La vía legal se le ha agotado a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación: la Suprema Corte de Justicia de la Nación rechazó los amparos presentados por miembros de la CNTE. Esto representaba la última opción legal de los grupos que se oponen a la reforma educativa. Si se quiere abrogar la reforma será ahora necesario enmendar nuevamente la Constitución y las leyes secundarias.
Los líderes de la CNTE han dicho que recurrirán a instancias internacionales como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos o la Organización Internacional del Trabajo, pero no sé realmente si hay posibilidad de que estas pudieran revertir las decisiones de la Suprema Corte.
Usualmente esas instituciones solo intervienen en casos en que los quejosos no han tenido acceso a tribunales nacionales, pero la CNTE ha pasado por todas las instancias del país en su oposición a la reforma educativa.
Independientemente del recurso a instancias legales del exterior, los líderes de la CNTE dicen que la reforma no pasará, que no permitirán que en los estados que controlan se lleven a cabo evaluaciones ni para contratar a nuevos maestros ni para mantener a docentes ante las aulas ni para las promociones a cargos de supervisión o dirección.
Por lo pronto la Coordinadora sabe bien que ganó su primer pulso con la Secretaría de Educación Pública. La sección 22 de Oaxaca y la sección 18 en Michoacán se abstuvieron de acudir a clases durante dos semanas, la primera, y tres, la segunda. A pesar de eso, la SEP no se atrevió a descontarles los días y mucho menos a destituirlos como ordena la ley.
Los líderes del sindicato no son tontos: saben que si la SEP paga sus quincenas aunque no den clases, en abierta violación a la legislación, ya han derrotado al gobierno sin importar lo que digan los tribunales.
La SEP trata de ir aplicando la reforma educativa de manera gradual. La mayoría de los estados, de hecho, aplican las nuevas reglas sin problemas. En general los maestros no tienen temor a ser evaluados. No faltan candidatos en las evaluaciones fuera de Oaxaca, Michoacán, Chiapas y Guerrero.
Conquista
Según la SEP la evaluación cancelada el 20 de junio habrá de reponerse en una fecha no definida. El secretario Emilio Chuayffet y el presidente Enrique Peña Nieto sin duda entienden que una reforma constitucional que no se aplique en todo el país está condenada al fracaso.
El propósito de la reforma era, por supuesto, elevar la calidad de la educación. De hecho, al anunciar sus decisiones sobre los amparos de los maestros disidentes algunos ministros de la Suprema Corte señalaron que los niños tenían derecho a gozar de una educación de mejor calidad.
La verdad es que no sabemos si realmente la reforma ayudará a mejorar la calidad de la educación. Esta depende de muchos factores, entre ellos los programas de estudio; pero es verdad que la calidad de los maestros es uno de los factores fundamentales. Contar con sistemas de evaluación de maestros que ingresen al sistema, se mantengan en él o aspiren a cargos de dirección o supervisión es importante. Lo que no se mide no se puede mejorar.
La conquista de la calidad educativa, sin embargo, es un proceso muy complejo. Una vez que se logre aplicar la actual reforma educativa, que en mucho es un simple sistema de evaluación y censo de maestros para evitar abusos hoy generalizados, tendremos que empezar a trabajar en los métodos y programas de enseñanza.