Arlington, Octubre 25- Brett Phillips rompió en llanto en medio del terreno del juego mientras Randy Arozarena seguía tendido golpeando el plato.
Lágrimas de alegría y golpes de celebración — y un triunfo inesperado y crucial para los aguerridos Rays de Tampa Bay.
El usualmente inofensivo Phillips empató el juego con un sencillo ante Kenley Jansen con dos outs en la parte baja de la novena entrada y resultó ser el batazo decisivo cuando los Dodgers de Los Ángeles pifiaron dos veces la esférica, permitiéndole a Arozarena anotar desde segunda para guiar a los Rays a una victoria el sábado 8-7 que remató esta dramática Serie Mundial a dos triunfos por lado.
“¡Vaya, que momento tan especial!”, dijo Phillips.
El jardinero central Chris Taylor pifió el batazo de Phillips para un error mientras Kevin Kiermaier anotaba la carrera del empate. Arozarena nunca detuvo su marcha y cayó al suelo en su camino hacia el plato, mucho antes de llegar a la registradora.
Pudo ponerse en pie y anotar cuando el receptor Will Smith volteó antes de tiempo y no pudo controlar el disparo, permitiendo que la esférica se le escapara y Arozarena timbró sin mayor problema.
“Una vez que vi que Randy se resbaló, dije ‘demonios, al menos lo empatamos’, y luego vi que se le fue la pelota”, comentó Phillips. “No sé qué pasó pero anotó. Lo próximo que supe es que estaba festejando por los jardines y fue ahí que todos me cayeron encima.
Jansen entró al relevo en el noveno inning y ponchó a Yoshi Tsutsugo antes de que Kiermaier le pegara sencillo. Arozarena, un novato que entradas atrás impuso récord de playoff con su noveno cuadrangular, negoció base por bolas con dos outs, dándole paso a Phillips.
“Hay que seguir siendo positivo”, dijo Jansen. “No admití un hit directo. ¿Qué puedo hacer? Lancé a donde quería. Mérito de los bateadores”.
Phillips, de 26 años y procedente de Seminole, Florida, fue seleccionado por Houston y jugó con Milwaukee y Kansas City antes de que Tampa Bay le adquiriera en agosto para un equipo de las menores. Elogiado por su defensa en los jardines, no ha bateado mucho en las mayores y terminó la temporada regular con una media personal de .202 en 153 juegos.
“Qué gran esfuerzo de equipo en esta victoria. Tomó de casi los 28 hombres”, dijo Phillips. “Eso es lo especial de este equipo. Nos unimos con un sólo objetivo, que es ganar. No dependemos de un jugador. Se requiere de todos. El béisbol es divertido”.