Hasta la primera mitad del 2013 México recibió 10,703 millones de dólares en remesas provenientes del extranjero, de las cuales más de la mitad se concentraron en 7 entidades federativas de las 32 que existen en el país, según datos del Banco de México .
De acuerdo a estimaciones del Banco Mundial , para cuando termine este año México habrá recibido 22,000 millones de dólares por este concepto, ocupando el cuarto lugar como receptor de remesas en el mundo.
Los 7 estados que acaparan más de la mitad del dinero que envían los connacionales son:
En 2012 a México llegaron 22,446 millones de dólares en remesas, 1.6% menos a comparación del 2011, cuando se recibieron 22,803 millones.
Se registraron 71.6 millones de transferencias de dinero el año pasado, y en promedio los mexicanos envían 313 dólares (4,130 pesos) por transacción.
La crisis económica en Estados Unidos y el endurecimiento de la vigilancia en la frontera provocaron una baja en el flujo migratorio de mexicanos hacia el país, y por lo tanto una disminución considerable en las remesas que llegan a México.
En 2008 había 6.6 millones de mexicanos indocumentados trabajando en EUA, y aunque el número de migrantes ya se encontraba a la baja, ese año llegaron a México 25,145 millones de dólares en remesas (la cifra más alta registrada), mientras que para el 2009 la cantidad bajó a 21,271 millones.
En el mundo las proyecciones para el envío de remesas son positivas, pues el Banco Mundial estima que para el 2016 ascienda a 540,000 millones de dólares el dinero que reciben los países en desarrollo.
Lo cifra representa un aumento del 6.3% a comparación de los 414,000 millones que se esperan para cuando finalice este año.
En general el crecimiento en las remesas ha sido robusto en la mayor parte del mundo, a excepción de América Latina, donde se ha desacelerado por la debilidad económica de Estados Unidos.
La mayor parte del dinero que envían a sus familias los 232 millones de migrantes que hay en el mundo van a dar a India, China, Filipinas, México, Nigeria y Egipto.
En cambio los países que más dependen de las remesas son Tayikistán, Kirguistán, Lesoto, Nepal y Moldavia. En algunos de estos países el dinero que envían los migrantes representa casi la mitad de su Producto Interno Bruto.