LÓPEZ-GATELL ACUSA A GOBERNADORES; MAL CON EMPRESARIOS

Según la Secretaría de Hacienda el gobierno no puede ayudar a los inversionistas.

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En su mayoría los gobernadores no informan al régimen presidencial de enfermedades como la pandemia o de prevenciones generales y esto agravia a gente con urgencias de atención médica.

Así lo denunció el subsecretario de Prevención y Promoción de Salud, Hugo López-Gatell, quien suspendió el servicio semanal del dichoso semáforo, lo cual no pareció afectar a los mandatarios estatales: no hubo problemas que lamentar.

Dijo López-Gatell que a causa de las deficiencias de los gobernadores aumenta el peligro de los rebrotes y contagios de la pandemia. No detalló cuántos rebrotes han sucedido en México y agregó que él no acusa a nadie.


Los gobernadores exigen respeto a su autonomía, pero esta es relativa porque —les reviran— reciben del gobierno federal beneficios financieros, de asistencia médica y de seguridad, entre otros, sin los cuales se verían en situación apremiante.

Así se pasan el tiempo en alegatos de baja estofa, sin nada de interés para la población. ¿Acaso por falta de autoridad? ¿O estamos en el punto en el cual se pierde el rumbo por la ausencia de funcionarios capaces?

Hay quienes creen que las riñas de las entidades estatales y el Ejecutivo federal significa fracturar al Estado mexicano. Exageran.

Mayor distancia con empresarios

En otro ámbito, también de diretes, el gobierno federal enfrenta conflictos financieros con el sector empresarial y eso ocasiona la fuga de capitales. Numerosos magnates sacan su dinero de México y provocan desplomes de la economía. Con ello el peso sufre peor deterioro.

Los empresarios se quejan de no recibir apoyos del Ejecutivo. Les han negado créditos y mejores plazos en el pago de impuestos, afirman. El gobierno atraviesa por una situación crítica de dinero y, según la Secretaría de Hacienda, no puede ayudar a los inversionistas.

De por sí la relación entre ambos sectores no es buena. Desde el inicio del régimen actual fue notorio el distanciamiento que a todos perjudica ya que se puede repetir la historia de Echeverría y los capitalistas regiomontanos, con peores consecuencias para la economía.

El gobierno federal esperaba grandes inversiones de particulares, pero no suceden. Tras diversos encuentros entre ambas partes se habló de cuantiosas sumas destinadas a obras de infraestructura; y todo quedó en palabras. En los últimos meses fue notorio el distanciamiento.

Instituciones internacionales, bancarias y calificadoras señalan los peores augurios para nuestro país este año. Pronostican un crecimiento económico de menos 8.8% o más bajo, lo cual se suma al ya trágico actual índice en bajo cero.

Eso no parece inquietar a nuestras autoridades, pese a continuar la fuga de recursos económicos al extranjero y que suceda en los peores momentos para las finanzas de México.

Algunos políticos y analistas recuerdan la lección de que ningún mandatario, de cualquier nivel, debe enojarse con los empresarios, menos con los llamados dueños del dinero: los banqueros. Pero las peleas se multiplican en esos niveles.