Tráfico ilegal de especies silvestres (I/II)

Las más comercializadas en México son: guacamayas, tucán, jaguar, mono araña, venado cola blanca y algunas tarántulas.

Martha Mejía
Bienestar
Entre los animales más afectados se encuentran los loros, anfibios y reptiles,
Foto: Enrique Dans / Creative Commons

Animales silvestres se han convertido en mascotas comunes o son usados para exhibiciones, mientras que numerosas plantas son ornamentos en casas y jardines alrededor del mundo.

“Las especies silvestres son particularmente importantes para las personas de los países en vías de desarrollo, o economías en transición, ya que proveen una fuente accesible de comida y medicinas, así como otros recursos vitales de los que depende su forma de vida”, explica el biólogo Adrián Reuter, de Traffic México.

En este sentido, dice, México es un país activo en el comercio de especies silvestres, actuando tanto como proveedor y consumidor, así como zona de tránsito.

Sin embargo, no todas las actividades en materia de vida silvestre que se dan en o involucran al país son legales.

Eso sin contar que los impactos de los delitos en materia de vida silvestre no sólo implican su pérdida: existen numerosas afectaciones económicas, sociales y de otros tipos.

Riesgos y Enfermedades

El tráfico ilegal de especies puede causar los siguientes daños:

- Dispersar enfermedades con diseminación zoonótica, que se pueden transmitir de los animales al humano

- Dispersar enfermedades antropozoonótica, que se pueden transmitir del hombre a los animales”

- Puede representar una amenaza a los ecosistemas y las economías, así como a la supervivencia de las especies.

¿Qué es?

La extracción de animales silvestres de su hábitat natural para convertirse en mascotas, así como su introducción en ambientes ajenos a su especie, son parte de la problemática del tráfico ilegal de especies silvestres, que impacta a la biodiversidad de México.

Marcela Vargas Chacón, gerente de Programas de la Sociedad Mundial para la Protección Animal (WSPA, por sus siglas en inglés) para México, Centroamérica y el Caribe, señala que la extracción de la fauna silvestre es una práctica insostenible que puede acabar con poblaciones enteras.

“Extraer a un animal de su hogar y obligarlo a vivir encautiverio le causa un profundo sufrimiento, pues se le somete a un intenso estrés y se le impide desarrollar comportamientos naturales, como volar o socializar con otros animales de su especie”, explica.

La especialista dice que los métodos de captura y transporte también suelen ser crueles, llegando a causar fracturas, mutilaciones y hasta la muerte del animal.

Se calcula, por ejemplo, que por cada mono que es vendido, otros tres más mueren en captura, acopio y distribución; mientras que sólo 30% de las aves que se ingresan de forma clandestina sobrevive.

De acuerdo con la WSPA, entre los animales más afectados se encuentran los loros, anfibios, reptiles, insectos y monos; mientras que también son comercializados de manera ilegal recursos forestales y plantas.

Raíces

A juicio de los expertos existen dos raíces fundamentales del problema: la primera es que en nuestro país las condiciones de pobreza en que viven algunas poblaciones aledañas a las áreas naturales donde se encuentran los animales silvestres llevan a su captura y comercialización.

“Donde existe pobreza y marginalidad no es posible administrar correctamente los recursos naturales”, afirma Eduardo Peters, director general de Investigación, Ordenamiento Ecológico y Conservación de los Ecosistemas del INE.

En México las especies más comercializadas son las guacamaya roja y la verde, que en el país se venden hasta en seis mil pesos y en el extranjero se llegan a cotizar hasta en 500 mil; el tucán pecho amarillo, el mono araña y el aullador, el jaguar, la nutria, el venado cola blanca, la tarántula de rodillas rojas y la boa.

Delito

La segunda causa relevante en México se debe a su condición de país megadiverso y por su cercanía con Estados Unidos, que es uno de los principales mercados de especies silvestres y es usado como ruta para el tráfico de flora y fauna desde otras naciones.

Los principales proveedores de animales silvestres son países en desarrollo y la demanda se concentra en los industrializados. Se estima que cada año cuatro millones de aves se comercializan en países desarrollados. Las ganancias anuales por el comercio de animales silvestres superan los cinco mil millones de dólares para los grupos de traficantes, de acuerdo con reportes del Senado de la República.

Esta actividad ilícita es considerada por la Interpol como el tercer tipo de negocio ilícito más importante del mundo, después del tráfico de estupefacientes y de armas, con graves impactos en lo ambiental, social y económico.

Cabe destacar que en el ámbito internacional, el tráfico ilegal de especies ha llegado a generar hasta 21 millones de dólares en 2005; según datos dados a conocer por la WSPA.

En la segunda entrega le presentaremos los vacíos jurídicos que existen en la actual legislación para frenar esta actividad ilícita.