Obesidad y sobrepeso obstruyen la tarea cardiovascular

Debemos estimular conductas cardiosaludables para proteger a las futuras generaciones de una epidemia de enfermedad cardiaca.

Lorena Ríos
Todo menos politica
Debemos estimular conductas cardiosaludables para proteger a las futuras generaciones de una epidemia de enfermedad cardiaca
Foto: Creative Commons

El control de la obesidad y el sobrepeso tiene repercusiones en la salud cardiovascular de las personas, ya que el exceso de peso corporal, en especial el que se acumula en la zona abdominal, tiene mucha relación con enfermedades que afectan al corazón como diabetes mellitus, hipertensión arterial, aterosclerosis (placas de grasa en las arterias), niveles de triglicéridos y colesterol elevados en sangre, así como en la apnea obstructiva del sueño.

El problema de obesidad en México afecta a 70% de los adultos y 40% de la población infantil.

Una inadecuada alimentación, vida sedentaria y tabaquismo son responsables de que en el país mueran cada año más de 100 mil personas, mientras que a nivel mundial se eleva a 17 millones el número de fallecimientos.

Considerada como una epidemia mundial la obesidad afecta a más de 300 millones de adultos, de los que 115 millones viven en países de economía emergentes, como México.


De igual manera, el sobrepeso afecta a más de mil millones de personas a nivel global, de acuerdo con datos de la Federación Mundial del Corazón.

“Sabemos cómo prevenir y tratar los factores de riesgo cardiovascular, con lo que podrían evitarse al menos 80% de las muertes prematuras por cardiopatías o por accidentes vasculares cerebrales, mediante el fomento de estilos de vida saludable que incluya una alimentación idónea, ejercicio continuo, reducción del consumo de sal y evitar el tabaco”, dice Pedro García Velásquez, coordinador de las actividades del Día Mundial del Corazón, que se conmemora este 29 de septiembre.


Infancia en riesgo

El especialista, también miembro de la Sociedad Mexicana de Cardiología, explica que buscan llamar la atención sobre la importancia de proteger a este órgano vital, para generar conciencia y acciones de prevención entre la ciudadanía, pues la obesidad y sobrepeso en la población infantil podría generar complicaciones coronarias.

“Es un mito que la enfermedad cardiaca solo afecte a las personas mayores: los niños también son vulnerables”, advierte.

El cardiólogo explica que el riesgo de enfermedad cardiaca puede iniciarse aun antes del nacimiento. “En el mundo moderno los menores tienen una conducta inactiva. Tienen un libre acceso a comida rápida o alimentos procesados. Y en lugar de jugar y correr están frente a televisores y computadoras. Debemos actuar de inmediato, estimulando conductas cardiosaludables para proteger a las futuras generaciones de una epidemia de enfermedad cardiaca”, insiste.

García Velásquez recomienda cuidar la buena nutrición y actividad física desde la infancia, para que los beneficios sean sustanciales y reducir así el riesgo de enfermedad cardiovascular.

“En todo el mundo la ingesta deficiente de frutas y verduras causa 11% de las muertes por cardiopatía isquémica y casi 95 de las muertes por accidente vascular cerebral”, dice.

Grasa abdominal

El manejo de la obesidad, una enfermedad que no es curable sino controlable, es en la actualidad un gran reto. Los cambios de estilo de vida o los agentes farmacológicos tienen un efecto pequeño en la pérdida de peso y no previenen la recurrencia. Se ha probado que la cirugía bariátrica es un medio efectivo y seguro para inducir y mantener una pérdida de peso significativa, pero su uso está limitado a pacientes con obesidad clínicamente complicada o mórbida.

El exceso de grasa acumulado en las vísceras, relacionado con la obesidad central, es el tejido adiposo metabólicamente más activo que causa más resistencia a la insulina y que lleva a la diabetes mellitus, condición que a su vez puede incrementar la presión arterial y la frecuencia cardiaca, así como un proceso inflamatorio en todo el sistema circulatorio.

En este sentido, el cardiólogo advierte que las mujeres deben conocer los factores de riesgo cardiovascular y entender la importancia de realizar cambios en el estilo de vida que puedan reducir esos riesgos.

Pedro García dice que este año, con el lema Toma la ruta a un corazón saludable, se pretende crear conciencia en hombres y mujeres. Y es que actualmente una de cada tres mujeres muere por esta causa, lo que significa una muerte por minuto, y las enfermedades del corazón se consideran como el asesino número uno de mujeres.

Prevención

El director general de ReMeDi, Joel Rodríguez, médico internista y endocrinólogo, comenta por su parte que “es un gran reto, en este Día Mundial del Corazón, brindar las herramientas necesarias para lograr un cambio en los hábitos diarios y prevenir factores de riesgo, como la diabetes”.

En este sentido, recomienda incluir en la dieta ácidos grasos de cadena larga de los omega-3 DHA (ácido docosahexaenoico), ya que son una alternativa que puede ser usada para cuidar la salud del sistema cardiovascular.

Agrega que las personas deben mantener el peso que les corresponde, realizar ejercicio físico de forma regular, consumir fibra vegetal, evitar alimentos con muchas calorías, reducir las grasas saturadas, moderar la sal en los guisos, no consumir tabaco, combatir el estrés, moderar o evitar el consumo de alcohol y reducir los azúcares rápidos.

Por último, la nutrióloga Julieta Ponce, directora del Centro de Orientación Alimentaria, recomienda a su vez consumir aguacate, jitomate, nopal, pescado, semillas oleaginosas —pistache, almendra, nuez, cacahuate tostado, chia—, frijol y pescado, pues asegura que estos alimentos contienen omega 3, aceite que ayuda a prevenir los problemas del corazón.

Tomar control del cuidado de la salud cardiovascular, no solo de la persona sino de toda la familia, redundará en mayor salud y años de vida con calidad, concluyen los especialistas.