Qué lástima que los diputados locales no cumplan con el electorado: su compromiso de trabajar por mejores servicios en sus distritos se acaba nomás llegan a ocupar la silla y por falta de experiencia o ignorancia no acuden a las reuniones de comisiones.
Qué lástima que su improductividad ponga en riesgo el trabajo de la Asamblea Legislativa (ALDF) y que los cientos de iniciativas que se presentan no les interese que se aprueben.
Qué lástima que se incrementa por todo ello el rezago legislativo ¡y no pasa nada! ¿Qué le parece?
El asambleísta Óscar Moguel Ballado, de Movimiento Ciudadano, pone el dedo en la llaga y anuncia que intentarán “que se modifiquen los artículos 32, 88 y 89 del Reglamento para el Gobierno Interior de la ALDF, para que toda iniciativa que se presente concluya el proceso legislativo; a favor o en contra, pero que se dictamine. Y evitar así el rezago que existe de iniciativas”.
El legislador reconoce que “a la fecha hay comisiones que no han sesionado; en otras el trabajo es tan deficiente, que no avanzan. Cuando se convoca a una reunión no asisten. Se corre el riesgo de perder legitimidad. Y más: paralizar el trabajo parlamentario”. A ese grado llega la irresponsabilidad de sus colegas. ¿Les preocupa? Para nada. Lo importante es que les depositen la dieta, todos los beneficios que tienen y que vaya que alcanzan sumas importantes. Lo demás cuando se pueda, pues.
“Es en las comisiones donde descansan las tareas de la ALDF. Ahí los cuellos de botella impiden el avance de las iniciativas o puntos de acuerdo, que hasta pareciera sirven a intereses desconocidos”, precisa el diputado local de Movimiento Ciudadano.
Tiene razón: en comisiones se aprueban los dictámenes o se congelan. Generalmente predominan intereses de grupo. Y las mayorías se imponen. Lo más fácil es no asistir a las convocatorias. Ni hablar.
Para eficientar el trabajo legislativo, Moguel propone “mecanismos parlamentarios a través de una iniciativa de ley que contenga sanciones económicas a los integrantes de las comisiones omisas. Unos cinco días de sus dietas”. ¡Uy, pos está bien! El caso es que nunca les hacen efectivo el descuento: hay que taparse unos a otros. Hoy por mí, mañana por ti. Y ahí va la cadenita. Hoy andan ya buscando la siguiente chamba y hágale como quiera. Lo primero es lo primero.
El legislador propone además que “en caso de que no se dictamine una iniciativa, o propuesta de iniciativa, que se reasigne el turno a la comisión de Normatividad Legislativa, Estudios y Prácticas Parlamentarias; se establezca un plazo de 30 días naturales para que se emita un dictamen; que el plazo pueda ser prorrogado; y si todavía no hay consenso que se turne a la comisión de Gobierno y en un plazo de diez días naturales se emita el dictamen”.
Pues es una ruta aceptable. Evitaría que las iniciativas vayan a la congeladora. Y habría trabajo legislativo. Ahora que, ¿querrá trabajar la comisión de Normatividad? ¡Veremos!
El bolso de Laura…
Déjeme contarle que por ese recinto de Donceles el martes pasado se suspendió la sesión ¡a las doce del día! por falta de quórum. Son magos: desaparecen de un momento a otro. ¿Qué importa la sesión? Y aquí entre nos, por asistir les pagan… Los que continúan en busca de votos son los de la delegación Tlalpan: reanudaron la entrega de material para construcción en la colonia El paraje, sobre la carretera Picacho-Ajusco. Ahí se reúnen los beneficiarios. A veces desde temprano. Anochece y ahí están, en espera de su dotación. No diga que yo se lo conté, pero se puede ver a diario. Aunque el fin de semana se llevaron todo: varilla, cemento, ladrillo y más. Urge, pues los tiempos se acercan…