LEALTAD INSTITUCIONAL

Las Fuerzas Armadas se deben a su origen popular y a su reconocida disciplina.

Foto: Especial

Las Fuerzas Armadas se deben a su origen popular y a su reconocida disciplina.

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Se cumplió un aniversario más de la creación del Ejército mexicano: el pasado 19 de febrero, en el Zócalo de la Ciudad de México, el presidente de la República encabezó un festejo popular y con palabras alusivas al acontecimiento histórico. También en cada instalación militar del país los integrantes de esa Fuerza Armada fueron festejados por familias y autoridades.

Cada aniversario de la fundación del Ejército, como lo fue también el día 10 de este mes al conmemorarse la creación de la Fuerza Aérea Mexicana, tiene un contexto específico. En esta ocasión, además de ser la primera que se celebra en el centro de la Ciudad de México, también concurren acontecimientos nacionales e internacionales. Ahora, sin duda alguna, la creación de la Guardia Nacional, el 30 de junio del año pasado, es una variable relevante a considerar en la denominada estrategia de seguridad pública, así como sus consecuencias respecto de la estructura militar del país.


Debemos recordar que una de las principales virtudes que propios y ajenos, dentro y fuera de México, le reconocen a las Fuerzas Armadas es su lealtad institucional, el compromiso con la sociedad y con la democracia.

Sin distingos de partidos políticos —incluso cuando en 1989 el Partido Acción Nacional ganó por primera vez una gubernatura, la de Baja California— los integrantes del instituto armado han trabajado con la misma disciplina y entrega que les caracteriza. Hay que recordar que en menos de 20 años nuestro país ha observado la alternancia de tres partidos políticos en la Presidencia de la República: Acción Nacional en 2000, el Revolucionario Institucional en 2012 y ahora el gobernante Morena en 2018.

No ha habido ni situación ni asomo alguno de posturas políticas y presiones por parte de las Fuerzas Armadas y, justo a la inversa, cada presidente se ha venido recargando de manera notable en ellas para tratar de contener y someter a las actividades del crimen organizado y delincuencia común. Al menos así viene siendo desde el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, cuando se crea el ahora desaparecido Centro de Investigación y Seguridad Nacional. Ahora con el presidente Andrés Manuel López Obrador el cúmulo de actividades y responsabilidades transferidas a las Fuerzas Armadas rebasa por mucho sus estrictas responsabilidades apuntadas en la Constitución y las Leyes Orgánicas correspondientes.

Reconocimiento

La lealtad institucional, que también se conmemora en este mes, el día 9, con la Marcha de la Lealtad, no es otra cosa que recordar que las Fuerzas Armadas se deben a su origen popular y a su reconocida disciplina para estar en los momentos decisivos del lado del orden y en defensa de la democracia. De allí que con estas como sus principales características sean un baluarte de confianza por parte del poder civil. Desde la construcción de sucursales bancarias, pasando por la de los 266 cuarteles avanzados para la Guardia Nacional, la vigilancia y administración de las aduanas marítimas, la dispersión de recursos de programas sociales, hasta la producción y siembra de millones de árboles, además de otras muchas actividades entre las que destacan los programas de apoyo a la población en situaciones de desastre, así como el incuestionable compromiso para hacer frente a la ola de criminalidad en varias partes del país, sabemos que contamos con el respaldo y confianza del Ejército, la Fuerza Aérea y la Marina-Armada de México.

Como ciudadanos nos corresponde reconocerles ese infatigable e indeclinable apego a las leyes, instituciones y causas justas para el país.