México de moda

México está de moda. Pero cuidado. Si bien esto es usualmente positivo para la economía de un país, con el tiempo puede volverse negativo.

Sergio Sarmiento
Columnas
Inversión en México
Foto: Internet

México está de moda. Pero cuidado. Si bien esto es usualmente positivo para la economía de un país, con el tiempo puede volverse negativo.

Hace apenas dos o tres años Brasil era el país de moda. Lula era el presidente carismático que había sabido conciliar el sueño de justicia social de la izquierda con la necesidad de promover la inversión productiva de la derecha. La revista The Economist publicó una portada en que el Corcovado de Río de Janeiro era un cohete que despegaba con ímpetu extraordinario.

Pero el enamoramiento con Brasil se desvaneció después de un tiempo. Si bien el país creció a buen ritmo en la primera década del siglo XXI gracias a la inversión privada en la industria petrolera, la exportación minera a China y la producción agropecuaria, los problemas estructurales y la sobrevaluación de la moneda lastraron la competitividad y finalmente limitaron su crecimiento.

Hoy México es la economía de moda. El país se ha convertido en el cuarto exportador de automóviles en el mundo. Las empresas que antes se mudaban a China quieren ahora establecer operaciones dentro del Tratado de Libre Comercio de América del Norte y aprovechar los muchos acuerdos comerciales de México con Europa y otros países y regiones del mundo.

La revista The Economist dedicó en noviembre de 2012, en vísperas del cambio de gobierno, un artículo de portada a nuestro país, en el que aparecía un sombrero mexicano como platillo volador con el título: “México se eleva”.

El interés por México tiene muchos beneficios. La Bolsa Mexicana de Valores registró en 2012 un avance de 18% en pesos y, gracias al fortalecimiento de nuestra divisa, de 26% en dólares. En los primeros nueve días naturales de 2013 el Índice de Precios y Cotizaciones registró cinco récords históricos.

Los anuncios de nuevas inversiones, como el de la empresa Mazda, se han sucedido uno tras otro.

Las reservas internacionales concluyeron 2012 con un nivel sin precedentes, superior a los 163 mil millones de dólares.

Hacienda colocó en los mercados financieros a principios de 2013 un bono gubernamental internacional por mil 500 millones de dólares a 30 años, a una tasa de interés muy favorable de 4.19% anual.

La tasa de crecimiento de 2012 fue de casi 4%, con una inflación de apenas 3.57%. Los economistas pronostican que la expansión será de 3.5% en 2013, lo cual no es malo en un año de recesión en Europa y escaso crecimiento en Estados Unidos.


Mejor

Lo importante ahora es no caer en la autocontemplación o el triunfalismo. Nuestro país podrá estar de moda en este momento, pero los problemas estructurales de productividad siguen siendo muy profundos. La reforma laboral y la educativa han sido logros importantes, pero los cambios que faltan son enormes y políticamente muy difíciles.

Estar de moda puede generar un mayor flujo de capitales, pero ningún país tiene este trato preferencial durante demasiado tiempo. Lo importante en los próximos años es seguir haciendo reformas que eliminen obstáculos a la inversión y hagan más productivo al país.

De esta manera, aun cuando México deje de estar de moda y The Economist le dedique su portada a Vietnam, Myanmar o cualquier otro país que nos reemplace bajo las candilejas, México podrá seguir creciendo… no para asombrar a los inversionistas internacionales sino para generar más y mejores empleos para los mexicanos.