El próximo lunes 4 de octubre se conmemoran los 200 años de la creación de la Armada de México. Las condiciones geopolíticas de nuestro país han generado a lo largo de la historia que su territorio sea codiciado por potencias intervencionistas del momento. Con tres millones de kilómetros cuadrados de superficie acuática y dos de terrestre la necesidad de custodiar la soberanía e integridad de la patria es la norma desde que somos independientes.
La ubicuidad de las costas, bioceánicas y aguas templadas, son unas características que en comparación con otros países como Rusia, Estados Unidos o Canadá evidencian las ventajas de México. Los países aludidos, si bien tienen costas a tres Océanos, sus distancias entre costa y costa, así como las condiciones climatológicas, implican el desarrollo de tecnología específica para la pesca o el comercio, además por supuesto del resguardo en la actualidad de los recursos petrolíferos y gasíferos en la denominada zona de Campeche.
Desde tiempos del coloniaje la muy importante Nao de China justo llegaba a las costas del Pacífico para reembarcar en el Puerto de Veracruz y continuar con su travesía a España. El creciente comercio intercontinental ubicaba a la entonces Nueva España como una auténtica potencia marítima. Con el paso de los siglos dicha posición geográfica, al proyectarse como punto clave de la mercadería, impulsó a México como un jugador clave en los intereses geográficos.
El último rescoldo de España, San Juan de Ulúa, que por un largo periodo fue además de una instalación militar un presidio, cayó en manos de los insurgentes luego de brillantes operaciones militares navales para conseguir la unidad del territorio. Las Fuerzas Armadas de México, desde entonces, han observado una constante adecuación a las exigencias de las circunstancias sin dejar de lado la esencia profesional y filosofía de la guerra. Ahora en esta tercera década del siglo XXI no es la excepción.
Garante
Once mil kilómetros de litorales, así como patrimonios como el Mar de Cortés, las aguas del Mar Caribe, sin dejar de lado por supuesto los puntos turísticos de fama mundial, propician y aún más exigen que México cuente con Fuerzas Armadas y en particular con una bien dotada Armada que garantice el pleno usufructo de esas condiciones.
De ahí que las recientes reformas a la Ley Orgánica para otorgar plena autoridad en lo referente a las aduanas marítimas, así como las normas de la disciplina militar, sean un paso importante para consolidar las exigencias de la soberanía.
En un año como el que casi concluye, con una importante carga de celebraciones y conmemoraciones, recordar la creación de la Armada de México es también patentizar la creación del Ejército Mexicano y de la Fuerza Aérea Mexicana.
Los aspectos cruciales —como el apoyo a la población en situaciones de desastre, pasajes históricos y por supuesto la sustancial contribución a la recuperación de la Seguridad Pública, así como la creación de la Guardia Nacional— son eventos patentes de ese sustancial compromiso con el país y la sociedad.
Por lo anterior es relevante la conmemoración de los primeros 200 años de creación de la Armada de México y en sí de las Fuerzas Armadas. El desarrollo del país demanda una presencia vigorosa del recurso y capacidad de disuasión.