La caries es un serio problema de salud pública que afecta a 85% de la población en México, donde los grupos más vulnerables son los niños y adultos mayores: se trata de una enfermedad infecto contagiosa producida por bacterias del tipo estreptococcus mutans, las cuales se adhieren a los dientes y producen una película pegajosa e incolora denominada placa dentobacteriana.
Dichos microorganismos producen ácidos que al paso del tiempo destruyen el esmalte de los dientes. Al romperse este se crea una cavidad que resulta peligrosa, pues al conectarse con el paquete vasculo-nervioso las bacterias pueden recorrer el torrente sanguíneo y llegar a la garganta, riñones y corazón.
María Dolores González Sánchez, especialista en Odontología Integral, advierte que la caries comienza en la niñez y aumenta con el paso de los años por la falta del cuidado y prevención adecuados.
Al llegar a la adolescencia y la edad adulta la caries se refleja en piezas destruidas, infección periodontal, inadecuada masticación, desnutrición, dolor, fiebre y el riesgo de afectaciones a la salud sistémica, como por ejemplo endocarditis (infección en el corazón), que puede provocar la muerte del paciente.
“Sabemos que la caries es consecuencia de alta ingesta de azúcares y carbohidratos: las bacterias proliferan y cambian el PH de la boca haciéndolo más ácido, con lo cual el esmalte de los dientes se vuelve frágil. A la vista se ven manchas blancas con aspecto poroso conocido como desmineralización y que con el tiempo se comienza a picar. La falta de higiene adecuada ayuda a la formación de la caries”, alerta.
En niños
Los niños son los más vulnerables debido a que se encuentran en una etapa de desarrollo-aprendizaje. De ahí la importancia que tiene la presencia de los padres para inculcar buenos hábitos de higiene y alimentación.
“La caries es totalmente prevenible y las medidas de higiene permiten ahorros importantes en tratamientos de restauración que son costosos”, señala.
En el caso de los bebés que son alimentados con biberón o que usan el chupón, advierte, corren el riesgo de sufrir caries a temprana edad si no existe una adecuada higiene bucal. “Cuando la madre los alimenta con leche materna están libres de bacterias, pero cuando reciben alimento con biberón o chupón, cuando duermen con el biberón y restos de leche en la boca, aumenta el riesgo de que se infecten con las bacterias que producen caries”, expone.
González Sánchez señala que cuando los niños ya tienen caries y dolor se debe valorar para saber si las piezas dentales aún sirven, de lo contrario se procede a tratamientos y en el peor de los casos a la extracción.
La experta en salud bucal recomienda que a los menores de 18 meses se les debe realizar higiene bucal con la ayuda de una gasa: se envuelve el dedo índice y con ello se hace una especie de barrido por el paladar, dientes, encías y carrillos; de esa forma se controla la limpieza en los niños.
Los tratamientos, destaca, resultan más costosos, y para algunos inaccesibles, que realizar una higiene bucal diaria, cuando menos dos veces al día y de preferencia en cuatro ocasiones.
Y explica: “Una al levantarse, las demás después del desayuno, comida y cena; ya con esas cuatro estaríamos creando un hábito de limpieza”.
Diabetes y caries
Otro grupo poblacional vulnerable a la caries son los adultos mayores y en especial los que presentan diabetes. “Este tipo de pacientes cuando tienen alguna pieza con caries llegan incluso a registrar alzas en los niveles de glucosa. Por eso es importante que las personas con enfermedad sistémica acudan con el especialista, pues requieren de una estricta vigilancia dental, de preferencia cada seis meses”, detalla.
La caries también afecta la correcta masticación de los alimentos. Cuando existe caries o se pierden piezas dentales, por ejemplo, las personas mastican de forma incorrecta, por lo que no hay una buena trituración de los alimentos y al pasar al estómago no hay una adecuada absorción de los nutrientes, lo que puede llevar a una desnutrición, expone la odontóloga.
La higiene bucal es una medida muy económica para el paciente y para el sector salud: un cepillado adecuado evitará pérdida de piezas dentales y tratamientos costosos, así como complicaciones por una infección en el corazón que podría causar la muerte.
La caries dental es un problema de salud pública y tiene que ver con la ausencia de una cultura de higiene bucal: nos hace falta hacer más difusión en este aspecto, concluye.