LAS FUERZAS ARMADAS ANTE LA PANDEMIA

Las Fuerzas Armadas son un recurso invaluable en situaciones críticas de atención a la sociedad.

Javier Oliva Posada
Columnas
Foto: Especial
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Mucho se ha dicho, escrito, declarado, discutido y advertido sobre los alcances que puede tener la expansión y contagio del COVID-19. También ha sido ingente la cantidad de propuestas, señalamientos, recomendaciones y críticas a lo que han hecho o dejado de hacer los gobiernos. Medidas de prevención para evitar que los sistemas de salud se colapsen, así como restricciones crecientes a los desplazamientos dentro y fuera de los países afectados nos aproximan, como sociedades, a soluciones que evidencian el grave peligro al que nos enfrentamos.

En Alemania, Paraguay, España, China e Italia, así como otros países, han echado mano del principal recurso institucional para tratar de salvar una crisis que amenaza con trastocar los valores de la convivencia, la democracia y las responsabilidades de los gobiernos: las Fuerzas Armadas.

No es la primera vez que son desplegadas para misiones de urgencia que poco tienen que ver con sus misiones constitucionales. Recordemos, por ejemplo, la presencia del Real Ejército y la Real Armada de Reino Unido, en 2017, para apoyar a la población afectada por las inundaciones al norte del país.

Otro ejemplo es la participación del Ejército de Hungría para el control de sus fronteras occidentales ante la crisis migratoria de 2016-2017.

Ni hablar de la aplicación de las Fuerzas Armadas en labores de contención a los actos terroristas y a la delincuencia organizada. Incluso a nivel de la Organización de Estados Americanos se han realizado eventos para evaluar el impacto y consecuencias del prolongado uso de los institutos armados en tareas adyacentes de seguridad pública.

En nuestro país el presidente de la República, en su conferencia matutina del pasado jueves 19, reconoció por primera vez que ante el posible agravamiento de la epidemia se aplicaría el célebre y reconocido Plan DN-III-E (creado y aplicado desde 1965), así como el valorado Plan Marina, para apoyar a la población y al personal médico destinado a las zonas de mayor contagio.

Dimensiones

Esta posibilidad es un argumento muy relevante para evaluar la importancia que tienen las Fuerzas Armadas en un contexto, me refiero al siglo XXI, donde la ampliación de sus responsabilidades parece no tener vuelta atrás. Es decir, que en esa misma ampliación de misiones va de forma proporcional la complejidad para atender con oportunidad y eficacia antagonismos como el de la pandemia.

México cuenta con prestigiosas Fuerzas Armadas y en el caso de que sean movilizadas, ahora para la atención de la emergencia sanitaria, sabemos que asumirán con todo profesionalismo ese nuevo y peligroso encargo.

A esa posibilidad de inminente movilización también debe incorporarse la Guardia Nacional, que además de las labores de seguridad pública suma a sus prioridades los programas de proximidad. Y justo en crisis como la que vivimos se trata de un recurso esencial para preservar las bases del funcionamiento de los sistemas sociales. Es importante darle seguimiento a la forma en que cada gobierno y sociedad se organiza y responde al que ya es un enorme antagonismo. Por eso, ante la dimensión del peligro, la estructura, organización, doctrina, adiestramiento y cobertura física de las Fuerzas Armadas son un recurso invaluable para presidentes y jefes de Gobierno en situaciones críticas de atención a la sociedad.

A nosotros nos corresponde seguir las indicaciones de las autoridades para evitar la propagación del virus y mantener la calma.