DETECTAN RESISTENCIA A ANTIBIÓTICOS POR EL CONSUMO DE CARNE

El negocio ilegal de la carne pone en riesgo la salud humana, animal y alimentaria.

Redacción
Todo menos politica
Foto: Especial
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Por J. Alberto Castro

Los antibióticos son un recurso básico para la salud humana y la sanidad animal. Su uso correcto puede salvar vidas. Sin embargo una mala utilización de estos potentes fármacos puede generar la aparición de bacterias resistentes a su acción.

¿De qué hablamos? La resistencia a los antimicrobianos es el fenómeno por el cual un microorganismo deja de ser afectado por un antimicrobiano al que anteriormente era sensible. Es consecuencia de la capacidad de ciertos microorganismos (por ejemplo bacterias y virus) de neutralizar el efecto de los medicamentos, como los antibióticos. La resistencia surge por la mutación del microorganismo o por la adquisición del gen de resistencia.

Fenómeno cada vez más extendido, el uso y el abuso de los antimicrobianos incrementa el número y los tipos de microorganismos más resistentes. En consecuencia muchas enfermedades infecciosas se podrían volver incontrolables. La Organización Mundial de la Salud (OMS) tiene toda la razón cuando ve a la resistencia antimicrobiana como una de las mayores amenazas que enfrenta el mundo. Basta solo imaginar que para 2050 hasta diez millones de personas podrían perder la vida anualmente por esta causa.

El llamado de atención de la OMS ha sido escuchado en Tamaulipas, donde la doctora Ana Verónica Martínez Vázquez y un grupo de especialistas del Instituto Politécnico Nacional (IPN) consideran que “las infecciones resistentes a antibióticos no son exclusivas de ambientes hospitalarios: también se pueden producir en la comunidad general, agua, suelo, animales silvestres, ganado y mascotas”.

Precisamente los investigadores del Centro de Biotecnología Genómica (CBG) efectuaron un estudio regional sobre la resistencia antibacteriana generada en el ganado (res, cerdo y pollo) y cómo se puede diseminar en el ambiente y a los humanos en el momento de consumir la carne.

En entrevista con Vértigo la científica politécnica indica que para fomentar el crecimiento y prevenir de forma sistemática las enfermedades en animales, así como el crecimiento de cultivos sanos, a escala mundial se emplean antibióticos indiscriminadamente y México no es la excepción.

“Aunque la resistencia a los antibióticos puede aparecer de forma natural el uso indebido y excesivo de estos fármacos acelera su aparición y propagación. En la salud humana las malas prácticas de prescripción y la inobservancia de los tratamientos por parte de los pacientes son factores que contribuyen al problema”, comparte.

Detalla que para adaptarse al ambiente las bacterias desarrollan resistencia de manera natural, pero cuando se administran antibióticos a los animales sin control estricto por especialistas en veterinaria es posible que se usen por periodos más largos, menores a los requeridos e incluso en dosis equivocadas, lo cual acelera la selección de bacterias con resistencia y se contribuye a la aparición y propagación.

Transmisión a ser humano

Estudios internacionales señalan que en la ganadería se utilizan dosis subterapéuticas de antibióticos para fomentar el crecimiento o prevenir enfermedades y ello puede llevar a la aparición de microorganismos resistentes que se transmiten al ser humano.

La especialista del IPN sostiene que el antibiótico de mayor uso en la ganadería es la tetraciclina y es precisamente a este medicamento al que presentan mayor resistencia las bacterias y menciona que “las bacterias que sobreviven la exposición a los antibióticos muchas veces en el proceso de sacrificio en los rastros se diseminan en las canales, sobre todo a través de heces fecales, que es donde se encuentran estas bacterias. De esa manera a lo largo de la cadena productiva de la carne se puede transmitir la resistencia y llegar finalmente al consumidor”.

El equipo de virólogos del IPN efectúa un estudio acucioso de la carne comercial producida en distintos municipios de Tamaulipas y encuentra patrones de resistencia similares en carne de res, cerdo y pollo. ¿Qué ocurre? En productos carnívoros tenemos bacterias resistentes a unos antibióticos y también hay casos de microorganismos que desarrollan esta condición a varios antibióticos y se vuelven multirresistentes.

En trabajos previos los investigadores politécnicos han detectado resistencia en las bacterias salmonella y escherichia coli; además la carne de res es la que tiene más prevalencia de E. coli con multirresistencia. También han observado staphylococcus aureus con resistencia pero en menor prevalencia.

“En México existen rastros Tipo Inspección Federal (TIF), los cuales operan bajo una regulación estricta verificada por la Sagarpa. Estos centros de matanza cuentan con cuartos de refrigeración para guardar las canales y para la transportación. También hay algunos rastros municipales con reglas laxas, aunque el mayor problema son los negocios ilegales, los cuales almacenan y manejan las canales en sitios con sistemas de refrigeración deficientes e incluso sin ellos, lo cual favorece la contaminación por bacterias, con o sin resistencia a los antibióticos”, advierte Martínez.

Estudiosa de la resistencia a los antimicrobianos subraya la importancia de que la carne tenga el nivel de cocción adecuado para eliminar las bacterias que pudiera contener. “Cuando se preparan hamburguesas o albóndigas es importante vigilar que la carne molida tenga un adecuado nivel de cocimiento ya que algunas veces el centro del alimento no queda bien cocido y en caso de alguna bacteria esta no se destruye”, observa.

Para esta investigadora es capital acotar el negocio ilegal de la carne que pone en riesgo la salud humana, animal y alimentaria ya que de esa manera se podrá contribuir a fortalecer programas de concienzación para el uso responsable y prudente de los antimicrobianos en humanos, animales y sanidad vegetal.

Europa

En 2017 la Unión Europea (UE) registró casi 340 mil casos de salmonelosis y campilobacteriosis, las principales bacterias patógenas y resistentes transmitidas por los alimentos. ¿Cómo pudo ocurrir algo así? Cuando los antibióticos son mal administrados se acelera un fenómeno que ya ocurría de forma natural: las bacterias con mutaciones que les permiten ser resistentes a estas sustancias sobreviven, transmitiendo esa característica a su descendencia. Esto es lo que sucede por ejemplo con algunas cepas de bacterias que habitan en el tracto intestinal de los animales. Es decir, la carne que comemos no tiene antibióticos pero puede tener bacterias que han adquirido resistencia a esas sustancias. El principal problema para la salud humana surge cuando estos patógenos llegan hasta nosotros, como puede ocurrir cuando lavamos la carne de pollo cruda bajo el grifo y las salpicaduras dispersan esas bacterias, contaminando la ensalada que ya tenemos lista para comer. Así, si sufrimos una salmonelosis o una campilobacteriosis causadas por cepas de bacterias resistentes a antibióticos, el tratamiento puede complicarse mucho.