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Exhiben Tesoros de un galeón perdido

Más de 200 piezas se exponen en Caracol, Museo de Ciencias y Acuario, en Ensenada

Foto: INAH

Más de 200 piezas se exponen en Caracol, Museo de Ciencias y Acuario, en Ensenada

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Cientos de objetos asiáticos que naufragaron cerca de las costas de Baja California a finales del siglo XVI a bordo del Galeón de Manila, regresaron a tierra.

Entre las dunas de la playa aparecieron a los ojos de exploradores norteamericanos. Cuando éstos dieron aviso del suceso al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), se desarrolló un proyecto de investigación que en 2016 cumple 17 años. Una importante colección de las primeras piezas rescatadas por arqueólogos terrestres y subacuáticos es mostrada en la exposición Tesoros de un galeón perdido.


La muestra fue abierta al público en Caracol, Museo de Ciencias y Acuario, en Ensenada, Baja California, para compartir la historia de una de las embarcaciones de la enigmática flota que surcó durante 250 años el Océano Pacífico, de Acapulco, en la Nueva España, a la bahía de Manila, en isla Luzón, Filipinas, y unió tres continentes: Asia, América y Europa.

El intercambio comercial también permitió el contacto de culturas inimaginables entre sí, separadas por miles de kilómetros de agua salada.

Los galeones que hacían el viaje eran embarcaciones del imperio español que llegaron a alcanzar de mil 200 a mil 500 toneladas. En el puerto novohispano se estibaban productos europeos y plata de los antiguos virreinatos de México y Perú, y en la bahía de Manila las naves eran abarrotadas de tesoros de China, Persia o Japón: especias, telas de seda, marfiles, porcelanas finas y perfumes.

La mayoría de los vestigios recuperados por la arqueología son sólo fragmentos de objetos, casi todos asiáticos, pero ricos en información. Ahora los objetos sobrevivientes del naufragio son ráfagas de tiempo salidas del mar para contar la historia de lo que se intercambiaba a través de aquellas legendarias embarcaciones y también testigos del reto que significó transitar por el Pacífico, de América a Oriente, en el siglo XVI.

Tesoros de un galeón perdido exhibe más de 200 objetos recuperados por un equipo de investigación interdisciplinario del INAH y de universidades estadounidenses de California, que inició sus trabajos en 1999 y los continúa hasta la fecha. Los estudios están encabezados por la arqueóloga Pilar Luna, titular de la Subdirección de Arqueología Subacuática del INAH, con apoyo de investigadores del Centro INAH-BC y del historiador náutico Edward Von der Porten.

Entre las piezas expuestas sobresalen numerosos fragmentos de porcelanas chinas de la dinastía Ming, que corresponde al periodo entre 1574 y 1576, durante la etapa temprana de la ruta de los galeones de Manila.

También se presentan bloques de cera, la cual pese a estar cubierta de sal, oscurecida y contraída después de cuatro siglos en la playa aún conserva su consistencia y olor. El guión museográfico explica que la elevada demanda de velas para la Iglesia católica en la Nueva España se resolvió con las importaciones a través del Pacífico.