Nueva secretaría para mejor aprovechamiento del territorio

La dependencia estará orientada a crear programas de vanguardia para lograr un desarrollo urbano armónico de las ciudades en expansión y áreas metropolitanas, con un enfoque integral.

Ángel Hernández
Política
La Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano pretende dar mejores condiciones al campo
Foto: Especial

Por: Ángel Hernández
ahernandez@revistavertigo.com

Concluidas en gran medida las tareas sustanciales que le dieron origen, como poner fin al rezago agrario, regular la tierra en el campo, realizar el deslinde y la medición de terrenos baldíos, así como tramitar la expropiación de tierras ejidales y comunales, la Secretaría de la Reforma Agraria (SRA) se transforma para dar paso a la nueva Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano.

Este cambio promovido previo al inicio del nuevo gobierno federal, y que forma parte de la reforma a la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal aprobada por el Congreso de la Unión, busca impulsar, en coordinación con las autoridades estatales y municipales, la planeación y el ordenamiento del territorio para su máximo aprovechamiento.

La nueva administración encabezada por el presidente Enrique Peña Nieto reconoce que era urgente conformar una instancia orientada a generar políticas públicas para un mejor aprovechamiento del territorio, de la canalización de las energías en el ámbito agrario, y conformar programas de vanguardia para lograr un desarrollo urbano armónico de las ciudades en expansión y áreas metropolitanas, con un enfoque integral de infraestructura, servicios, medio ambiente, viviendas y desarrollo regional sustentable.

Nuevas necesidades

La desaparición de la SRA era sólo cuestión de tiempo, sobre todo porque la etapa de repartición de la tierra en el campo mexicano había concluido en gran medida; y si bien hasta hace dos décadas persistía un importante rezago en la regularización de la tenencia de la tierra, en los años recientes el Tribunal Agrario logró disminuir de forma considerable ese problema.

El antecedente inmediato que prefiguraba el destino final de la dependencia fue cuando en septiembre de 2009 el entonces presidente Felipe Calderón anunció, como parte de los lineamientos del Paquete Económico 2010, su desaparición, junto con las secretarías de la Función Pública y de Turismo.

Y si bien en aquella ocasión se pospuso su extinción, el actual titular del Ejecutivo federal presentó una propuesta de reforma de la Administración Pública que prevé su sustitución por una nueva secretaría, lo que se concretó una vez que el Congreso aprobó los cambios propuestos para un mejor funcionamiento del gobierno federal.

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Agrario, la mitad del país

En la exposición de motivos presentada para crear la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, se reconoce que la Secretaría de la Reforma Agraria tuvo desde su nacimiento la misión de atender las históricas demandas surgidas en materia de propiedad de la tierra, en particular por los campesinos del país.

Sin embargo, resalta que la naturaleza del territorio mexicano y la dinámica de su población han reforzado la relación existente entre los ámbitos agrario y urbano, por lo que en ambos casos hay complejidades que es necesario atender en forma integral, con el propósito de que el territorio y su desarrollo contribuyan a un adecuado aprovechamiento para bienestar de la sociedad.

La dimensión de los retos en los ámbitos agrario y urbano que enfrenta el país, y su estrecha interrelación, se reflejan en las estadísticas: de las 196.4 millones de hectáreas de superficie, poco más de 100 millones son núcleos agrarios cuya suma asciende a más de 31 mil, por lo que 52% de la superficie territorial de México tiene rasgos de carácter agrario y, por su gran extensión, requiere atención permanente del gobierno.

Crecimiento acelerado

En contraste con la superficie territorial, la población urbana crece en forma acelerada, ya que de acuerdo con el Censo de Población y Vivienda 2010, de los 112.3 millones de habitantes del país 62.5% —es decir, casi 70 millones de personas— vive en 383 localidades de más de 15 mil habitantes, de las cuales 56 son consideradas como zonas metropolitanas, con 62.6 millones de personas.

El resto de la población (40 millones) aún vive en casi 180 mil localidades rurales menores a dos mil 500 habitantes.

El diagnóstico elaborado por el equipo de transición del nuevo gobierno federal establece que estos contrastes poblacionales y de suelo en el país tienen reflejo también en la expansión de los centros de población y, por tanto, en la calidad de sus servicios y de las viviendas.

De ahí que resalta la urgencia de conformar una instancia que se oriente a generar políticas públicas respecto del mejor aprovechamiento del territorio, con el propósito de contar con una política integral que permita el ordenamiento permanente y debidamente planificado del territorio nacional, por lo que propuso la creación de una nueva Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano.

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Esta nueva institución tendrá como principal tarea impulsar, en coordinación con las autoridades estatales y municipales, la planeación y el ordenamiento del territorio nacional para su máximo aprovechamiento, con la formulación de políticas que armonicen el crecimiento o surgimiento de asentamientos humanos; la regularización de la propiedad agraria y sus diversas figuras que la ley respectiva reconoce en los ejidos, las tierras ejidales, las comunidades, la pequeña propiedad agrícola, ganadera y forestal, y los terrenos baldíos y nacionales.

También impulsará el desarrollo urbano con criterios uniformes respecto de la planeación, control y crecimiento con calidad de las ciudades y zonas metropolitanas del país y su respectiva infraestructura de comunicaciones y de servicios, además de la planeación habitacional, el desarrollo de vivienda y el aprovechamiento de las ventajas productivas de las diversas regiones del país.

Atribuciones

Como parte de sus atribuciones, la nueva secretaría continuará atendiendo los temas en materia agraria derivados del artículo 27 constitucional y de leyes agrarias y sus reglamentos, administrará el Registro Agrario Nacional y conducirá los mecanismos de concertación con las organizaciones campesinas.

Al igual que su antecesora, conocerá de las cuestiones relativas a límites y deslinde de tierras ejidales y comunales; mantendrá la función de resolver conforme a la ley las cuestiones relacionadas con los problemas de los núcleos de población ejidal y de bienes comunales; cooperará con las autoridades competentes a consolidar la eficaz realización de los programas de conservación de tierras y aguas en los ejidos y comunidades; y ejecutará en su caso las resoluciones y acuerdos que dicte el presidente de la República en materia agraria.

Y como orientación integrada al desarrollo agrario, territorial y urbano, la nueva secretaría tendrá que aplicar políticas armónicas de desarrollo de vivienda, que preserven un crecimiento adecuado con base en el desarrollo metropolitano y sustentable.

Eliminar tensiones

El titular de la nueva secretaría, Jorge Carlos Ramírez Marín, afirma que el objetivo de la institución es unir los temas de la tierra y del desarrollo urbano para que los mexicanos seamos capaces de construir ciudades en espacios específicamente determinados para ello y que propicien cohesión social.

“Las ciudades tienen que estar diseñadas en función de la cohesión social, para no destruir los valores con los que han vivido las familias mexicanas; y si no somos capaces de diseñar ciudades y espacios que den a la población la posibilidad de creer en el futuro, entonces estaremos sacrificando inevitablemente las familias y sus valores”, recalca el secretario.

Y para alcanzar estos propósitos, dice Ramírez Marín, es necesario eliminar las tensiones inútiles generadas entre el medio rural y el urbano, así como entre la propiedad comunal y las inversiones públicas y privadas.

Pequeños productores

Para dirigentes de organizaciones campesinas como Rocío Miranda Pérez, de la Unidad de la Fuerza Indígena y Campesina, es necesario que se precise con claridad cuáles serán las funciones reales de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, ya que uno de los cambios es que los programas de fomento productivo pasarán a la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol).

Miranda dice que no se debe olvidar que la participación del ingreso por actividades agrícolas de los pequeños productores en la actualidad ha bajado, por lo que se ven en la necesidad de complementar sus ingresos trabajando como peones o jornaleros agrícolas, con remuneraciones menores a dos salarios mínimos y en su mayoría sin prestaciones sociales.

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La dirigente añade que esta situación se aplica por igual a hombres y mujeres, pero el caso específico de la mujer se convierte en un problema mayor, porque debe desarrollar una doble o triple jornada, por lo que demanda que se garantice la soberanía alimentaria mediante la producción nacional, entre otras medidas.

Así, los retos de la nueva secretaría serán de gran importancia para el país en los próximos años, considerando el crecimiento acelerado que registran los asentamientos urbanos y las nuevas necesidades que se generarán en materia de vivienda y desarrollo humano sustentable.