculante mundial que establece un plan de acción internacional que pone límite al calentamiento global por debajo de los 2º C entre 2020 y 2030.

Así, con miras a reducir la contaminación directa y los efectos nocivos para la salud y la atmósfera que producen recursos no renovables como el petróleo o el carbón, en las últimas décadas en numerosas naciones escaló la utilización de los llamados recursos inagotables, como el Sol y el viento, para producir energía.

No obstante una investigación realizada por un grupo de científicos europeos que desarrollaron un método que mide el impacto potencial de los eventos extremos en el sector energético valorando 13 escenarios de cambio climático señala que paradójicamente los eventos climáticos extremos producidos por el calentamiento global podrían reducir la fiabilidad del suministro de energía en 16%, lo que conllevaría fácilmente a apagones y, por tanto, a enormes pérdidas económicas.

Investigación

El informe publicado en la revista Nature Energy concluyó, entre otros puntos, que el desequilibrio entre la demanda y la disponibilidad energética en el mundo se agravará por los frecuentes eventos climáticos extremos que se prevén en los próximos años.

Datsun Perera, primer autor del estudio e investigador en la Escuela Politécnica Federal de Lausana, en Suiza, indica que “debido a las fluctuaciones climáticas sobre el potencial de la energía renovable y la demanda energética se identificó un descenso de hasta 34% en el nivel de autonomía del sistema y otro de 20% en los niveles de implementación de energía renovable”.

Es decir, explica, que “el proceso de integración de energía renovable será un gran desafío debido a las variaciones climáticas futuras del clima y los fenómenos extremos”.

De ello son ejemplo las olas de calor que ya se registran en Europa: las altas temperaturas que provoca el fenómeno aumentan la demanda de energía significativamente por el uso de aire acondicionado y otros aparatos para atenuar el calor. En este caso el desajuste entre la demanda y la generación de energía renovable es mucho mayor que en condiciones de funcionamiento normal.

Las consecuencias de esta demanda energética pueden ser muy costosas para las ciudades europeas y las zonas urbanas, donde en la actualidad residen tres mil 500 millones de personas que consumen dos tercios de la energía primaria global y producen 71% de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) globales relacionadas directamente con la energía.

Para Perera el almacenamiento o las fuentes de energía diseñadas para satisfacer el desequilibrio durante el periodo de operación normal no serán capaces de cubrirlo en condiciones extremas. Por esta razón se producirá una caída en la fuente de alimentación eléctrica y en la fiabilidad de esa fuente; y en algunos casos se producirá un apagón.

Para 2050 se espera que más de la mitad de la población mundial habite en las urbes, por lo que se multiplicarán los costos e impactos. Según el estudio el sector urbano debe desempeñar un papel importante tanto en la adaptación como en la mitigación del cambio climático gracias a la conservación de la energía y el uso de tecnologías de energía renovable.

Soluciones

El estudio señala que los procesos actuales que permiten actualizar los sistemas de energía distribuida no siempre tienen en cuenta los eventos extremos. Según los autores “existe una amenaza significativa sobre todo al integrar tecnologías de energía renovable a la red eléctrica”.

Entre las soluciones que proponen destacan el buen uso por parte del consumidor de la energía, una mejor planificación urbana y energética por parte de las autoridades y el trabajo en común de la comunidad científica.

“Los residentes deberían estar listos para sacrificar un poco el confort térmico para ahorrar energía, sobre todo durante eventos extremos. Un simple ajuste podría marcar la diferencia en las demandas energéticas”, expresa Perera.

Asimismo diversos expertos afirman que es necesario dotar a los paneles solares y generadores eólicos con un mayor rendimiento y no decaer en su avance como los principales generadores de energía para una nación. Según la Agencia Internacional de Energías Renovables (Irena), si se duplicara la cuota de energías renovables en el panorama energético mundial hasta alcanzar 32% en 2030 traería consigo un incremento de 3.7% en el bienestar y el incremento del empleo en el sector hasta más de 24 millones de personas.

Medidas contra el calentamiento global

Mayor inversión en investigación de energías renovables Fruto de estas investigaciones son la fabricación de paneles solares mucho más eficientes y el interés por sistemas de extracción de energía cada vez más innovadores. Desde aprovechar el calor humano hasta conseguir electricidad a partir de medusas o algas, por ejemplo.

Reformas de ley para incentivar el uso de las energías renovables La mayoría de países se ha concientizado del problema y cambia su legislación para un mayor uso de energías renovables. Y no solo eso: hacen enormes esfuerzos por adoptar energías limpias e inagotables.

Mayor uso de las energías renovables por parte de los consumidores La concientización sobre el problema del cambio climático aumenta la preferencia de energías renovables por parte de los consumidores finales. Ejemplo de ello es el incremento de ventas de coches eléctricos en el mundo.

Mayor inversión por parte de las empresas La preferencia en aumento de los consumidores por productos y marcas que son respetuosas con el medio ambiente hace que las empresas tengan que cambiar. Grandes compañías se han propuesto el objetivo de ser 100% renovables y ecológicas. Es decir, utilizar energías inagotables y materiales biodegradables que ayudan a combatir el cambio climático.