Ancianos sin interacción social afecta su cerebro

Experta de la UNAM

Antonio Caporal
Ciencia
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Comunicación Social UNAM

La edad adulta es la etapa de la vida donde el ser humano define cómo quiere vivir el resto de su existencia. Sin embargo, los problemas emocionales en esta fase pueden llevar a condiciones patológicas, como la ansiedad y la depresión, aseguró Herminia Pasantes Ordóñez, investigadora emérita de la UNAM.

En el cerebro, agregó, siempre están en interacción dos áreas importantes: las emociones positivas y las negativas, el manejo dependerá de cada individuo.

Mientras que en la vejez, la etapa última del ser humano, se vive de manera diferente. En este proceso se manifiesta un deterioro de la memoria de corto plazo, mayor dificultad para resolver problemas, lenguaje menos fluido, vocabulario más pobre, menor concentración e iniciativa, así como ansiedad ante la toma de decisiones, refirió.

En esta fase de vida se ensanchan los ventrículos cerebrales que están llenos de líquido y no de neuronas, hay menos conexiones neuronales. Los investigadores que estudian el cerebro envejecido confirman que no mueren las neuronas, sino las conexiones entre éstas, sobre todo en el lóbulo frontal donde se aloja lo relacionado con el pensamiento y la memoria, detalló la experta universitaria.

De acuerdo con la especialista, el cerebro es, sin duda, la parte culminante de la evolución de la naturaleza, es lo que hace diferente a los seres humanos de los animales, en particular el lóbulo frontal, el último que apareció en la evolución y que se desarrolla durante la vida embrionaria.

“Huella cerebral”

Cada individuo, enfatizó, tiene cerebro distinto, aunque haya nacido de los mismos padres y crecido en el mismo ambiente; este órgano recibirá estímulos diferentes, de hecho se puede hablar de una especie de “huella cerebral” y se ha observado que esta conectividad interneuronal define capacidades como la inteligencia, carácter, rasgos de personalidad, etcétera, es como un hardware personal. Es decir, así están establecidas las conexiones del cerebro al nacer.

La investigadora del Instituto de Fisiología Celular mencionó que este órgano tiene una propiedad extraordinaria: la neuroplasticidad, que es la potencialidad del sistema nervioso de modificarse para formar conexiones nerviosas en respuesta a la información nueva, la estimulación sensorial, el desarrollo, la disfunción o el daño. Una persona puede ser inteligente, pero podría estar en un medio tan pobre que esta cualidad nunca alcanzará su potencial.

En la conferencia magistral “Las edades del cerebro”, la neurocientífica indicó que hablar de este órgano es hacer referencia a las neuronas, células específicas del sistema nervioso que permiten, en su mayoría, el funcionamiento de los más elementales actos como caminar y respirar, así como de los más complejos: resolución de teoremas matemáticos; ello se basa en las neuronas y la comunicación entre éstas.