El ex primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, fue condenado este lunes a 7 años de cárcel y a la inhabilitación perpetua para ocupar puestos públicos, al ser declarado culpable por el delito de concusión (abuso de poder) y prostitución de menor en el caso de la marroquí Karima El Mahroug, alias Ruby.
Berlusconi, de 76 años, está acusado de pagar una adolescente marroquí por tener relaciones sexuales y luego tratar de encubrirlo con llamadas telefónicas a la policía de Milán, cuando la joven fue detenida por un presunto robo. El político y la joven negaron haber tenido encuentros íntimos.
Berlusconi no tiene ningún cargo oficial en el gobierno italiano actual, pero sigue siendo influyente en la incómoda coalición de partidos que surgió después de las elecciones de febrero.
Los cargos contra el magnate, se derivan de sus célebres fiestas “bunga bunga” en 2010 en su mansión cerca de Milán, a las que acudían hermosas jóvenes mientras era primer ministro. Aunque él asegura que las cenas eran elegantes veladas, los fiscales dicen que eran fiestas sexuales donde pagaban a las mujeres para asistir.