Nutrición y estimulación sensorial: vital para niñez sana

Lorena Ríos
Todo menos politica
Nutrición y estimulación sensorial: vital para niñez sana
Foto: Creative Commons/ChesterB

Problemas del lenguaje, limitaciones en el aprendizaje, discapacidad para socializar, trastorno sicomotor, así como bajo peso y talla en los niños menores de cinco años tienen su origen en una inadecuada nutrición, así como la falta de una estimulación neuronal, cognitiva y emocional desde los primeros minutos de vida, advierten especialistas.

En México 15 de cada cien niños presentan trastornos del lenguaje, es decir, no pronuncian palabras, si necesitan algo lo señalan, emiten solo sonidos, y cuando no lo obtienen o no los comprenden sueltan el llanto desesperados. “Es importante dirigirse correctamente a los niños, hablarles como adultos, porque les hablamos con diminutivos, sobrenombres, u otras palabras y después los padres se preocupan porque no hablan bien o nada”, señala Antonio Rizzoli Córdoba, jefe de la Unidad de Investigación en Neurodesarrollo del Hospital Infantil de México “Federico Gómez”.

Destaca que 50% de los niños tiene dificultades del lenguaje que logran superar con mayor atención y con una constante pronunciación de los padres y el menor, ya que los niños tienden a repetir lo que escuchan.

Otro problema que se observa en los menores de cinco años es que en los tiempos modernos se incrementa la discapacidad para socializar con otros niños, situación que se adjudica al uso excesivo de las nuevas tecnologías como celular, tabletas o computadoras.

Es importante exhortar a los padres y familiares a que se comuniquen con sus hijos desde el vientre materno, pues desde ahí ya escuchan los bebés. “Al nacer es importante que el neonato esté en contacto directo con la piel de la madre o el padre, porque desde ese momento su cerebro empieza a estimularse y a generar conexiones”, comparte.

Además destaca que desde los primeros meses de vida y a lo largo de la infancia los niños necesitan horarios para comer, activarse o jugar, bañarse y dormir. “En el caso del baño diario, al contacto entre los padres y el bebé al realizar el ritual del baño se generan experiencias multisensoriales que son fundamentales para el desarrollo cerebral del bebé. En ese momento se estimula el tacto, oído, olfato y vista del pequeño”, señala.

La detección de problemas de salud mediante las pruebas y evaluación del desarrollo infantil en los primeros cinco años de vida son primordiales. En esta etapa los problemas más comunes son de lenguaje, cognitivos y de motricidad. “Los trastornos motrices afectan a cinco de cada 100 que son diagnosticados, mientras otros siguen su crecimiento sin ser identificados ni tratados”, expone.

En los países en vías de desarrollo un número importante de niños menores de cinco años están expuestos a múltiples factores de riesgo, como la pobreza, la desnutrición, los problemas de salud y un ambiente con pobre estimulación, lo cual afecta su desarrollo cognitivo, motor y socio emocional, advierte Rizzoli Córdoba.

Nutrición adecuada

Una alimentación saludable con los nutrientes necesarios durante la infancia es uno de los factores más importantes para un adecuado crecimiento y desarrollo. La adopción de hábitos alimenticios saludables en los niños ayuda a prevenir el sobrepeso, la obesidad, la desnutrición crónica y un retardo del crecimiento, resalta Nayely Garibay, endocrinóloga pediátrica de la Clínica de Obesidad Infantil del Hospital General de México.

“La nutrición es un proceso que engloba aspectos sicológicos, biológicos y sociológicos que están involucrados en la obtención, asimilación y metabolismo de los nutrimentos por parte del organismo, en el cual se incluyen la ingestión, la digestión, la absorción, el transporte, la utilización y la excreción de sustancias alimenticias, teniendo como objetivo asegurar al organismo un desarrollo óptimo”, señala.

Advierte que entre los problemas derivados de una nutrición deficiente están la talla baja, debido a la escasa ingesta y mala absorción de alimentos que provoca un retraso en el crecimiento de los niños. A esto se suman limitantes en el proceso de aprendizaje y memorización.

Datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) 2012 indican que la prevalencia de niños menores de cinco años con bajo peso es de 2.8%, mientras que 1.6% presentarán talla baja; dicho porcentaje incrementa hasta 5% en niños menores de un año.

“Una buena nutrición depende de una correcta alimentación y esta se debe fomentar desde edades tempranas, buscando un crecimiento adecuado, así como un buen desarrollo físico y mental. De esta forma pueden prevenirse enfermedades por déficit, o exceso, en la ingesta de alimentos. Por ello es de vital importancia brindar los requerimientos de energía que cubran las necesidades de macro y micronutrimentos, logrando un equilibrio nutrimental para cada individuo en las diferentes etapas del crecimiento”, asegura la especialista.

Otro problema relacionado con una nutrición deficiente es la obesidad infantil, que ha ido creciendo de forma alarmante en los últimos años. México ocupa el primer lugar mundial en obesidad infantil y el segundo en obesidad en adultos, precedido solo por Estados Unidos. La prevalencia nacional combinada del sobrepeso y la obesidad en 2012, acorde con los criterios de la Organización Mundial de la Salud (OMS), fue de 34.4% (19.8 y 14.6%, respectivamente).

“El fomento de hábitos saludables durante la infancia es un proceso de formación en el que los niños imitan lo que observan en su núcleo más cercano, es por eso que la familia es el principal pilar y red de apoyo para promover una alimentación correcta. Debe promoverse, desde etapas tempranas de la vida, la práctica cotidiana de actividad física y motivar a los niños a incluir este hábito como parte del cuidado indispensable del cuerpo y la mente; solo así se lograrán generaciones futuras más sanas con una calidad de vida más óptima”, concluye la experta en endocrinología pediátrica.