CUIDADO CON LA ECONOMÍA

Lo que necesitamos es fortalecer nuestro sistema de salud y para eso requerimos una economía fuerte.

Sergio Sarmiento
Columnas
cuidado-con-la-economia

“Pedirle a la gente que se quede en casa e impedir los movimientos de la población es comprar tiempo y reducir la presión sobre los sistemas de salud —señala el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud—. Pero estas medidas por sí solas no extinguirán las epidemias”.

Lo vemos en la práctica. El aislamiento de ciudades o países enteros no ayuda a contener la pandemia de COVID-19. Italia y España son quizá los países democráticos que mayores restricciones han impuesto al movimiento y el trabajo de las personas, pero son también los que han tenido un crecimiento más dramático tanto de infectados como de fallecidos. Las medidas gubernamentales, sin embargo, tienen un impacto brutal sobre las economías de estos países. En Estados Unidos también estamos viendo un desajuste económico enorme. El desempleo tuvo su mayor aumento en la historia: 3.28 millones, en la semana que terminó el sábado 21 de marzo.

La crisis económica tendrá un costo mayor para la sociedad que la pandemia del nuevo coronavirus. Estamos viendo una situación de desplome monumental de la economía internacional. En nuestro país millones ya han visto desplomarse o desaparecer en unos cuantos días sus ingresos. Las afectaciones más inmediatas son para quienes trabajan en la economía informal, casi 60% de quienes tienen alguna actividad económica. La crisis dejará a muchos sin manera de sostener a sus familias.

Lo peor es que esta crisis autoinducida no impedirá que se extienda la pandemia. La experiencia nos dice que después de algún tiempo el COVID-19 nos alcanzará a todos o a la mayoría de los habitantes del planeta. La enorme mayoría de los afectados, quizá más de 80%, no se dará cuenta: no tendrá síntomas o solamente percibirá un resfriado ligero; 15% tendrá síntomas más o menos serios; pero 5% enfrentará un riesgo muy importante de vida. Estos últimos requieren de buenas instalaciones hospitalarias.

Visión

El doctor Sarbelio Moreno, del Hospital Infantil de México, señala que desde la epidemia de influenza AH1N1 100% de los niños ha adquirido anticuerpos a ese virus y también la mayoría de la población adulta. La letalidad del SARS, por otra parte, bajó de manera muy importante conforme la población fue adquiriendo resistencia.

La humanidad ha enfrentado pandemias de manera constante a lo largo de la historia. Esta es, sin embargo, la primera en los tiempos de las benditas redes sociales. La circunstancia ha hecho que el miedo, siempre natural en una pandemia, se extienda de una manera extraordinaria. Mucha gente tiene la visión exagerada de que contraer el COVID-19 es una sentencia de muerte. Esto es falso. La tasa de mortalidad de la enfermedad es alta, aunque países como Alemania y Corea del Sur nos han demostrado que puede ser mucho menor si se toman las medidas sanitarias adecuadas.

Es muy importante que el gobierno no recurra a medidas, como las cuarentenas, que no detienen la propagación del coronavirus pero sí ahogan la economía. La propia OMS ha señalado que la pandemia no podrá ser contenida. Lo que necesitamos es fortalecer nuestro sistema de salud y para eso requerimos una economía fuerte. Entiendo la preocupación del presidente con los equilibrios fiscales, pero hay muchas medidas que se pueden tomar y evitar para mantener la actividad económica sin inyectar subsidios a las empresas.