Los principales factores de riesgo para que aparezca la enfermedad hemorroidal son la obesidad, tabaquismo, dieta pobre en fibra, estreñimiento, diarreas relacionadas a otra patología, o bien el tipo de ocupación laboral.
Este padecimiento es más frecuente en la población cuyas edades oscilen entre los 25-30 años y hasta los 40-50 años. Afecta a las mujeres y hombres por igual. Cabe destacar que las mujeres embarazadas y las personas con insuficiencia venosa crónica son más vulnerables a presentar este padecimiento, advirtió Jorge Santín Rivero, cirujano proctólogo.
El también miembro del Colegio Mexicano de Especialistas en Coproctología explicó que las hemorroides son estructuras constituidas por plexos vasculares arteriovenosos que forman un almohadillado interno y externo a lo largo del conducto anal y en el recto. Forman parte de la anatomía normal de la región y cuando sufren alteraciones se producen los síntomas y se establece la enfermedad.
El cuadro clínico depende de la localización, ya sea interna o externa, así como de las complicaciones. En las hemorroides externas tienen tres síntomas principales: dolor, irritación, ardor, tumoraciones blandas de tamaño variable y prurito. Y en las hemorroides internas los síntomas son hemorragia e inflamación.
Santín Rivero señaló que cuando un paciente inicia con síntomas y no tiene hemorroides complicadas todavía, se recomiendan fármacos y ungüentos que mejoran la condición de los vasos y evitan que el paciente presente sangrados o dolor.
Sin embargo, el tratamiento siempre deberá ir encaminado a eliminar los factores de riesgo como una dieta rica en fibra, libre de irritantes y con cantidad adecuada de líquidos, combatir la obesidad, sobrepeso, el sedentarismo, ordenar los hábitos evacuatorios, corregir el estreñimiento o diarreas.
Para las fases avanzadas se cuenta con ligadura hemorroidaria con banda elástica, el cual es un método efectivo, sencillo, prácticamente indoloro y de bajo costo institucional.
También existe la escleroterapia y la fotocoagulación con rayo infrarrojo.
Finalmente, comentó que otra alternativa es la quirúrgica y consiste en quitar el paquete hemorroidal interno y el hemorroidal externo, la cirugía se procede cuando el paciente no mejora con medidas higiénico-dietéticas o tratamiento médico o cuando tiene complicaciones como trombosis hemorroidal masiva o sangrado que no se controla con medicamentos.