Termina la restauración de la Capilla de San Juan Bautista

El recinto quedó dañado por los sismos de 2017

Redacción
Todo menos politica
La capilla guerrerense
Foto: INAH.

Atenango del Río, Gro 6 de Abr.- Concluida la atención de los daños severos que presentó a causa del sismo del 19 de septiembre de 2017, y ante una pequeña concurrencia que se apegó a las medidas de sana distancia promovidas por el Gobierno de México, personal del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) entregó, en días pasados, la Capilla de San Juan Bautista a los feligreses y al párroco del pueblo de San Juan Teocalciongo.

El trabajo, realizado durante un año y dos meses bajo la supervisión del Instituto, permitió no solo recuperar el uso social de este inmueble del siglo XIX, sino también atender los vestigios de un antiguo templo anexo, del siglo XVIII, en el cual se identificó un escudo cuya iconografía le vincularía con la orden dominica y de la que no se tenían registros edificados de la época virreinal en territorio guerrerense.

La arquitecta María Inés Soto Valenzuela, adscrita al Centro INAH Guerrero, informó que el escudo —integrado por una cruz negra y una flor de lis en su centro— se ubica en el derrame poniente de lo que fuera la puerta porciúncula, en el lado norte del inmueble; y el cual, si bien no registró daños por el sismo, fue encofrado para evitar su exposición al intemperismo.

Formado por una nave central sin crucería, a diferencia de otros templos franciscanos y agustinos de la región, la edificación pudo haber estado consagrada a San José, según indica una campana —aún en uso— en la que se lee el nombre de dicho santo y se acompaña de la leyenda: 1774.

Se ignora la razón por la que este inmueble cayó en desuso, aunque una teoría es que la sismicidad de la zona le causó daños estructurales y llevó a su abandono.

Incluso, añadió, el proceso de restauración en la Capilla de San Juan Bautista reveló que una gran parte de las mamposterías con las que fue construida se tomaron del primer templo, de allí que su restitución fuese poco práctica para ambos inmuebles.

De esta manera, en la iglesia del siglo XVIII, registrada también ante el INAH e igualmente beneficiada por el seguro de atención por sismos, se llevaron a cabo acciones enfocadas a detener el deterioro de sus elementos: retiro de micro y macroflora, limpieza y consolidación con cal apagada de las coronas de los muros, a fin de impedir que la humedad penetre a su interior.

Sobre los daños en la capilla, la arquitecta detalló que estos se centraron en el colapso del frontón de la fachada y en grietas estructurales en muros.

“La mampostería es irregular, con argamasas de lodo que facilitó la disgregación con el paso del tiempo. En los acabados, además, había mezclas de arena, cemento y cal que sellaban los muros y producían comportamientos distintos en cada material”.

Así, un primer punto fue retirar los materiales ajenos a la fábrica y sustituirlos con remamposteos, inyecciones de mortero fluido con cal puzolánica y mezclas compatibles. Un caso similar fue el de la techumbre de dos aguas, la cual al ser alterada por la previa colocación de lámina de asbesto no solo resultaba inadecuada sino que aumentaba la temperatura de la capilla. “Lo que representaba un problema considerando que en Teocalciongo se alcanzan, a menudo, temperaturas de entre 37 y 40 grados”.

Inés Soto explicó que la nueva techumbre se rehabilitó respetando los vestigios y restos de una primera cubierta, de modo que, en colaboración con artesanos de la comunidad, se consiguieron varas de tlahuil y palmera que, entretejidas, fueron puestas bajo tejas de barro artesanal. Todo bajo un sistema constructivo vernáculo que se conoce en la región como ‘par y nudillo’.

El diálogo con los habitantes de Teocalciongo también permitió a los expertos reconstruir el frontón de la fachada principal de arquitectura vernácula, a partir de antiguas fotos de bodas y XV años. Cabe destacar que el frontón recibió como acabado final la aplicación de pintura a la cal, un material compatible y propio de estos inmuebles.