México solidario tras paso de ‘Ingrid’ y ‘Manuel’

El restablecimiento de infraestructura básica, drenaje, vivienda y comunicaciones es un proceso que puede requerir semanas, meses e incluso años, pero los mexicanos ya comenzamos a trabajar en ello.

Redacción
Política

Por: A. Hernández / A. Rodríguez
reporteros@revistavertigo.com

La magnitud del desastre causado por la tormenta tropical Manuel y el huracán Ingrid en el país alcanza proporciones históricas: las intensas lluvias afectaron dos terceras partes de las entidades del país y provocaron tan solo en septiembre el registro más alto de precipitaciones: 40% de lo que llueve en promedio al año, suficiente para cubrir con 20 centímetros del líquido los dos millones de kilómetros cuadrados del territorio nacional.

Esas lluvias extraordinarias dejaron más de un millón de damnificados, 139 muertos y 53 desaparecidos.

Arrasaron la infraestructura habitacional de algunas ciudades y cientos de pueblos, comunidades y rancherías.

Afectaron la infraestructura carretera en 20 entidades, donde se registraron deslaves, derrumbes, fracturas de carpeta, desgajamientos de cerros, puentes colapsados, bloqueo y destrucción de drenajes, túneles bloqueados y deterioro considerable en la cinta asfáltica.

El restablecimiento de la infraestructura básica colapsada, como agua, drenaje, vivienda, electricidad y comunicaciones, requerirá no solo de un proceso de normalización que en cada caso específico puede ir de semanas a meses e incluso años, sino que además exigirá inversiones millonarias en varias etapas. En un primer momento, como es natural, están siendo destinadas a salvaguardar la vida de las personas, darles refugio y alimento, así como a reparar comunidades y caminos.

Para hacer frente a esta emergencia nacional —que puede agravarse, pues todavía no termina la temporada de lluvias y ciclones tropicales, al tiempo que ya se presentaron los primeros frentes fríos—, el presidente Enrique Peña Nieto anunció la puesta en marcha de medidas urgentes entre las que destaca el Programa de Reconstrucción Nacional a partir de la evaluación y cuantificación de los daños ocasionados por los fenómenos climatológicos.


El mandatario urgió a los gobiernos estatales a realizar, de manera pronta y acelerada, una valoración de los daños en sus respectivos estados y hacer una cuantificación de la inversión que se requerirá para la reconstrucción de viviendas afectadas y reparación de la infraestructura dañada.

Sin que haya concluido la etapa de emergencia, el Plan Nacional de Reconstrucción dio inicio ante la urgencia de reactivar la vida cotidiana de las poblaciones afectadas, condición necesaria para restablecer los vínculos sociales y comerciales previos al desastre, así como rehabilitar sectores fundamentales para la economía nacional, como las comunicaciones, transporte, campo, turismo y comercio, labor donde el gobierno federal, los estados y municipios, el Congreso de la Unión, las organizaciones empresariales y de comercio, así como la sociedad civil organizada, tendrán que sumar esfuerzos que permitan salir al país lo más rápido posible de esta contingencia histórica.

Acciones sociales

La respuesta solidaria de los mexicanos para prestar ayuda a quienes se encuentran en una situación trágica por las lluvias e inundaciones ha sido masiva: miles de ciudadanos han acudido al llamado de apoyo de los damnificados, cuyas principales necesidades son recibir alimentos y otros elementos básicos para subsistir.

A lo largo y ancho del país se han instalado poco más de mil 178 centros de acopio de instituciones públicas y privadas, sedes gubernamentales y sociales, estaciones de televisión y radio.

Y todos aquellos que suman sus esfuerzos para hacer menos dura la situación actual de miles de compatriotas que perdieron gran parte de su patrimonio, lo hacen de manera por completo desinteresada.

El acopio de alimentos, productos de limpieza y cuidado personal, agua, productos enlatados, leche en polvo, escobas y cubetas, medicamentos, pañales y un sinfín de utensilios que en estos momentos son de gran utilidad en las zonas de desastre, lo realizan de manera personal miles de personas de todas las edades y estratos sociales, lo que muestra el grado de conciencia humanitaria y social alcanzado por los mexicanos en situaciones de emergencia.


Esfuerzos paralelos han realizado empresas privadas de los diversos sectores en todo el territorio nacional, para sumarse a esta labor altruista y mediante la convocatoria a través de las redes sociales, entre empleados, mensajes de radio y televisión, así como de cualquier medio que permita hacer llegar sus mensajes, se han logrado juntar cientos de toneladas de alimentos y otros productos que se canalizan mediante los mecanismos establecidos por el gobierno federal y los estados, para hacerlos llegar con la mayor rapidez posible a las áreas siniestradas.

El gobierno federal y los estatales, por su parte, coordinan esfuerzos para entregar la ayuda inmediata que demandan las víctimas de las lluvias, así como para organizar el apoyo y que este no encuentre obstáculos para su traslado a donde se le requiere con mayor urgencia, aspecto clave para que la ayuda solidaria de la sociedad mexicana sea efectiva y no se desperdicie en trabas burocráticas o redes de intereses locales que traten de aprovechar la desgracia que padecen miles de mexicanos.

Cotidianidad colapsada

A dos semanas de que la combinación de los efectos de los meteoros Manuel e Ingrid propiciaron lluvias históricas no vistas desde hace casi 60 años en territorio nacional, anegando amplias zonas de más de una docena de estados, continúa el recuento de los daños y al paso de los días se confirma que su magnitud es catastrófica, por lo que se requerirán meses (incluso años en algunas zonas) para restablecer la vida de las comunidades afectadas por los torrenciales aguaceros.

Además de las dificultades para la atención urgente de los más afectados, en primera instancia en Guerrero, Veracruz y Tamaulipas, Manuel, ya como huracán, también dañó territorio sinaloense, dejando un saldo de más de 100 mil afectados.

Asimismo, a la desgracia de los habitantes de cientos de comunidades que perdieron gran parte de sus pertenencias, permaneciendo aislados, sin alimentos e incomunicados durante varios días por la ruptura de puentes, deslaves y el desbordamiento de ríos y arroyos, se sumó la destrucción de miles de viviendas, inundaciones en pueblos enteros y el colapso e interrupción de servicios básicos como agua, electricidad y comunicación terrestre, lo que impidió a los damnificados salir del área siniestrada en busca de ayuda.

La intensidad de las precipitaciones causó destrozos de diferente magnitud en 27 entidades donde, además de la pérdida de vidas humanas, miles de viviendas quedaron destruidas o con severos daños estructurales, así como puentes colapsados o caídos, daños en carreteras y la afectación de la infraestructura pública, de acuerdo con la evaluación de los daños hecha por autoridades federales y estatales.


El fenómeno climático extraordinario, que provocó intensos aguaceros durante las fiestas patrias, afectó a 312 municipios que fueron declarados en estado de emergencia por las pérdidas humanas y materiales que dejó a su paso.

Centros de salud, hospitales y escuelas sufrieron también fuertes daños.

La Secretaría de Educación Pública (SEP) informó que casi 43 mil planteles vieron afectado su funcionamiento académico y operación regular; de esa cifra, 887 presentan daños de leves a graves en su infraestructura.

Recuento de los daños

Durante la Reunión de Evaluación Preliminar y Acciones de Trabajo Inmediatas, encabezada por el presidente Peña Nieto, a la que acudieron los gobernadores de las entidades más afectadas, secretarios de Estado y legisladores, el titular de Gobernación, Miguel Ángel Osorio, hizo un balance de las afectaciones que sufrieron 552 municipios en 26 estados.

De acuerdo con el recuento, hasta el miércoles 25 de septiembre habían sido evacuadas y puesto a salvo más de 58 mil personas, de las que 52 mil 433 aún se encontraban en 392 albergues instalados en 19 estados de la República.

El número de muertos era de 139 personas y 35 heridas, y continuaban desaparecidas 53 personas, la mayoría en La Pintada, municipio de Atoyac de Álvarez, Guerrero.


Por lo que hace a las viviendas dijo que se están cuantificando las afectaciones en 22 entidades, en tanto que la infraestructura carretera presenta distintos tipos de daños.

La secretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles Berlanga, informó por su parte que se apoyó a los municipios con declaratoria de emergencia mediante acciones de auxilio y entrega de 73 mil 500 despensas a través de Diconsa, sobre todo en Guerrero, Veracruz, Tamaulipas, Oaxaca y Guanajuato.

En los estados afectados se iniciaron las actividades de limpieza de 122 mil 531 viviendas, cuyos habitantes serán beneficiados al recibir un ingreso por efectuar esas labores como parte del Programa de Empleo Temporal Inmediato (PETI).

Explicó que la etapa siguiente en la atención de la contingencia es garantizar el abasto de alimentos reorientando lecherías, tiendas comunitarias, unidades móviles y comedores comunitarios para que atiendan a la población afectada, así como recuperar la infraestructura social básica, como agua, drenaje, vivienda y electricidad, a través de recursos del Fondo de Desastres Naturales (Fonden), del PETI, del Programa para el Desarrollo de Zonas Prioritarias y del Fondo de Apoyo a la Infraestructura Social (FAIS).

Devastadores

Los devastadores efectos que Ingrid y Manuel dejaron son difíciles de cuantificar, tanto en lo que respecta a pérdidas humanas como a las materiales, de tal manera que por ahora luce complicado calcular cuánto dinero será necesario para reedificar la infraestructura en las entidades afectadas por el paso de los fenómenos meteorológicos.

No obstante, los datos expuestos por el secretario de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza, durante la presentación del Plan de Reconstrucción Nacional, demuestran la magnitud de algunos de los daños consignados hasta el cierre de esta edición.


Un total de 18 de las 81 autopistas de cuota resultaron afectadas, al igual que 57 de las 141 carreteras federales.

Se colapsaron doce puentes y 18 más resultaron con daños severos.

Hubo 30 desplomes en tramos carreteros y se registraron daños en cinco mil kilómetros de 980 caminos rurales, misma situación de 100 kilómetros en 102 carreteras alimentadoras de jurisdicción estatal.

El funcionario dejó en claro que tales cifras aumentarán, debido a que muchos caminos están en proceso de ser dictaminados.

Más daños…

Asimismo, Guerrero, Oaxaca, Sinaloa, Veracruz, Tamaulipas y Chihuahua, que en conjunto aportan 16% del Producto Interno Bruto (PIB) del país (casi 2.5 billones de pesos), son las entidades con mayores afectaciones en el campo por las lluvias e inundaciones.

En este sentido, de acuerdo con la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), el paso de las tormentas afectó a casi 430 mil hectáreas, principalmente de caña de azúcar, sorgo y maíz.

Los primeros reportes, señaló la dependencia, indican que la entidad más afectada es Guerrero, con 229 mil hectáreas, seguida de Tamaulipas, con 53 mil; Michoacán, 32 mil; Sinaloa, 31 mil; Oaxaca, 23 mil; Veracruz, con 15 mil.

Enrique Martínez, titular de la Sagarpa, subrayó que México cuenta con esquemas de cobertura catastrófica para doce millones de hectáreas y 10.1 millones de cabezas de ganado, pero tales instrumentos están dirigidos a productores de menos de 20 hectáreas en el caso de los cultivos cíclicos y de hasta diez hectáreas en el de los permanentes.

Por otra parte, productores de café de doce estados solicitaron la pronta intervención de instituciones federales y estatales para evaluar los daños ocasionados en la infraestructura caminera y de cafetales.

A su vez, el presidente Peña Nieto ordenó a la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) establecer una estricta vigilancia en los expendios y tiendas para evitar abusos y que se pretenda encarecer los precios.

El Ejecutivo federal también emitió un decreto mediante el cual otorga diversos beneficios fiscales a los contribuyentes afectados por las recientes lluvias, con el propósito de contribuir a la reactivación de la planta productiva y preservar las fuentes de empleo.

Insuficientes

De acuerdo con Luis Videgaray, secretario de Hacienda, el Fondo de Desastres Naturales (Fonden) cuenta con una disponibilidad inmediata de doce mil millones de pesos para hacer frente a la contingencia, los cuales —coinciden especialistas y autoridades— resultarán insuficientes ante la magnitud del desastre.

Al respecto, el funcionario aseguró que si bien es prematuro todavía establecer las cifras que requerirán los trabajos de reconstrucción por las recientes lluvias, estas “serán indudablemente cuantiosas”.


Videgaray subrayó que el gobierno cuenta con una disponibilidad superior a los seis mil millones de pesos en el Fonden y de cinco mil millones de pesos en el Seguro de Riesgos Catastróficos contratado por esta administración.

Cabe mencionar que el gobierno mexicano no podrá ejercer el bono catastrófico MultiCat que emitió en octubre de 2012 por 315 millones de dólares, debido a que el siniestro no entra en los parámetros contratados, pues para que se active y poder recibir 80% de la suma asegurada tendría que ocurrir un huracán en la zona Atlántica con categoría 4 o 5, mientras que la segunda figura especifica que para un desembolso de 100% debe registrarse un huracán también de categoría entre 4 y 5 en la zona Pacífico.

Asimismo, Ricardo Arias, director general de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), se mostró pesimista al calcular que las pérdidas que dejaron los fenómenos meteorológicos ascenderán a 75 mil millones de pesos a nivel nacional, de los cuales la industria solo cubriría 20%; es decir, entre doce mil y 15 mil millones de pesos.

Los crecientes costos económicos como producto de las torrenciales lluvias, a decir de especialistas, repercutirán en forma negativa en los resultados del tercer trimestre para nuestra economía.

El impacto de los fenómenos climatológicos sobre la producción primaria (agricultura, ganadería y pesca), estiman, sería de 3% negativo, lo cual tendrá un efecto de entre una y dos décimas de punto porcentual en el PIB en el tercero y cuarto trimestres.

Y pese a que Luis Videgaray mantiene la meta de crecimiento del PIB en 1.8% para este año, analistas del sector privado coinciden en que no será mayor a 1.5%, ya que el impacto de los huracanes en la actividad económica del país costará entre 0.3 y 0.5% del PIB, con todo y que el programa de aceleración del gasto anunciado el 13 de septiembre, y los programas de reconstrucción y empleo temporal, ayuden a mitigar los efectos del que ya es considerado el peor desastre natural en la historia de México.

Fondos

Se estima que los resultados de la reunión en Los Pinos del miércoles pasado sean la base para la propuesta que el presidente Peña Nieto enviará a la Cámara de Diputados en los próximos días, con miras a reestructurar algunas partidas del Presupuesto de Egresos 2014 y de esta forma ayudar a la recuperación de viviendas, tierras de cultivo e infraestructura afectadas por los huracanes, aunque el primer mandatario advirtió que su gobierno no apoyará ni subsidiará la construcción de viviendas en zonas de riesgo.

Adicionalmente, el secretario de Hacienda anunció nuevas líneas de crédito a bajo costo a través del Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras) para apoyar la liquidez de los municipios en las zonas afectadas.

Este programa, precisó Luis Videgaray, ofrecerá nuevos préstamos hasta por cinco años a una tasa reducida para apoyar los esfuerzos de reconstrucción de obra municipal, aunque también los gobiernos estatales podrán acceder a los mismos.

El responsable de las finanzas nacionales señaló que una vez que se tenga la evaluación de los daños por parte de las áreas técnicas de los gobiernos federal y estatales se trabajará con la Cámara de Diputados a fin de realizar las modificaciones conducentes al proyecto de Presupuesto de Egresos 2014.

Paralelamente, según Mercedes Araoz, representante del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en México, la Secretaría de Hacienda y el organismo negocian una línea de crédito contingente para apoyar los trabajos de reconstrucción derivados de los impactos de los fenómenos climatológicos.

Se trata de un préstamo para infraestructura, especificó, cuyo monto aún no se define, para lo cual se analizan diferentes modelos de apoyo contingente, similares a los que se han dado en ocasiones anteriores a otros países de América Latina.

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