MÉXICO Y EU: CONVIVENCIA Y LIDERAZGO

Algunos pensaban que nuestras diferencias ideológicas habrían de llevarnos de manera inevitable al enfrentamiento.

Ángel Hernández
Internacional
Donald Trump Welcomes Mexican President Andres Manuel Lopez Obrador To The White House
WIN MCNAMEE/AFP

Los presidentes Andrés Manuel López Obrador y Donald Trump reafirmaron el compromiso de sus gobiernos para edificar una alianza económica y de seguridad que fortalezca una relación bilateral que se beneficiará sin duda con la entrada en vigencia del Tratado de libre comercio entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC).

En su primer encuentro, celebrado en Washington, el mandatario mexicano destacó la importancia de aprovechar la oportunidad que representa la vecindad para lograr una mayor integración en América del Norte que dé lugar a la creación de empleos, fomente el comercio y aumente la producción.

El Ejecutivo estadunidense calificó por su lado de excepcional la visita, en la que se lograron avances entre ambos países, y recalcó que desde un principio ha tenido una buena relación con López Obrador —a quien llamó “mi buen amigo”—, a pesar de las adversidades y de las apuestas en contra.

Reconoció el aporte que hacen los 36 millones de mexicoamericanos en la vida social de Estados Unidos, con contribuciones extraordinarias. “El pueblo mexicano es valioso. Han implementado y propulsado empresas e industrias, forman parte de los departamentos de policía y de nuestras filas militares”, aseveró.

López Obrador, quien coincidió en que fallaron los pronósticos en contra porque los dos presidentes no se enfrascaron en dimes y diretes sino que, al contrario, en un ambiente de convivencia amistosa y respetuosa, expuso que su visita a ese país (la primera que realiza al extranjero) se debió en buena medida a la importancia que tiene la entrada en funcionamiento del TMEC.

Este hecho es sobresaliente, resaltó, sobre todo en tiempos como los actuales de crisis geopolítica y económica mundial ya que representa un gran logro en beneficio de las tres naciones que integran el acuerdo comercial.

Recordó que la historia entre México y Estados Unidos enseña que es posible entenderse sin prepotencias ni extremismos y reconoció al presidente Trump ser cada vez más respetuoso con los mexicanos que se encuentran en ese país.

El jefe del Ejecutivo mexicano manifestó que lo que más aprecia de su contraparte es que nunca ha buscado imponer nada que viole o vulnere nuestra soberanía, ni ha pretendido tratarnos como colonia y, por el contrario, ha honrado nuestra condición de nación independiente.

“Somos países, somos pueblos vecinos, hermanos, que queremos mantener buenas relaciones en lo económico, en lo comercial, en lo social, en lo cultural”, y la visita es el comienzo de una etapa nueva, subrayó.

Aprovechar ventajas

Después de un vuelo comercial de siete horas hacia la capital de Estados Unidos, el presidente López Obrador llegó a Washington la noche del martes 7.

Su primera actividad fue en la mañana del miércoles 8 con una visita al monumento a Abraham Lincoln, donde colocó una ofrenda floral. Más tarde se trasladó al sitio donde se encuentra la estatua de Benito Juárez, donde también colocó una ofrenda e hizo una guardia de honor.

Alrededor de las dos de la tarde llegó a la Casa Blanca, donde fue recibido por Donald Trump, con quien sostuvo un encuentro privado y al concluir este ambos ofrecieron un discurso.

El presidente de México resaltó la importancia del TMEC por tratarse de un mecanismo para producir, crear empleos y fomentar el comercio sin necesidad de ir tan lejos de nuestros hogares, ciudades, estados y naciones.

Consideró que las importaciones que realizan los tres países desde otras regiones del mundo pueden producirse en América del Norte con menores costos de transporte, con proveedores confiables y con el uso de fuerza de trabajo de la región.

López Obrador aclaró que no se trata de cerrarse al mundo sino de aprovechar las ventajas que brinda la vecindad, además de que el tratado permite atraer inversiones de otros lugares siempre que se cumpla con el requisito de producir mercancías de elevado contenido regional y procurar condiciones salariales y laborales justas para los trabajadores del país exportador o importador.

Expuso que las tres naciones aportan capacidad productiva, mercados, tecnología, experiencia, mano de obra calificada, y destacó que México tiene algo valioso para hacer efectiva y potenciar la integración económica y comercial de la región: su joven, creativa y responsable fuerza laboral.

Añadió que el TMEC tiene dos elementos nuevos que ayudan a integrar más la región y a potenciarla: establece que las mercancías elaboradas en la zona deben tener un elevado contenido regional, es decir, con partes producidos en Canadá, México y Estados Unidos, y que se garanticen mejores salarios y condiciones laborales para los trabajadores de los tres países.

El mandatario mexicano aseveró que con el tratado, en vez de distanciarse, se opta por marchar juntos hacia el porvenir, privilegiar el entendimiento y hacer a un lado las diferencias o resolverlas con diálogo y respeto mutuo.

Reconoció que en la historia de las relaciones entre ambos países se han dado desencuentros y hay agravios que todavía no se olvidan, pero apuntó que también se han podido establecer acuerdos de cooperación y de convivencia.

Comunidad buena y trabajadora

López Obrador afirmó que la historia, la geopolítica, la vecindad y las circunstancias económicas de ambos países impulsan de manera natural un proceso de migración de mexicanos hacia Estados Unidos y se ha conformado en ese país una comunidad de casi 38 millones de personas, incluyendo a hijos de padres mexicanos.

“La mexicana es una comunidad de gente buena y trabajadora que vino a ganarse la vida de manera honrada y que mucho aporta al desarrollo de esta gran nación”, subrayó al señalar que en México, más que en ningún otro país del mundo, a su vez viven y forman parte de la sociedad mexicana un millón y medio de estadunidenses, de modo que las dos naciones conviven unidas, más que por la proximidad geográfica, por vínculos económicos, comerciales, sociales, culturales y de amistad.

Manifestó que como en los mejores tiempos de las relaciones políticas entre México y Estados Unidos durante su mandato como presidente de México en vez de agravios hacia su persona y, lo que estimó más importante, hacia el país, se ha recibido por parte de Trump comprensión y respeto.

“Algunos pensaban que nuestras diferencias ideológicas habrían de llevarnos de manera inevitable al enfrentamiento. Afortunadamente ese mal augurio no se cumplió y considero que hacia el futuro no habrá motivo ni necesidad de romper nuestras buenas relaciones políticas ni la amistad entre nuestros gobiernos”, recalcó.

Refirió que en México se desató un debate sobre la conveniencia del viaje para entrevistarse con el mandatario estadunidense. “Yo decidí venir porque es muy importante la puesta en marcha del tratado, pero también quise estar aquí para agradecerle al pueblo de Estados Unidos, a su gobierno y a usted, presidente Trump, por ser cada vez más respetuosos con nuestros paisanos mexicanos”.

Le agradeció además su comprensión y la ayuda brindada en asuntos de comercio, petróleo y para la adquisición de equipos médicos que México necesitaba con urgencia para tratar a enfermos del Covid-19.

También le reconoció que no haya buscado imponer a México nada que viole o vulnere su soberanía. “En vez de la Doctrina Monroe usted ha seguido, en nuestro caso, el sabio consejo del ilustre y prudente George Washington, quien advertía que las naciones no deben aprovecharse del infortunio de otros pueblos”, puntualizó.

Relación de confianza

El presidente Donald Trump dijo a su vez que la relación entre ambos países jamás había sido tan estrecha como lo es hoy, si bien la gente apostaba en contra.

Indicó que realizan un trabajo magnífico juntos, se comparte amistad, relación y sociedad, y aseguró que la relación se basa en confianza y respeto mutuo “y honramos la gran dignidad de ambas naciones”.

Y recordó que la relación entre los presidentes de México y Estados Unidos se remite a la fundación de ambos países, incluyendo la presidencia de Abraham Lincoln y la de Benito Juárez, quienes se tenían gran estima y eran grandes amigos.

Trump habló del papel que tienen los 36 millones de ciudadanos mexicanoamericanos: “Son grandes hombres y mujeres comerciantes; conforman un gran porcentaje de propiedad de negocios; son sumamente exitosos. Son, como usted, grandes negociantes, grandes personas y seres honorables”.

Aseguró que los dos gobiernos mantienen una cooperación estrecha para eliminar el trasiego de estupefacientes, de armas, detener la trata de personas, el combate a los cárteles de las drogas y tener leyes migratorias que realmente protejan a la población.

“Es un momento histórico en el que Estados Unidos y México se deben sentir orgullosos”, concluyó.

RECUADROS

Empresarios con dimensión social

Durante su visita oficial a Estados Unidos el presidente Andrés Manuel López Obrador invitó a un grupo de empresarios mexicanos para que lo acompañaran a la cena ofrecida por Donald Trump con motivo de la entrada en vigor del TMEC.

El mandatario mexicano manifestó ante su contraparte estadunidense que se trataba de empresarios destacados que no solo invierten sino que producen, generan empleos y tienen una dimensión social.

Agregó que son empresarios que no piensan solo en la acumulación de ingresos sino también en que “nos vaya bien a todos, que le vaya bien a nuestro pueblo”.

Los hombres de negocios invitados fueron Ricardo Salinas Pliego, Patricia Armendáriz Guerra, Carlos Bremer Gutiérrez, Daniel Chávez Morán, Bernardo Gómez Martínez, Francisco González Sánchez, Carlos Hank González, Miguel Rincón Arredondo, Marcos Shabot Zonana, Carlos Slim Helú y Olegario Vázquez Aldir.

El presidente de Grupo Salinas, Ricardo Salinas Pliego, emitió mensajes en sus redes sociales después de la cena en la Casa Blanca, en los que afirmó que la esencia del libre comercio es que cada persona compra lo que más le conviene ya que no hay presión sobre quién compra ni tampoco restricciones a quienes ofertan bienes y servicios.

Eso significa, agregó, que “los gobiernos no actúan de manera autoritaria para impedir la oferta o la demanda”.

Resaltó que el libre comercio acerca a los pueblos aleja las guerras y es la piedra angular de la civilización que nos separa de la barbarie. “Celebramos la entrada en vigor del nuevo TMEC y, desde Washington, podemos decir que es un gran día para los pueblos de los tres países firmantes”, comentó.

El empresario mexicano recalcó que el libre comercio nos acerca a la prosperidad para todos, “esa prosperidad incluyente a la que siempre hemos aspirado”, y agradeció al presidente López Obrador la invitación para acompañarlo. “#México cuenta con @gruposalinas para sumar esfuerzos y salir adelante”, recalcó.

Hacia una relación renovada

En la declaración conjunta que firmaron los presidentes de México y EU se reconocen los avances de ambos países hacia una relación renovada y fortalecida, preparada para enfrentar los desafíos económicos y de seguridad del siglo XXI.

Los mandatarios resaltan que el TMEC fortalecerá la competitividad global como región y promoverá el crecimiento económico, el empleo y la prosperidad de ambos pueblos.

Manifiestan que la pandemia por el coronavirus Covid-19 afecta profundamente a los habitantes de ambos países.

El TMEC es un instrumento idóneo para proporcionar certeza económica y mayor confianza en las dos naciones, lo que será fundamental para la recuperación que ya ha comenzado en ambos territorios.

Norteamérica es una región que crea prosperidad y marca el inicio de una nueva era que beneficiará a los trabajadores de ambos lados de la frontera, que son la columna vertebral de sus economías integradas.