LOCALIZAN VESTIGIOS DEL SIGLO XIX EN LA CDMX

Hector González
Cultura
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INAH

Bien se sabe que la Ciudad de México se ha construido en capas. Debajo de las calles y edificios sobre los que nos movemos no es extraño encontrar estructuras de periodos anteriores. Sin embargo eso no quiere decir que los hallazgos no revelen información histórica de la capital.

Es el caso del reciente descubrimiento realizado por trabajadores del INAH mientras hacían tareas de salvamento arqueológico como parte de la remodelación de las avenidas Chapultepec y Doctor Río de la Loza, en la colonia Doctores.

Originalmente conocida como colonia Hidalgo, la demarcación fue de los primeros ejercicios de expansión de la Ciudad de México. A partir de la segunda mitad del siglo XIX el sitio rebautizó sus calles y les colocó el nombre de médicos ilustres de la Reforma y el Porfiriato: Eduardo Liceaga, Rafael Lucio, Fernando Zárraga y Leopoldo Río de la Loza, entre otros. De hecho por eso se empezó a construir ahí a finales de los treinta del siglo XX el Centro Médico.

Como parte de las labores de salvamento arqueológico que se realizan en paralelo a las obras de renovación del drenaje y la remodelación urbana los especialistas del INAH ubicaron vestigios que corresponden a los cimientos de las primeras casas fundadas en esa colonia.

El arqueólogo de la Dirección de Salvamento Arqueológico (DSA) del INAH, Daniel Santos Hipólito, apunta que los trabajos iniciaron en junio pasado y se extenderán hasta enero de 2021 en un área de 4.61 kilómetros, entre la Glorieta de los Insurgentes y la avenida Balderas. Y es en ese contexto donde los investigadores ubicaron 45 muros de cimentación con grosores de 60 a 70 centímetros.

“Incluso frente a un predio de Río de la Loza localizamos restos del sótano de una antigua casa. Era una bóveda de cañón corrido con techo de ladrillo, misma que podría haber sido usada para fraguar metales”, explica Santos Hipólito.

Asimismo en la colonia Juárez se detectaron concentraciones de lozas finas en proceso de manufactura, las cuales probablemente —considerando sus acabados, como el denominado “oro sobre blanco”— se elaboraron para imitar marcas de cerámicas europeas.

Otro hallazgo notable es un canal subterráneo de agua, de 1.20 cm de ancho por 1.70 cm de alto, el cual estaba tapiado con lajas de basalto y ubicado sobre avenida Chapultepec, entre las calles Morelia y Guaymas, que se estima pudo haber sido un ramal o derivación del acueducto virreinal de Chapultepec.

Proteger hallazgos

Como parte del proyecto de salvamento los arqueólogos indagan en la historia de esta parte de la Ciudad de México. Gracias a esas labores ahora se sabe que la actual avenida Río de la Loza se ubica en lo que fue la orilla sur de la isla de Tenochtitlán y el campan (parcialidad) de Moyotlán.

Después de la Conquista el campan de Moyotlán se consagró a San Juan y fue el hogar de los descendientes de la nobleza indígena tenochca. No obstante el área que ahora concentra los hallazgos históricos comenzó su urbanización hasta finales del siglo XVIII.

Como parte del salvamento también se registran y protegen segmentos aislados de rieles de tranvía de mediados del siglo XX.

A partir de los descubrimientos el INAH recomendó a la empresa contratista que los vestigios queden protegidos por una geomalla y distintas capas de grava y arena, para así dar paso a las jardineras de la nueva acera.