ENCUENTRAN VESTIGIOS EN ZONA DEL AEROPUERTO; LAS OBRAS SIGUEN

Hasta el momento no se han registrado hallazgos que lleven al replanteamiento de la obra en construcción, ni total ni parcialmente.

ESPECIAL/NOTIMEX
200521153. Santa Lucía, 21 May 2020 (Notimex-INAH).- Autoridades del Instituto Nacional de Antropología e Historia informaron que en los terrenos donde se construye el Nuevo Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, en Santa Lucía, Estado de México, fueron hallados los restos de al menos 60 mamuts, así como osamentas humanas. Santa Lucía, Estado de México, 21 de mayo de 2020. NOTIMEX/FOTO/INAH/COR/ACE/
  • Facebook
  • Twitter

El descubrimiento y la recuperación de osamentas correspondientes a alrededor de 60 mamuts, así como de 15 enterramientos humanos de la época prehispánica en los terrenos donde se construye el Aeropuerto Internacional General Felipe Ángeles —antes ocupados por la Base Aérea Militar de Santa Lucía— suman al conocimiento de la Cuenca de México.

Pedro Francisco Sánchez Nava, coordinador nacional de Arqueología del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), precisa que los restos óseos se localizaron en tres áreas de exploración y que aún se están estabilizando, analizando y clasificando, por lo que —aclara— no es posible determinar todavía cuántas osamentas podrían estar completas.

Hasta el momento el INAH ha abierto 23 frentes de exploración en los terrenos donde se construye la instalación aeroportuaria, como parte de un proyecto de salvamento arqueológico y paleontológico que se lleva a cabo con el apoyo logístico y financiero de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).


Nueva línea de investigación

Una de las áreas de exploración se localiza en lo que fue la orilla del lago de Xaltocan. De ahí que las osamentas que resguarda estén mejor integradas anatómicamente, a diferencia de los elementos encontrados más dispersos en las dos áreas restantes, ubicadas hacia partes más profundas de la zona lacustre.

Los ejemplares de mamuts, destaca el arqueólogo, pertenecen a la especie Mammuthus columbi —abundante en Norteamérica durante el Pleistoceno, era geológica concluida hace doce mil años— e incluyen machos, hembras y crías, los cuales probablemente murieron al quedar atascados en el lago debido a que su profundidad variaba e incluso llegaba a desecarse hasta quedar convertido en un espacio pantanoso.

A diferencia del contexto inédito de caza de mamuts descubierto por el INAH en el también municipio mexiquense de Tultepec en noviembre de 2019, la megafauna de Xaltocan —localizada a profundidades que median entre los 80 centímetros y los 2.5 metros— no presenta huellas de cacería humana o acomodos antropogénicos. “Sin embargo no se descarta que los humanos hayan aprovechado a estos pesados animales una vez que quedaban atascados en el fango”, detalla el especialista.

Sánchez Nava, en conjunto con Salvador Pulido Méndez, director de Salvamento Arqueológico del INAH, refiere que estos ejemplares han sido descubiertos desde octubre de 2019 a la fecha y explorados por un grupo de 30 arqueólogos, más el apoyo de tres restauradores, equipo de especialistas que encabeza el doctor Rubén Manzanilla López, con el fin de garantizar su correcta extracción para posteriores estudios, los cuales permitan determinar sus temporalidades, dietas y patologías, entre otros aspectos.

Pulido Méndez añade que hasta el momento no se han registrado hallazgos que lleven al replanteamiento de la obra en construcción, ni total ni parcialmente. “Más bien los trabajos han permitido abrir una coyuntura de investigación en un espacio donde, si bien se sabía de la existencia de vestigios óseos, no se había tenido la oportunidad de localizarlos, recuperarlos y estudiarlos”.

Sobre los 15 entierros humanos del periodo prehispánico también descubiertos, los arqueólogos señalan que pertenecerían a agricultores que fueron inhumados domésticamente ya que algunos estaban acompañados de ollas, cajetes y figurillas de barro, como la de un perro.

El equipo en campo, liderado por el arqueólogo Manzanilla López, supone que la presencia teotihuacana en el sitio no fue muy significativa y que la continuidad del asentamiento ocurre principalmente hacia el periodo Epiclásico (750-950 dC), de acuerdo con los tipos cerámicos del complejo denominado Coyotlatelco.

“Fue hacia el periodo Posclásico (950-1521 dC) cuando se estableció el señorío de Xaltocan, del cual se han encontrado vestigios asociados en los terrenos ahora explorados, consistentes en cerámicas de tipo azteca. Los enterramientos, sobre los cuales también se profundizará en gabinete, pertenecerían a esta última fase de ocupación”.

Museo de sitio

“La historia del lago Xaltocan y de la región de Santa Lucía es fascinante”, comenta Pedro Francisco Sánchez Nava, quien señala así el motivo por el cual se considera la propuesta de habilitar el casco de la antigua hacienda de Santa Lucía como un museo de sitio integrado al Aeropuerto Internacional General Felipe Ángeles.

Este inmueble, de acuerdo con información de la Sedena, tiene sus antecedentes más tempranos en 1576, con una fundación atribuida al jesuita Pedro Sánchez. Ya para fines del siglo XVIII, con la expulsión de dicha orden religiosa de la Nueva España, el predio pasó a manos de Pedro Romero de Terreros, primer Conde de Regla.

En la época independiente fue propiedad del gobierno mexiquense, que a su vez la cedió a la Federación para establecer allí la Base Aérea Militar N° 1, inaugurada en 1952, para absorber y ampliar la función del campo de aviación militar de Balbuena.

“La propuesta es que el casco de la hacienda, el cual fue bien conservado, con modificaciones reversibles y cuidadosas, se convierta en un espacio de divulgación, donde podamos mostrar a quienes arriben al aeropuerto no solo mamuts sino también vestigios de la ocupación teotihuacana, del paso de los mexicas, de la historia jesuita durante la evangelización y, en general, del devenir de la región y de la construcción de nuestro país”, concluye Sánchez Nava.