LLAMAN A PROTEGER LAS FUENTES DE EMPLEO

Las medidas de contención darán lugar a disminuciones del PIB en las principales economías.

Antonio Caporal
Política
Foto: Especial
Cuartoscuro

Los organismos internacionales y nacionales, ya sean estos financieros, asistenciales, académicos o sociales, reiteran el urgente llamado a los gobiernos del mundo a que atiendan la situación económica, protejan el empleo y apoyen a las empresas para que millones de personas tengan la manera de satisfacer sus necesidades básicas.

De manera particular recomiendan analizar el hecho de que los cierres y paros de actividad por la pandemia provocan un fuerte impacto negativo en el Producto Interno Bruto (PIB).

Asimismo advierten a los gobernantes que de no hacer caso a las sugerencias las consecuencias serán funestas: desempleo, saqueos, desabasto, hambrunas, mayor pobreza e incremento de la delincuencia.

Impacto

De acuerdo con las recientes proyecciones de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) “las medidas de contención cada vez más estrictas para frenar la propagación del coronavirus darán lugar a corto plazo a importantes disminuciones del PIB en muchas de las principales economías”.

El secretario general de la OCDE, José Ángel Gurría, dio a conocer las últimas estimaciones de la organización y precisó que estas “muestran que el confinamiento afectará directamente a sectores que representan hasta un tercio del PIB en las principales economías”.

Agregó que “por cada mes de contención habrá una pérdida de 2 puntos porcentuales en el crecimiento anual del PIB. El sector del turismo, por sí solo, se enfrenta a una disminución de hasta 70% en su actividad. Muchas economías entrarán en recesión. Esto es inevitable ya que tenemos que seguir luchando contra la pandemia, pero al mismo tiempo hemos de enfocar nuestros esfuerzos para poder restaurar la normalidad económica lo más rápido posible”.

El secretario general de la OCDE también resaltó que “en todas las economías la mayor parte del impacto proviene del golpe a la actividad del comercio minorista y mayorista, y en los servicios profesionales e inmobiliarios. Hay diferencias notables entre los países en algunos sectores: los cierres de plantas de fabricación para el transporte tienen un peso relativamente importante en algunos países, mientras que la disminución en el turismo y las actividades de ocio pesa más en otros”.

En su análisis el organismo estima que los cierres y paros de la actividad en México podrían provocar un “impacto” de hasta 30% en el PIB.

Al respecto sostiene que los gobiernos deben actuar con mayor firmeza para amortiguar el golpe y enumera los frentes hacia donde la ayuda debe fluir: “Personas y trabajadores; empresas, en particular Pymes; la macroeconomía con la movilización de los tres instrumentos políticos (monetario, fiscal y estructural); el comercio con la eliminación de restricciones comerciales, sobre todo a las importaciones de suministros médicos que tanto se necesitan”.

Asimismo sugiere que los organismos financieros internacionales otorguen apoyo a los países en desarrollo y de ingresos bajos, tal como ha sido el llamado del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial.

En el mismo sentido que la OCDE se pronuncian otros organismos, como la Organización Internacional del Trabajo.

Seguir el ejemplo

El Centro de Estudios Espinosa Yglesias expone que “en muy poco tiempo los efectos de la pandemia de coronavirus pueden sumir en la pobreza a otros 21 millones de mexicanos”.

Lo anterior, afirma, “se traduciría en que más de 82 millones de personas en el país carecerían del ingreso necesario para alcanzar un mínimo de bienestar”.

Además indica que “en cuanto a la pobreza por ingresos, el ‘reloj de la historia’ retrocedería casi un cuarto de siglo. El legado, no solo de la crisis sino de quienes tomen decisiones, sería un México en la ruina social”.

El centro de estudios refiere que diversos países del mundo, y en particular de América Latina, han reconocido el desafío y actúan para apoyar a sus empresas y trabajadores: “Chile dedicará recursos equivalentes a 4.7% de su PIB; Brasil, 2.2%; Perú, 2.1%; Argentina, 1.5%, y Colombia, 1.3%. Costa Rica declarará moratoria al pago de impuestos. Ecuador aplazará tres meses el cobro de las cuotas de la seguridad social. En tanto que Guatemala ya autorizó subsidios focalizados a la población”.

El Centro Espinosa Yglesias reconoce que dichas naciones “hacen esfuerzos extraordinarios, pese a las distintas vicisitudes económicas que arrastraban antes de la emergencia”.

Respecto de los países avanzados tenemos que, por ejemplo, la Reserva Federal de Estados Unidos redujo abruptamente a cero la tasa de referencia; en tanto que los gobiernos de Alemania y Dinamarca se han comprometido, bajo condición de no despidos, a pagar parte de los salarios de los trabajadores de las empresas privadas.

“La crisis actual y prevista demanda acciones inmediatas y radicales, pero al mismo tiempo fundamentadas y responsables. No hay lugar para la inacción. Ante una situación económica inédita el Estado debe ir más allá de la ortodoxia monetaria y fiscal que prevalece hoy”, apunta el Centro Espinosa Yglesias.

La economía real

Día a día cientos de establecimientos en todo el mundo cierran sus puertas y dejan en la desesperanza a empleados y dueños; las grandes empresas no tienen mejor suerte.

En México la situación es más grave tomando en cuenta que seis de cada diez trabajadores están en la informalidad y los ingresos de este sector dependen fundamentalmente de los gastos que realizan tanto las empresas como los trabajadores formales.

En el mundo, como hemos visto, los gobiernos ya toman medidas, y en México crecen las voces para llevar a cabo acciones encaminadas a proteger las fuentes de empleo.

Así, por ejemplo, el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) reconoció el esfuerzo del gobierno federal y de los estados en el tema de la salud; sin embargo advierte que “la ‘cuarentena’ exigida a los ciudadanos tendrá como consecuencia la afectación en la generación de ingresos necesarios para la operación de las empresas”.

Por ello el organismo insiste en un decreto con las siguientes medidas durante el periodo que dure la epidemia: “Diferir la declaración de impuestos 2019 de personas físicas y morales durante seis meses; permitir la disminución automática de todos los pagos provisionales del ejercicio de 2020, y permitir el pago de impuestos hasta en doce parcialidades, entre otras”.

A su vez la International Chamber of Commerce (ICC) y su capítulo México hacen “un llamado a gobiernos y organizaciones de la sociedad civil para adoptar acciones de coordinación y cooperación con el propósito de salvar a nuestras Mipymes ya que estas son de especial importancia para la economía mexicana y en la actual crisis sanitaria enfrentan serias dificultades. El objetivo inmediato de todos los esfuerzos de estímulo debe asegurar que el dinero fluya rápidamente hacia la economía real y, en particular, a los más vulnerables a las perturbaciones económicas causadas por el virus, y asegurar que los países en desarrollo reciban asistencia adecuada”, apunta la organización que representa a más de 45 millones de empresas en el mundo.

Tanto el secretario general de la ICC, John W. H. Denton, como la representante del capítulo México, Fernanda Garza Merodio, recuerdan que las Mipymes “son el riel fundamental por el que corre la economía real de nuestro país al aportar alrededor de 68% de los empleos formales y 52% del PIB”.

Algunas de las acciones concretas propuestas por la ICC son prestar apoyo directo e inmediato a las pequeñas empresas para garantizar su continuidad; brindar apoyo directo e inmediato a los trabajadores y a los más vulnerables; garantizar el libre comercio y la circulación acelerada de bienes esenciales a través de las fronteras.

“Apoyemos a las empresas para poder ayudar a los trabajadores y sus familias”, afirma el presidente del CCE, Carlos Salazar.

Por lo pronto la Cámara de Comercio Servicios y Turismo en Pequeño de la Ciudad de México recién informó que 68% de los negocios se encuentran cerrados, es decir, 267 mil 920; e igualmente señaló que las microempresas de la capital registraron pérdidas por once mil 583 millones de pesos en los primeros diez días de cuarentena.

Finanzas públicas

Se prevé que en estos días la Presidencia de la República anuncie medidas extraordinarias para contrarrestar la crisis económica provocada por la pandemia.

Por lo pronto los especialistas ven con pesimismo el panorama para nuestro país: la Encuesta del Banco de México sobre las expectativas de los especialistas en economía del sector privado de marzo de 2020 revela que los especialistas prevén una caída del PIB de 4%, “la más profunda desde 2009”. Y pronostican un crecimiento de 0.91% para 2021.

Cabe indicar que otros analistas prevén que la caída del PIB en México será más significativa; por ejemplo el Bank of America pronostica que nuestro país tendrá una caída de 8% este año.

Asimismo diversos sondeos de opinión entre especialistas prevén que la falta de apoyos de parte del gobierno significaría la desaparición de alrededor de 60% de las pequeñas y medianas empresas, además de que la gran mayoría considera que los apoyos anunciados hasta el momento por el Ejecutivo federal —préstamos de 25 mil pesos— ayudan muy poco o nada a los empresarios.

En este contexto la Secretaría de Hacienda dio a conocer el documento Pre Criterios generales de política económica 2021, donde prevé que el precio del barril de petróleo será de alrededor de 24 dólares este año y de 30 para 2021 (al cierre de esta edición la mezcla mexicana tenía un precio de 16 dólares).

Hacienda también pronostica que el dólar tendrá un valor de 22 dólares al cierre de este año y de 21.30 dólares para 2021 (al cierre de esta edición el dólar se vendía en 24.38 pesos).

Los analistas prevén que el precio del barril de petróleo no tendrá la recuperación esperada, en tanto que la cotización del dólar podría mantenerse en los actuales niveles e incluso incrementarse.

Asimismo alertan que las principales ramas productivas del país (turismo, comercio al menudeo, servicios, construcción y transporte de carga) reflejan índices a la baja y no hay señal de que en el corto o mediano plazo mejore la situación: “No se han dado cuenta del tamaño de la crisis”.

El jueves 2 de abril los representantes del CCE, Carlos Salazar; la Asociación de Bancos de México, Luis Niño de Rivera; y la Concamin, Francisco Cervantes, entregaron al presidente López Obrador las propuestas del sector privado para hacer frente a la crisis económica.

Fundamentalmente reiteraron su petición de que el gobierno implemente una serie de apoyos en el terreno fiscal —como lo hacen en todo el mundo— para proteger las fuentes de empleo y asegurar los ingresos de millones de familias mexicanas.

Al salir del encuentro, el presidente del CCE refirió que el primer mandatario les solicitó esperar al fin de semana para conocer las acciones que instrumentaría el gobierno, además de pedirles hacer conjuntamente una evaluación en el mes de abril para, en su caso, en mayo o junio tomar alguna decisión en el terreno fiscal.

Lo que es un hecho es lo ya anunciado por el presidente en el sentido de otorgar créditos a las Pymes.