La temporada de spring break en Acapulco, Mazatlán y Cancún; conciertos musicales en las ciudades de México, Monterrey y Querétaro; celebraciones de Semana Santa como la “representación” en la alcaldía de Iztapalapa, las peregrinaciones a Chalma y al Cerro del Cubilete o la procesión de los “encruzados” en Taxco; así como eventos deportivos y seminarios y congresos en el país, han quedado cancelados.
Miles de empleados prestadores de servicios, meseros, cocineros, taxistas, operadores de autobuses, lancheros, guías de turistas, comerciantes formales e informales, vendedores en espectáculos públicos, trabajadores de salas de cines, teatro, bares y casinos, instructores en los gimnasios y todos aquellos cuyas fuentes de ingreso de una u otra manera dependen de este numeroso grupo de personas resultan afectados.
El COVID-19 es enemigo de la salud, pero lo es también del empleo y, en consecuencia, de las familias mexicanas: incide en sus economías y pone en riesgo su sustento.
Y precisamente por ello es que las principales cámaras empresariales exhortan al gobierno federal a que instrumente acciones encaminadas a proteger el mayor número posible de fuentes de trabajo.
Cuidar el empleo
El Consejo Coordinador Empresarial (CCE), que encabeza Carlos Salazar, propone al gobierno federal una serie de medidas “contundentes e inmediatas para evitar la disminución drástica de la inversión, apoyar a las Pequeñas y medianas empresas y preservar el empleo de 21 millones de mexicanos”.
El CCE agrupa las propuestas en cinco frentes: asegurar liquidez al mercado interno, estimular el consumo privado, facilitar y estimular la inversión privada, elevar consumo e inversión del sector público y dar señales positivas a los mercados internacionales.
Así, por ejemplo, el CCE propone al Ejecutivo federal mantener el esfuerzo de austeridad y disciplina en el manejo de las finanzas públicas, pero aclara que en este momento de retos inéditos el gobierno debe abandonar el objetivo de lograr 1% del PIB de superávit primario: “Los recursos liberados deben usarse para los apoyos a la reactivación de la economía. Si es necesario tomar deuda de una forma responsable”.
También sugiere “fortalecer el Acuerdo de Inversión en Infraestructura entre el sector privado y el gobierno y anunciar de inmediato el plan de inversiones del sector privado en el sector energético”.
Igualmente sugiere “establecer la posibilidad de efectuar la deducción inmediata de las inversiones que las empresas realicen sin limitación geográfica alguna, durante el ejercicio de 2020”.
Y un punto particularmente importante: preservar el empleo. Aquí sugiere que “en los casos en que sea inevitable el recorte de puestos de trabajo, otorgar apoyos del gobierno a las empresas con recursos fiscales para que a estos trabajadores se les otorgue al menos un salario de subsistencia”.
Para el CCE es de suma importancia “respetar de forma irrestricta el Estado de Derecho, evitando las amenazas de cambios a las normas ya en operación para empresas que invirtieron en el sector eléctrico y cambios inaceptables como consultas populares para inversiones que ya están hechas”.
Finalmente “acelerar los pagos pendientes a proveedores de la Comisión Federal de Electricidad y Petróleos Mexicanos”, así como “apresurar las devoluciones pendientes de IVA a las empresas y restaurar la compensación universal”.
A su vez la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), que encabeza Gustavo de Hoyos, formula una serie de sugerencias en el mismo sentido que el CCE, y agrega otras más: “Activar líneas de crédito para el sector productivo; trabajar con la Comisión Nacional Bancaria y de Valores en criterios contables para mantener líneas de crédito”.
Además la Coparmex sugiere al gobierno “suspender temporalmente los pagos provisionales del Impuesto Sobre la Renta (ISR, propio y retenido por sueldos), particularmente en el sector aéreo, turismo, logística y transporte”. Y “suspensión temporal de actos de fiscalización. Establecimiento urgente de estímulos fiscales temporales al empleo e inversión”.
La Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y de Alimentos Condimentados, una de las más afectadas, pide al Ejecutivo federal “la dispensa por 90 días del pago de ISR, Impuesto Sobre Nómina, cuotas al IMSS y al Infonavit, y diferir su pago a doce meses, una vez que pase la contingencia”.
Asimismo solicita “dispensa de 90 días del pago del servicio de energía eléctrica que brinda la Comisión Federal de Electricidad, dividiendo el saldo en los doce meses siguientes y hacer lo mismo con el pago de agua potable y diferirlo a seis bimestres”.
Respuestas oficiales
En respuesta a la situación económica provocada por el COVID-19, el pleno de la Cámara de Diputados aprobó una iniciativa para generar un fondo emergente de hasta 180 mil 733 millones de pesos para que el gobierno federal cuente con recursos adicionales para enfrentar cualquier tipo de emergencia.
A su vez, para fortalecer el sistema financiero y productivo del país, el titular de la Secretaría de Hacienda (SHCP), Arturo Herrera, enlistó las medidas económicas con las que se pueden contar en caso de ser necesario: “Activación de líneas de crédito de la banca de desarrollo y disponibles para el sector productivo para proveer liquidez temporal en caso de que estas pudieran necesitarse”.
Además, dijo el funcionario, “con la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) se trabaja en la adopción de criterios contables que faciliten el mantenimiento de las líneas de crédito del sector productivo”.
Destacó que en estos días “concluirá un barrido de todos los adeudos que tiene el gobierno federal con proveedores, contratistas y personas físicas para liquidarlos a la brevedad posible, con el fin de dotar de liquidez a los proveedores del gobierno”.
Como bien sabemos en diversas naciones los gobiernos tienen planes de apoyos a las empresas y los ciudadanos. En Estados Unidos, por ejemplo, destinarán cheques de hasta mil dólares para los ciudadanos que así lo requieran, además de un considerable paquete de estímulos fiscales para empresas y comerciantes.
En Francia el gobierno canceló el pago de impuestos a empresas y ciudadanos; además a estos últimos los exenta de pago de luz, agua y gas e incluso renta de inmuebles.
En Canadá se anunciaron apoyos fiscales para las empresas y dinero en efectivo para las familias que así lo requieran.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) recomendó a los gobiernos otorgar subsidios, apoyos, créditos y condonación de impuestos a empresas e individuos.
Frontera
Un especial motivo de preocupación, tanto para las autoridades como para el sector privado y la sociedad en general, era el eventual “cierre de la frontera” entre México y Estados Unidos por las implicaciones negativas que tendría en la economía de ambas naciones.
El pasado viernes 20 el secretario de Relaciones Exteriores (SRE), Marcelo Ebrard, y el titular del Departamento de Estado norteamericano, Mike Pompeo, informaron las medidas bilaterales adoptadas para mantener el intercambio comercial, sobre todo en la zona de la frontera común, sin descuidar los aspectos de salud.
El canciller mexicano expresó que los gobiernos de ambas naciones “reconocen también que servicios críticos como alimentos, combustible, atención médica y medicamentos que salvan vidas deben llegar a las personas en ambos lados de la frontera todos los días”.
Por lo tanto, comentó, “los viajes considerados esenciales deberán continuar sin obstáculos durante este tiempo. Para garantizar que los viajes esenciales puedan continuar, México y Estados Unidos restringirán temporalmente todos los viajes no esenciales a través de sus fronteras”.
Los viajes “no esenciales” incluyen “aquellos que se consideran de naturaleza turística o recreativa. Adicionalmente se exhorta a las personas que como precaución eviten el contacto innecesario con otras”.
Ebrard informó también que la iniciativa dio comienzo a “las 00:01 horas del sábado 21 de marzo en toda la frontera terrestre entre EU y México por un periodo de 30 días, sujeto a extensión previa revisión”.
Abasto suficiente
La pandemia daña la salud e incluso causa la muerte de las personas en situación de gravedad, pero los efectos económicos no son menos graves porque dejan a las familias sin empleo y consecuentemente sin ingresos para su manutención: es lo que han llamado “las muertes económicas”.
Por ello los llamados de todos los sectores productivos del país para que el gobierno atienda las recomendaciones que le han formulado a fin de hacer frente a la pandemia en el terreno económico, concretamente para cuidar las fuentes de empleo.
Hasta el momento esta es la otra gran parte que urge atender. Por fortuna no existe un escenario de desabasto de alimentos u otros bienes de consumo personal en el país.
La Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD) y otras cadenas de tiendas indican que a pesar de diversos episodios de “compras de pánico” no existe por el momento riesgo de desabasto.
Vicente Yáñez, presidente de la ANTAD, aseguró que “hay capacidad de inventario; sin embargo hacemos un llamado para mantener la calma y responsabilidad de no hacer ‘compras de pánico’. Estamos trabajando para que esto se dé y para que no se rompa la cadena de abasto”. Se trata de que todos hagan compras racionales, para sus necesidades, pero no para acaparar. Una vez más el llamado es a la responsabilidad y solidaridad de la sociedad en general.
Hoy el país enfrenta uno de los más grandes desafíos de su historia, la pandemia del COVID-19, que ataca en dos frentes: el de la salud y el económico. Y en este último es evidente que aún falta mucho por hacer, de acuerdo con lo expuesto por empresarios, comerciantes y analistas, quienes recomiendan al gobierno federal tomar el ejemplo de las autoridades de prácticamente todas las naciones: proteger las fuentes de empleo.
“No hay nada más triste que un restaurante sin gente, una playa sin turistas, un Pueblo Mágico sin el ir y venir de los visitantes, un concierto o partido de futbol cancelado, un salón de fiestas cerrado; no hay nada más triste que un trabajador que pierde el empleo por causas ajenas a él”, advierten.
La importancia de la frontera México-EU
Frontera de diez estados de EU y seis de México que, conjuntamente, conforman un territorio de dos millones 525 mil 569 km2 y son hogar de más de 90 millones de personas.
Los diez estados fronterizos de EU representan en conjunto la cuarta economía del mundo.
Un millón de personas cruzan a diario.
300 mil vehículos cruzan cada día.
70 mil son camiones de carga.
La región genera 21% del PIB de México.
La frontera tiene tres mil 175 km de longitud.
Fuente: SRE
Algunos pronósticos y aspectos sobre la situación económica
La OCDE prevé que el crecimiento económico de México en 2020 será de 0.7 por ciento.
JP Morgan prevé en México una caída del PIB de 15.5% en el segundo trimestre de 2020.
El analista Mario di Costanzo advierte que si no hay apoyos fiscales a personas físicas y morales desaparecerán más de 150 mil Pymes, alrededor de un millón de empleos y un incremento de al menos 50% en la cartera vencida.
La mezcla mexicana de petróleo llegó a 14 dólares, su precio más bajo en los últimos 18 años.
Por cada dólar que baja el precio del barril de petróleo las finanzas públicas pierden 13 mil millones de pesos. El Presupuesto de Egresos de la Federación pronosticó que el precio en 2020 sería de 49 dólares.
El dólar superó la barrera de los 25 pesos, su peor nivel en la historia.