La tierra provee lo suficiente para satisfacer las necesidades de cada hombre pero no la avaricia de cada hombre.
Mahatma Gandhi
Planeta Tierra tal cual lo conocemos solo hay uno. Quizás en otras galaxias o en un universo alterno existan más planetas como el nuestro. Pero el que habitamos, respiramos, del que comemos y donde formamos familia y morimos es único, irreparable e irremplazable.
Es triste admitirlo pero desde que nacemos comenzamos a oxidarnos tanto nosotros mismos como a nuestro hogar. Desde que llegamos al mundo empezamos a contaminar y al morirnos lo habremos hecho demasiado.
De acuerdo con el estudio hay rasgos de la personalidad y comportamientos que se asocian a mayor o menor escala con ser proambiente. Alistair Raymond Bryce Soutter, investigador de la Universidad de Edimburgo, y su equipo analizaron los datos de 38 ensayos que comprenden la participación de 44 mil 993 personas de 19 países diferentes. En cada documento se analizaron los cinco rasgos de la personalidad (apertura a nuevas experiencias, responsabilidad, extroversión, amabilidad, neuroticismo o inestabilidad emocional); también hicieron un examen basado en el modelo HEXACO (el cual incluye a estos cinco rasgos además de medir honestidad y humildad).
Los estudios utilizaron un rango de escalas para medir actitudes proambientalistas bajo ejemplos como: ¿el cambio climático es real? O evaluaciones de conjuntos de comportamientos como donar a organizaciones de beneficencia o reciclaje.
Ventana
Luego de un arduo trabajo de metanálisis los expertos encontraron que el rasgo de la personalidad de apertura a nuevas experiencias fue el más asociado con comportamientos y actitudes proambiente. De acuerdo con los expertos las personas más abiertas tienden a estar mejor informadas y conocen las consecuencias de las acciones que tienen los humanos en el medio ambiente. Justamente por su apertura es que podrían sentirse más cómodos al optar por un carro eléctrico o poner paneles solares en sus casas.
Otro rasgo que se asocia positivamente con el medio ambiente fue el de honestidad y humildad. Los investigadores sugieren que este rasgo se define por la “tendencia para cooperar y no explotar a los demás”; por ende estas personas difícilmente se sentirían cómodas al explotar al medio ambiente.
Este nuevo estudio es apenas el inicio pero podría convertirse en una ventana importante que abre la posibilidad a implicaciones prácticas. Con estos hallazgos se podrían replantear las campañas proambientales para apelar a aquellas personas que no resuenen con ellas. Como aseguran los expertos, “los factores de personalidad pueden desempeñar un papel significativo y sistemático en dicho replanteamiento”.
Y tú ¿qué tan ambientalista eres?