Este es el más reciente intento de los islamistas por imponer la versión dura del Islam a la población en Gaza.
Hamas ha impuesto lentamente su interpretación fundamental de la religión en Gaza, de antemano conservadora, desde que comenzó a gobernar el territorio en 2007. Pero las nuevas medidas, en varios casos acompañadas de golpizas, contra el cabello largo o los pantalones de corte bajo parecen ser una de las fases más agresivas de la campaña hasta ahora.
La represión comenzó la semana pasada y dos de los afectados dijeron a The Associated Press que fueron juntados en operativos por separado en Gaza que incluyeron más de una decena de jóvenes.
Las autoridades de Hamas no dieron importancia a la campaña, una postura adoptada en el pasado que permite al grupo distanciarse de un operativo represor mientras al mismo tiempo infunde temor en aquellos que son el blanco.
Ziad al-Zaza, viceprimer ministro de Gaza, dijo que rapar cabezas "es un comportamiento muy limitado de la policía y no va a continuar".
El Centro Palestino para los Derechos Humanos pidió a Hamas investigar "las detenciones arbitrarias y violaciones de los derechos de civiles".