REFLEXIONEMOS

México tiene los índices más elevados de diabetes dentro de la OCDE.

Cristopher Rivera
Columnas
Foto: Especial
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Quiero aprovechar este espacio que amablemente me da Vértigo para invitarle a que reflexionemos juntos acerca de nuestra salud, de la responsabilidad que tenemos como personas de cuidar nuestro organismo y, a partir de ello, tener un escudo más sólido para defendernos de problemas como los que nos aquejan actualmente.

¡Y sí! Esto lo escribo gracias al coronavirus, que podría ser particularmente letal en México debido a las elevadas tasas de obesidad y diabetes, lo que pone a nuestra población en una situación de riesgo potencialmente grave.

Actualmente México tiene los índices más elevados de diabetes dentro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y una de las mayores tasas de obesidad entre los adultos, con 72.5 por ciento.

Tristemente, con todo lo que ocurre, nos damos cuenta de que contamos con una población tremendamente vulnerable al COVID-19 gracias a que somos un país sedentario y con un régimen alimenticio profundamente desordenado. De verdad es lamentable que la situación que prevalece en el mundo nos permita dar cuenta de que México sigue siendo gordo, obeso, diabético y estático. Y que ello ayuda a que nuestra nación doble la tasa de contagios de los que tuvo la propia China.

Mi responsabilidad como comunicólogo no se limita a informar acerca de acontecimientos deportivos: también tengo o siento la obligación de recordarle que no hay mejor medicina para combatir las enfermedades que el deporte, el ejercicio y una buena alimentación.

Aprovechemos estos tiempos de cuarentena, postergaciones o pausas para reflexionar sobre cómo nos estamos cuidando y cómo cuidamos a los nuestros. Creo que la situación se presta para llegar a conclusiones claras que nos pueden, en un futuro, hacer más fuertes.

Por cierto, en otras cosas

No puedo dejar pasar la oportunidad para opinar respecto de la postergación de los Juegos Olímpicos de Tokio. En este sentido sigo creyendo que el Comité Olímpico Internacional (COI) decidió aplazar los juegos para el siguiente año gracias a la presión social y de gobiernos como los de Italia, España, Canadá, Australia y Estados Unidos, entre otros, quienes amenazaron con no enviar a sus delegaciones a la justa si dicho organismo no recalendarizaba el evento gracias a la pandemia.

La verdad es que sí era molesto que el COI se aferrara a sus intereses, pero como quiera que sea se tomó la decisión, fue inteligente y rescata de rebote los valores del olimpismo. Uno de esos valores es “la unidad ante momentos de adversidad”.

Por otra parte considero que de tal decisión se derivan retos muy importantes: la postergación, por ejemplo, la deberían aprovechar los dirigentes para unificar nuestro deporte, para organizar las cosas de la mejor manera y así llegar el próximo año a Tokio en mejores condiciones y herramientas en el aspecto sicológico y deportivo. ¡Claro! Eso ocurrirá únicamente si los que están al mando del deporte mexicano son inteligentes para sacarle provecho a la prórroga olímpica.

De hecho es importante mencionar que hasta ahora son 88 los atletas mexicanos que han calificado a Tokio y 160 que aún buscan su pase.